siendo partícipes del camino de espiritualidad de la Orden Construyamos juntos...
El carisma de la hospitalidad lo recibimos en una comunidad de Hermanos, reunidos por el Señor para que caminemos juntos hacia el Padre y hagamos presente el Reino en el mundo de la Salud y de la Asistencia.
Como Juan de Dios, estamos llamados a establecer lazos de fraternidad. Nuestra comunidad es el lugar de referencia para encontrar el sentido de nuestra identidad de Hermanos de San Juan de Dios.
El don de la hospitalidad nos capacita para vivir y manifestar las actitudes de comprensión, benevolencia y servicio hacia todos nuestros hermanos; especialmente en el seno de nuestra comunidad.
La posibilidad de ser testigos de la presencia viva de Jesús para la sociedad está sobre todo en la capacidad de comunión entre los Hermanos que se manifiesta en el amor fraterno.
La comunión fraterna, antes de ser instrumento para una determinada misión, es espacio teologal en el cual se puede experimentar la presencia mística de Cristo Resucitado.
Entonces, nosotros los Hermanos debemos valorar que la razón más profunda que tenemos de habernos conocido y vivir juntos es nuestra experiencia personal de Dios. Así nuestra comunidad será escuela de espiritualidad.
Por eso, creo que es urgente que superemos la tendencia al individualismo en la vida interior, y fomentemos la comunión en el espíritu, creando espacios para el diálogo y encuentros para compartir la fe, y las dificultades de nuestra vida.
Debemos asumir el compromiso en realizar el camino juntos practicando la ayuda mutua y la corrección fraterna. En la medida en que hagamos esto podremos comunicar las experiencias de Dios al medio que nos rodea.
Una comunidad hospitalaria está llamadas a ser luz y guía para el discernimiento espiritual de los hermanos.
Discernir el buen espíritu es algo que supera la mera agudeza intelectual.
Una comunidad que se coloca humildemente ante Dios con el deseo de descubrir su voluntad, puede ser luz en el discernimiento.
Por eso, el discernimiento exige una capacidad de oración personal y comunitaria. De esta forma, estaremos abiertos para escuchar la voz de Dios y de los Hermanos..
La misión de hospitalidad se hace presente y se encarna en la comunidad local.
Cuando pertenecemos a una institución una institución no actuamos a título individual. no actuamos a título individual. Actuamos en nombre de la Actuamos en nombre de la comunidad que nos envía, comunidad que nos envía, y que nos apoya como Hermanos. como Hermanos.
La hospitalidad nos constituye en apóstoles de la caridad… Lo esencial es ser hospitalidad.
La acción apostólica no es pura exterioridad. Es la sacramentalización del Espíritu y del Señor Resucitado. En la misión no cesa de estar presente Cristo.
es fuente de espiritualidad. es fuente de espiritualidad. El apostolado hospitalario
Es autentica escuela de humanización: nos estimula a crecer como seguidores de Jesús de Nazareth.
Personal y comunitariamente debemos ser guías morales, conciencia crítica y creativos de un estilo de hospitalidad en sintonía con la hospitalidad de San Juan de Dios. Personal y comunitariamente debemos ser guías morales, conciencia crítica y creativos de un estilo de hospitalidad en sintonía con la hospitalidad de San Juan de Dios.
Hermanos de San Juan de Dios queremos estar vigilantes Hermanos de San Juan de Dios queremos estar vigilantes
ante la acción del Espíritu en nuestro tiempo
y en los diferentes lugares
“Continuemos construyendo juntos…
que no se apague la luz de la hospitalidad y que nada nos turbe”
Te invito a q uedarte en silencio delante del Se ñ or … (del Salmo 37, 7)