LA BICI ME BRINDÓ… B E L L E Z A Un verdadero regalo para el alma era observar, desde la ruta o camino pol- voriento, aquellas prósperas granjas de los.

Slides:



Advertisements
Presentaciones similares
Un Niño Curioso… Había una vez un pequeño niño que vivía en el campo con sus padres y sus hermanitos. Este niño le gustaba correr por las praderas del.
Advertisements

SOCRATES y su CONCIENCIA
“Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.” Mateo 25 : 23 Cuando encontré.
Si yo fuese a morir ahora...
CATALINA LA GALLINA TENÍA UN DESEO.
No llores más por mí.
Pedro Páramo por Juan Rulfo.
Un día, cuando era estudiante de bachillerato, vi a un compañero de mi clase caminando de regreso a su casa. Se llamaba Kyle. Cargaba con todos sus libros.
Alas Para Volar "Un día, cuando era estudiante de secundaria, vi a un compañero de mi clase caminando de regreso a su casa. Se llamaba Pablo. Iba cargando.
La hija de un hombre le pidió a un Pastor que fuera a su casa a hacer una oración para su padre que estaba muy enfermo. Cuando el Pastor llegó a la habitación,
El otro día, una persona joven me preguntó: ¿Qué se sentía ser viejo? Me sorprendió mucho, ya que no me consideraba vieja. Cuando vio mi reacción, inmediatamente.
LA HISTORIA DE PEPE.
LA HISTORIA DE LOPEZ
Bajo sus alas.
Les deseo lo suficiente...
Les deseo lo suficiente...
Un Gran Hombre Le envío esto a mis “Amigos Hombres"... para que hagan crecer a ese GRAN HOMBRE que llevan dentro Y a mis “Amigas Mujeres" para que sepan.
Homenaje a las Madres.
La paloma y la rosa.
La hija de un hombre le pidió al sacerdote que fuera a su casa a hacer una oración para su padre que estaba muy enfermo. Cuando el sacerdote llegó a la.
En blanco A CIERTA EDAD.
LA HISTORIA DE PEPE.
La hija de un hombre le pidió al rabino que fuera a su casa a rezar una oración para su padre que estaba muy enfermo. Cuando el rabino llegó a la habitación,
TE EXTRAÑO TANTO.
Un Gran Hombre por Alejandro Morera.
Conectados en el Alma de Servir.
DOS BEBÉS EN UN PESEBRE En 1994, dos americanos respondieron una invitación que le hiciera llegar el Departamento de Educación de Rusia, para enseñar.
Eneagrama, Tipología de la personalidad
De camino a su casa el pequeño dani encontró un estrecho camino entre los arbustos de el jardín, al llegar a su casa sus.
Hace algunos días, mientras buscaba ciertas cosas, encontré un pequeño baúl en donde alguna vez guardé mis sueños. Lo abrí y me.
El Mundo Blanco Gadea.
Un Gran Hombre.
SENDAS ÉL HARÁ Nº 102.
1.
Yo He Sido Mendigo Autor: F- Manuel Nácher Música: Adagio.
DIOS SIEMPRE LLEGA EN EL MOMENTO JUSTO
laboutiquedelpowerpoint.
De camino a su casa el pequeño dani encontró un estrecho camino entre los arbustos de el jardín, al llegar a su casa sus llegaron para invitarlo a jugar,
UN REGALO PARA TI Clic para pasar las vistas.
¿Cómo es tu corazón?.
Una hermosa historia.... Regálate unos minutos para leer esto que sin duda cambiará tu manera de pensar.
La revista "National Geographic" publicó hace algún tiempo un artículo sobre algo sucedido después de un incendio en el Parque Nacional Yellowstone.
¿QUÉ PUEDO DAR EL DÍA DE HOY?.
La hija de un hombre le pidió al sacerdote que fuera a su casa a hacer una oración para su padre que estaba muy enfermo. Cuando el sacerdote llegó a la.
¿¿ Estoy harto de la vida ??
Clic para pasar las vistas El otro día una persona joven me preguntó que se sentía ser viejo; me sorprendió mucho, ya que no me considero viejo. Cuando.
Enamorarse de un gran hombre (Escrito por un hombre)
La hija de José pidió al sacerdote que fuera a su casa a rezar una oración para su padre que estaba muy enfermo. Cuando el sacerdote entró a la habitación,
SERVICIO SOCIAL DRA CLOWN
ADIOS MI AMOR, ADIOS P R E S E N T A
2. 2 Juan 5, 45ss. No penséis que os voy a acusar yo delante del Padre. Vuestro acusador es Moisés, en quién habéis puesto vuestra esperanza.
Que tengas un lindo día Para avanzar a la siguientes pantallas presione la tecla ENTER o haga click con el mouse "No es porque las cosas son difíciles.
CORAZON SIN NOMBRE.
NANO, UN PEZ DIFERENTE.
Almuerzo con Dios....
La oscuridad el Miedo mas Hermoso Alejandra era una niña que tenía mucho miedo de la oscuridad. Al apagarse la luz, todas las cosas le parecían los.
La historia de …. Es una historia que, de tanto en tanto, me agrada recordar.
Les deseo lo suficiente...
Los cinco remordimientos que nos deja la vida por Bonnie Ware
La hija de un hombre le pidió al predicador que fuera a su casa a hacer una oración para su padre que estaba muy enfermo. Cuando el predicador llegó a.
Casarse es como ir a un restaurante con amigos, pides lo que deseas y cuando ves lo que el otro tiene, te gustaría haber pedido eso. Tienes dos opciones.
Una mujer completa… Que nadie haya podido ser capaz de darse cuenta de la mina de oro que tú eres, no significa que brilles menos. Que nadie haya sido.
Los dicipulos se presentaron en el pozo Juan 4:
Carta de nuestro amigo Jesús....
Hubo una vez dos mejores amigos...
UN GRAN HOMBRE Es la primera vez que escribo sobre nosotros los hombres..., hombres que siempre nos caracterizamos por ser el sexo fuerte, aunque muchas.
Michelle Angües 2n ESO A. Ubicación Comarca Segrià Ciudad o población Lleida Lugar del viaje Bosque Lugar del viaje Bosque Amo (teóricamente Amable,
Cuestión de actitud Lucas era el tipo de persona que te encantaría odiar: siempre estaba de buen humor y siempre tenía algo positivo que decir. Cuando.
EL PROPÓSITO Esa tarde salí con el propósito de iniciar una nueva relación en mi vida. Después de mucho insistir, la mujer que tanto me propuse conquistar…..
En todas las casas israelitas sí había luz (Éxodo 10:23)
Transcripción de la presentación:

LA BICI ME BRINDÓ…

B E L L E Z A Un verdadero regalo para el alma era observar, desde la ruta o camino pol- voriento, aquellas prósperas granjas de los alrededores, con sus pavos, pa tos, gansos, cabras, ovejas, cerdos, caballos, perros, vacas, gallinas...Sus arboledas y sembradíos, sus morado- res realizando alguna tarea ineludible aún en feriados; y en algunas ocasio- nes, aquél breve diálogo: “¡Estás bien, muchacho. Necesitás algo!”. “¡Todo bien, solamente observo la belleza de su granja!”. “¡Gracias. Y continúa. Por ahora es gratis, jajajaja!”. Sí, eran otros tiempos, otra gente; en ése entonces a nadie se le ocurría ir a robar o hacer desmanes y hasta aterrorizar o matar a la gente de campo..., como ocurre ahora. Ni siquiera se hablaba o conocía cosas como agua contaminada, cólera y similares; a uno le daba sed, se detenía en una cuneta con agua; “aclaraba” la superficie, y hasta podía elegir la forma de beber: en mi caso, si estaba algo fresco, con ambas manos recogía agua del sector “aclarado”, y bebía; pero si hacía calor, me gustaba sumergir la cabeza bebiendo y refrescándome al mismo tiempo. Y nunca me enfermé por hacer esto. Después de todo era agua de lluvia, las impurezas estaban en el fondo al que nunca tocaba, y de la superficie solamente apartaba los vegetales que en ella crecían, ¿por qué habría de enfermarme?

El amanecer en la zona de lagunas era un espectáculo bellísimo. Apenas clareaba, podían verse bandadas de gansos con su típico vuelo en V; un vuelo elegante, cuello y patas estirados, un potente y rítmico agitar de alas, atentos al grupo y a todo lo que sucedía a su alrededor. Ah, tan torpes en tierra, e incluso en agua no se los ve muy bien, pero en el aire son majestuosos e inspiran respeto. También podían apreciarse bandadas de varias clases de patos, con su rápido y nada elegante vuelo, y su asustadizo carácter… Los biguá (o cormoranes) intentando atrapar su desayuno de pejerrey…, o lo que hubiere. Sobre la costa, gallaretas y algunos teros de agua. Y cuando el sol asomaba llegaban ellos, impresionantes y bellísimos en el cielo, elegantes y majestuosos en el agua: Los cisnes de cuello negro. Y, salvo los patos, todos ellos descendían cerca de donde estaba, ¿acaso intuían que nada les haría? Pues no lo sé, lo cierto es que los cisnes no estaban a más de 20 metros de mí; a unos 35 metros los gansos; jajajaja, como a 220 metros los patos… Cisnes de cuello negro GansosBiguá

C O N O C I M I E N T O Observando a la naturaleza, se aprende; si no se comprende lo visto, se pregunta o se busca información. Un día observé un espectáculo nunca visto en el cielo. Un chimango era perseguido por una tijereta, más bien corrido por ésta, mejor dicho, agresivamente expulsado y vapuleado por el pequeño (comparado con él) pájaro. Recorrí más de 200 metros observándolos, me causaba asombro y gracia ver cómo el chimango, desesperado por deshacerse de su pequeño e insistente atacante que le picoteaba la cabeza, hacía desesperadas maniobras acrobáticas en el aire; sin embargo, la tijereta volvía una y otra vez sobre él. No pude más y solté la risa, me detuve a un costado del camino porque no podía parar de reír. Escucho que alguien se acerca por detrás, miro y era un paisano a caballo, que me pregunta: “¿Qué es lo que le causa tanta gracia, mi amigo?”. Le relato sobre el motivo de mi reír, y me dice: “He visto a las tijeretas matar a chimangos de esa manera. Y he visto a chimangos comerles los pichones a las tijeretas. ¿Me comprende, mi amigo?”. “Sí, señor. Ahora ya no me causa ninguna gracia”, a lo que me dice: “Bueno, la naturaleza es así. No hay que apenarse, mi amigo, solamente aceptarla como es”. Y con un saludo, se alejó…, y me dejó reflexionando sobre la filosófica sabiduría del hombre de campo. Chimango Tijereta

En la época estival, el amanecer era la mejor hora para estar en ciertos lugares, como el de laguna descrito más arriba. Pero un poco antes de esa hora, en la penumbra, solía ver a un gran búho en su patrullaje cinegético. De vuelo silencioso debido a la disposición y textura de su plumaje, ojos capacitados para ver muy bien en la oscuridad, finísimo sentido auditivo, hacen de esta rapaz un cazador eficaz, preciso. ¿Eficaz, preciso? Hmmm, debería ver eso. Es que he visto cazar a los chimangos, y fueron muchas las veces que “cazaron” un trozo de manguera negra, gris, roja (¿no distinguen colores?), o pedazos de ramas, o alguna otra cosa por el estilo. Lo que me lleva a pensar que atrapan todo aquello que tiene un tamaño más o menos similar al de una laucha, ratón, cuis o víbora, y por lo visto no importa mucho si está o no moviéndose. Haciendo cálculos, creo que el chimango se equivoca un 40% de las veces; y también, cuando se trata de una verdadera presa, falla al querer atraparla en un 25% de las oportunidades. Lo cual significa que para estar bien alimentado, deberá cazar durante la mayor parte del día. Parece ser, entonces, que la lucha por la sobrevivencia es ardua para todos los animales, incluido el humano, mamífero al fin. Hay excepciones, claro: mascotas. Búho Cuis

D E R I V A D O S Contemplar la belleza y adquirir conocimientos, derivó en respeto hacia la Naturaleza, y ese respeto trajo de la mano a la piedad y a la pena. En mis excursiones “ruteras”, era frecuente ver la impiedad humana y su desprecio por las vidas consideradas inferiores. Me detenía cada vez que encontraba a un animal muerto a la vera de la ruta, lo examinaba, algunas veces se trataba de un accidente, el vehículo había sido demasiado veloz…; pero otras veces hallaba el incomprensible motivo humano, un disparo de arma de fuego…, yo sabía demasiado sobre esto como para confundirme…, y el orificio del proyectil también señalaba el tipo de arma utilizado… ¿Por qué lo hacían? ¿Por qué matar por matar? Eso no era cazar, lo cual comprendería, el animal estaba ahí muerto y no le servía a nadie, porque se trataba de una lechuza, un chimango, una gallareta, un tero de agua, o un ganso allá inerte en el agua. Esas personas, ¿eran conscientes de lo beneficiosas que son las rapaces para el humano? Y aún no sabemos qué beneficio a futuro podrían brindarnos las demás especies… ¿o acaso creían que Dios dio vida a algo inútil? Lechuza Gallareta

Y un día ocurrió, era inevitable. Desde lejos presentí el desastre. Demasiada calma en la laguna, casi desierta…, no era normal. Al acercarme más, divisé figuras blancas dispersas en el agua, no se veían naturales, no ubicaba la especie. Al acortarse la distancia, comprendí; estaban “volcadas” y no posadas o nadando en el agua. ¿Acaso se trataba de gansos? No, no lo eran. ¡Eran cisnes, seis cisnes de cuello negro! ¡Seis bellos amigos flotando inertes sobre el agua! ¡Oh, Dios, cómo duele la muerte sin sentido! ¡Y maldije la estupidez humana! ¡Y lloré a mis amigos muertos en aquella dolorosa tarde de otoño!

PARA LOS DEPORTISTAS DE FIN DE SEMANA= En vez de esa “hazaña”, hubiesen hecho esto: Llevar a niños, a sus hijos si los hubiesen tenido, a contemplar la belleza en libertad que les brindaban los cisnes de cuello negro. Los niños lo hubiesen disfrutado mucho, ahí tan cerca, a 20 metros de la ruta. ¿Y cuál fue la consecuencia del matar por matar? Nos retiraron la confianza y apenas se los divisa; están allá, a unos 250 metros de la ruta.

L I B E R T A D El humano dice ser libre, y hasta hay algunos que lo creen. Pero, ¿lo somos? Porque si lo fuésemos, haríamos solamente aquello que nuestra alma dicte, que muy lejos está de nuestras obligaciones existenciales o sociales…, en mi opinión, claro. En aquella época, sin embargo, la bici me hacía sentir libre; adoraba la brisa, y hasta algo de viento en la cara, aún cuando a veces era frío. Sentía que mi alma se despegaba de la tierra y sus problemas, volaba aliviada, y gozaba del cambiante paisaje que la bici le ofrecía; contemplaba, vibraba con las imágenes que captaba, comprendía, se emocionaba o lamentaba por algo. Se enriquecía. Mi cuerpo solamente obedecía su mandato: boca cerrada, ojos ágiles; piernas pedaleando rítmicamente, sin prisa y sin pausa “velocidad de crucero, velocidad de crucero para larga distancia”, decía el alma, y las piernas se adaptaban al ritmo requerido; y el corazón y los pulmones no eran exigidos más allá de lo saludable. Había entonces armonía entre el alma y el cuerpo, y hasta se me ocurre que el gozar del alma hacía que mi cuerpo resistiese la “velocidad de crucero” por decenas de kilómetros. Libertad, sí. Libre del bullicio ciudadano, de los motores a combustión interna, ruidosa y contaminante.

Y esa sensación plena de libertad, brindaba algo más: Paz. Dicen que una filosofía oriental enseña que la paz interna debe lograrse en pleno bullicio, en el fragor de la ciudad o de un problema. No estoy de acuerdo. Lo que en ello veo es una mala traducción del idioma chino al nuestro, creo que el filósofo chino habla de mantener la calma, mas no de paz espiritual. A mi modo de ver, la paz espiritual es un estado de armonía, de aceptación, de entendimiento entre mi alma y lo natural, incluido lo humano. Y para ello es necesario estar en soledad, lejos del bullicio, donde sí es posible un sincero diálogo entre mente y alma. En mi caso, acostumbraba detenerme a descansar a la sombra de árboles; estiraba las piernas, caminaba un poco, luego buscaba un lugar cómodo y me sentaba. Contemplaba los alrededores, después cerraba los ojos y miraba hacia adentro; sentía, recordaba, reflexionaba, admiraba, comprendía, aceptaba.

S A L U D Lógicamente, el cuerpo se beneficiaba del ejercicio, se fortalecía. La alergia que tantas veces me enviara a la cama, ya no lo hacía. Tampoco me enfermaba, lo cual era sorprendente después de alguna atípica excursión. Recuerdo que cierta vez se me hizo tarde, oscurecería pronto y aún me faltaban varios kilómetros para llegar a la ciudad. Mi bici no tenía luz alguna, como tampoco llevaba nada como para repararla si algo le sucedía…, siempre viajé así, y la “Metalcycles” rodado ancho nunca me falló. En la oscuridad y por un accidentado camino de tierra, hmmm, no me agradaba. Solución: atravesar un brazo de laguna me ahorraría unos kilómetros de camino. Y allá fui, pantalones recogidos hasta las rodillas, que de poco sirvió porque el agua llegó igual hasta ellos, bici de tiro o al hombro, y fuerza, fuerza, fuerza. Lo confieso, fue más arduo de lo previsto, aunque valió la pena.

Sí, la salud física era muy buena. ¿Se debía únicamente al ejercicio proporcionado por la bici? ¿No sería más bien al conjunto de lo que ésta me brindaba? Tal vez la salud se trate de una cuestión de equilibrio entre lo espiritual, mental y físico, y no como en aquella época se decía: “La salud es el perfecto equilibrio entre el frío y el calor” ¡¿?!

C O N T E M P L A C I Ó N ¿ Has visto el naciente y/o el poniente del sol en la llanura? ¿ Has contemplado su avergonzado rostro? Yo s í, muchas veces; cada “ salida ” u “ ocaso ” es ú nica, as í lo establecen las muy diversas condiciones de la atm ó sfera. Para la mayor í a, la “ salida ” y “ puesta ” del sol no es m á s que un hecho matem á ticamente cotidiano de la f í sica. Sin embargo para mí representa mucho m á s: la m á s notable manifestaci ó n del poder de Dios, el perfecto orden, y claro est á, el tomar plena conciencia de la peque ñ ez humana. Quedaba como hipnotizado viendo al astro; la mente se manten í a silenciosa, el alma disfrutaba el maravilloso momento, mientras que el cuerpo estaba de pie, sin moverse, olvidado de s í mismo.

En la zona de lagunas, esos momentos eran especiales; ubicado en el lugar correcto, era posible apreciar un imaginario fundirse de los cuatro elementos. Y en algunos amaneceres, un regalo inesperado: Unas pocas nubes se interponían en el “camino” del sol, y en determinado momento, surgían de entre ellas anchos haces de luz en diversas direcciones, ¡¡espectacular, maravilloso!! ¡¡Oh, Dios, qué belleza!!

R E F L E X I Ó N F I N A L Hay gente que sugiere a otros “¡No vivas en el pasado!”, ¡¡Santo Cielo!! ¿Es que lo creen posible? Porque si se refieren a recordar compungidos una y otra vez un error cometido que ya no tiene solución, o una vivencia que pudo realizarse de manera distinta y tal vez, sólo tal vez, les habría brindado una vida mejor, imaginativamente feliz; bueno, en ése caso sería enfermizo y contranatural vivir así. Ahora bien, muchas veces me pregunté ¿qué pensarían esas personas sobre recordar un pasado como el mío? Supongo que tal vez preguntarían ¿fuiste feliz?, y ahí entraríamos a filosofar sobre si la felicidad existe y en qué consiste. Diría sin temor a equivocarme que hubo momentos de enorme satisfacción, de alegría, y también tristes o dolorosos; un surtidito enriquecedor tanto mental como espiritualmente. Y justamente por eso creo que merece ser revivido; porque me dice no sólo quién fui, sino también quién soy. Recordarlo, es recordar mi origen, mi verdadero ser, más allá de las circunstancias o problemas que pudiera tener en mi hoy…, o justamente por eso, porque el ayer me hace fuerte, indestructible…, y se transforma en una poderosa energía revitalizadora para vivir el hoy y el mañana.

C O N C A R I Ñ O...