En la Viña
La Liturgia nos lleva a reflexionar nuevamente sobre la Iglesia, en la cual estamos invitados a trabajar. ¿Cuál es el criterio de Dios a la hora de “pagar” el trabajo realizado en ella?. Las lecturas bíblicas nos dan la respuesta. En la 1ª Lectura, Isaías afirma que el modo de Dios es muy diferente de como nosotros nos imaginamos. Dios no piensa como nosotros. No juzga por la cantidad, sino por la calidad con que se hace. (Is 55,6-9) LA PARÁBOLA DE LOS TRABAJADORES DE LA VIÑA
La 2ª Lectura presenta el testimonio de Pablo, que hace de Cristo el centro de su vida. "Para mí la vida es Cristo, y una ganancia el morir". (Flp 1,20c-24.27a) El Evangelio destaca que Dios llama a la Salvación a todos los hombres, sin considerar la antigüedad en la fe, o los créditos por el trabajo realizado. (Mt 20,1-16)
La Parábola de la VIÑA es exclusiva de Mateo: - Un propietario contrata trabajadores para su viña, en varios momentos. - Al final del día, paga un jornal igual a todos. - Los primeros "murmuran, reclamando indignados: "Estos últimos han trabajo sólo una hora y los tratas igual que a nosotros". - El dueño de la viña responde al primer descontento: “No te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario?
¿Tienes envidia, porque yo soy bueno?" * Los murmuradores eran los escribas y fariseos que confiaban en sus méritos. Dios no es un negociante que contabiliza los méritos de los hombres para después pagarles conforme a la cantidad producida. La Salvación es más obra de Dios que merecimiento del hombre. Dios es un Padre, lleno de bondad, que ama a todos sus hijos por igual y sobre todos derrama su amor. Él nos da mucho más de lo que merecemos...
+ Para Jesús, criticado porque acogía a pecadores y publicanos, - los primeros llamados fueron los judíos, como pueblo escogido y heredero de las promesas; - los últimos: los pecadores, que, convidados por Él, también entraron en el ámbito de la misericordia de Dios. * El Reino de Dios es para todos; no hay excluidos, indignos... Para Dios hay personas a quienes Él ama, a quienes Él ofrece la salvación y a quienes Él invita a trabajar en su viña. La única cosa realmente decisiva es si los invitados aceptan o no trabajar en su viña. ¿Qué quiere decir la PARÁBOLA?
+ Para Mateo, que escribía para judíos convertidos al cristianismo, - los primeros trabajadores llamados eran los cristianos procedentes del judaísmo; - los últimos eran los no- judíos, o sea, todos los hombres. Para Dios, no hay judíos o griegos, esclavos o libres, cristianos de primera hora o de última hora. No hay grados de EDAD, de raza, de clase social, de merecimiento… Todos son hijos amados del mismo Padre.
+ Para nosotros, Cristo continúa invitando: "Id también vosotros a mi viña". - muchos ha oído la llamada de Dios al comienzo de su vida; - otros la escucharon en el vigor de la juventud; - otros ya en la edad madura o bastante avanzada... Dios no piensa como nosotros, Dios no mira el tiempo... sino la actitud pronta y generosa de nuestra respuesta... No remunera por la eficiencia, sino por la necesidad... Mide mucho más por el amor, que por su producto. “Id también vosotros a mi viña”
-Ante la recompensa -gratuita y universal de Dios, ¿cuál es nuestra actitud? - ¿nos alegramos con el amor de Dios que acoge a todos? - o ¿nos dejamos llevar por sentimientos de envidia o celos? - o ¿nos consideramos merecedores de derechos, o "privilegios"? - ¿Cómo explicar esa aparente injusticia de Dios? Humanamente es difícil de entender... solo lo entenderemos en una visión de fe. Quien trabaja para el Reino de Dios, debe hacerlo por amor.
Y cuando alguien trabaja por amor no se interesa por la paga y las recompensas... * ¿Y los que se sienten “dueños" de la Comunidad porque llevan en ella más tiempo que otros, o porque han contribuido más a la Comunidad? En la Comunidad de Jesús, la edad, el tiempo de servicio, la posición jerárquica, no sirven para ganar derechos, privilegios o superioridad... Aunque con funciones diversas, todos son iguales en dignidad y todos deben ser acogidos, amados y considerados de igual forma.
+ Si en la Viña del Señor hay lugar para todos, ¿por qué muchas personas continúan "desempleadas"? - ¿No hay trabajo para ellas? - ¿No han tenido oportunidad, "porque nadie las ha contratado? - ¿O será que se han acomodado no queriendo comprometerse? + Dios no quiere ningún desocupado. Cristo continúa invitando: "Id también vosotros a mi viña" - ¿Cuál será nuestra respuesta a la llamada de Dios? - ¿Cuál es nuestro lugar en la viña del Señor. P. Antonio Geraldo Dalla Costa CS
Meditada por: P. Antonio Geraldo Dalla Costa CS MI DOMINGO Con la Palabra de Dios Hoy: terça-feira, 21 de abril de 2015 las 05:05:31 Se te invita a visitar nuestra página web y a disfrutar de otros mensajes como estos Aquí tienes la dirección Presentación: Nelso Geraldo Ferronatto Traducción: P. José Luis Uranga CMF Música : Venham trabalhar na vinha CD: O Espírito da Missão Pe. Pedro Brito Guimarães Grupo Palestrina Curitiba - Paulus