Miguel-A. Diferencias entre “tú”, y “usted”
El director general de una gran empresa estaba preocupado por el joven director de una de las secciones que, a pesar de ser un excelente trabajador y cumplir a la perfección con su cargo, había empezado a ausentarse a diario durante una hora al mediodía sin justificarse, ni tampoco almorzar con los compañeros, como era la costumbre.
El director general llamó a un detective privado, y le pidió: Siga al Sr. López durante unos días, no vaya a ser que ande inmerso en algún asunto espinoso, que termine con un chantaje a la empresa. De acuerdo. Seguiré sus pasos. Y le mantendré informado.
El detective cumplió con el cometido, volvió, e informó: ¿Y bien...? El Sr. López sale normalmente al mediodía de la empresa, toma su automóvil, va a su casa a almorzar, luego hace el amor con su mujer, se fuma uno de sus puros y, finalmente, vuelve otra vez al trabajo.
¡Ah, bueno!. No hay ningún motivo susceptible de chantaje para la empresa. ¡No hay nada malo en eso!. ¿Me permite tutearlo, señor director?.
Repito: López sale de la empresa normalmente al mediodía, toma t u automóvil, y va a t u casa a almorzar...
... Luego, hace el amor con t u mujer, se fuma uno de t us puros, y, finalmente, vuelve de nuevo al trabajo.