El colegio Santa Rosa de Lima le ofrece la oportunidad, a los Padres de los neo- comulgantes, de renovar esa alianza de amor que hicieron hace muchos años atrás y compartir ese momento con sus hijos, frutos del amor que un día se juraron.
Un modelo a seguir son los Corazones de Jesús y María, cuya perfecta unidad y comunión ha sido definida como una alianza, término que es también característico del sacramento del matrimonio, porque conlleva una constante reciprocidad en el amor y en la dedicación total del uno al otro. Es la alianza de Sus Corazones la que nos revela la identidad y misión fundamental del matrimonio y la familia: ser una comunidad de amor y vida.
En ellos se encontrará la realización plena de la vocación matrimonial, porque dentro de Sus Corazones se aprenden las virtudes de la caridad ardiente, de la fidelidad y permanencia, de la abnegación y búsqueda del bien del otro. También en los Corazones de Jesús y María se encontrará un refugio seguro ante los peligros de estos tiempos en que las dos grandes culturas, la del egoísmo y de la muerte, quieren ahogar como fuerte diluvio la vida matrimonial y familiar.
Se renovarán los votos matrimoniales dentro de los Corazones de Jesús y María, para que dentro de sus Corazones permanezcan siempre unidos en el amor, que es más fuerte que la muerte, y en la fidelidad, que es capaz de mantenerse firme en los momentos de prueba.
Se consagrarán los años pasados, para que el Señor reciba, como ofrenda de amor, todo lo que en ellos ha sido manifestación de amor, de entrega, servicio y sacrificio incondicional.
Consagrarán el presente, para que sea una oportunidad de gracia y santificación de sus vidas personales, de su matrimonio y de la vida de toda su familia.
También consagrarán a toda su familia para que sea un santuario doméstico de los Dos Corazones, en donde se viva en oración, comunión, comunicación, generosidad y fidelidad en el sufrimiento. Que los Corazones de Jesús y María los protejan de todo mal espiritual, físico o material. Que los Dos Corazones reinen en su matrimonio y en su familia, para que Ellos sean los que dirijan sus corazones y vivan así, cada día, construyendo la civilización del amor y la vida. Amén!