El río Jordán
¡Un bien tan escaso y necesario! ¡El agua! ¡Un bien tan escaso y necesario!
Santa, pero agrietada por la sed Para esta Tierra… Santa, pero agrietada por la sed
“Mi alma tiene sed de ti”, grita el salmista
Símbolo del Dios encarnado que abre un surtidor en el corazón ¡El agua! Símbolo del Dios encarnado que abre un surtidor en el corazón del ser humano
fuente de alegría y de conflictos entre razas y religiones El agua … fuente de alegría y de conflictos entre pastores, entre pueblos, entre razas y religiones
¡El Jordán!
Nace en los manantiales del Monte Hermón, en un paraje espléndido.
El río Jordán marca un tajo de norte a sur
El agua fresca de los manantiales mitiga el ardor de hondones y torrenteras
Sus aguas fertilizan la cuenca a su paso
En su camino se encuentra con el lago y forma un cuenco de agua azul
Saliendo del lago, continúa su camino hacia el sur.
Se hace lugar de comunicación, cruce de gentes y caminos
El desierto se hace oasis por la abundancia de las aguas limpias
En Jericó estalla en una fuente de vida, de flores, de plantas y palmeras
Metiéndose cada vez más en lo profundo de la tierra, llega al mar Muerto
El río se hace profecía sanadora triunfo sobre la muerte de la vida de toda enfermedad, triunfo sobre la muerte de la vida
En la depresión más profunda de la tierra, esconde Dios el amor
En torno al río se oye la voz de los profetas
y la gente se bautiza convirtiéndose Allí predica Juan y la gente se bautiza convirtiéndose a una nueva vida
Junto al Jordán oyó Jesús el amor del Padre
“Tú eres mi Hijo, el Amado”
parábola de Dios para todos nosotros El agua… parábola de Dios para todos nosotros
recuerdo de nuestro bautismo El agua, recuerdo de nuestro bautismo
Yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo
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