1 32 Centro de Espiritualidad Apostólica San Pablo Traducción y Adaptación de Vers le Dimanche editado por Christ Source de Vie, Toulouse HACIA EL DOMINGO 7º ORDINARIO Para Orar Cada Día el Evangelio del Domingo Próximo Del Lunes 17 al Domingo 23 de febrero  Hacia el Domingo 7º Ordinario  Orar en el Corazón del Mundo: Por los sacerdotes, religiosos y laicos, para que participen en la tarea evangelizadora  Una manera de situarnos en el mundo (3/3)  Orar en la Casa: Las diferentes perspectivas Hacia el Domingo 7º Ordinario Evangelio de Jesucristo según san Mateo Capítulo 5, versículos Ustedes han oído que se dijo: "Ojo por ojo y diente por diente". Pero yo les digo que no hagan frente al que les hace mal: al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra. Al que quiere hacerte un juicio para quitarte la túnica, déjale también el manto; y si te exige que lo acompañes un kilómetro, camina dos con él. Da al que te pide, y no le vuelvas la espalda al que quiere pedirte algo prestado. Ustedes han oído que se dijo: "Amarás a tu prójimo" y odiarás a tu enemigo. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores; así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos. Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos? Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos? Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo”.

M AR 18 M IÉ 19 L UN 17 J UE 20 En vez de recorrer una milla, escojamos recorrer dos con el adversario. Nada menos que rebasar la regla común del derecho. Hacer dos millas es renunciar a querer tener razón enseguida… sobre todo si es en lo que más me importa. No se me pide negar lo que me parece verdadero, bueno y justo, sino tomar tiempo para encontrar el camino con mi adversario para llegar a algo, cambiar de anteojos y ver las cosas de otra manera: te debo 5, entonces te doy 10, y te doy las gracias. Oh Señor, Dios mío, muéstrame el camino. No desviarse Dar su manto Duplicar el camino Cuántas veces en un día me desvío de aquel que busca mi mirada, espera un gesto, espera una palabra. Tantas veces me rehúso a estos encuentros que implican mucho más que un simple “hola, qué tal”. Pero he aquí que tenemos nuestras propias preocupaciones, nuestras inquietudes y problemas… Cristo nos invita a no desviarnos de quienes nos necesitan y reclaman una mirada, una palabra, un apoyo, un reconocimiento. El texto habla de préstamo, ¿quién sabe qué ganaríamos? Oh Señor, Dios mío, mantenme en tu camino. No responder Qué difícil es no responder. Qué difícil es amar. Todo ordinariamente conduce a defenderse de las agresiones que no dejamos de recibir. Podemos sentirnos excluidos, rechazados, dominados o incluso en una relación fusionada. En todas estas situaciones estamos mal. Así, desde la infancia aprendemos a defendernos, a responder. Ojo por ojo, diente por diente: ¿no es eso lo que más o menos hemos aprendido? Y he aquí que Cristo nos da otra enseñanza que escuchar. Oh, Señor Dios mío, enséñame tu camino. Dar su manto, separarse de lo estrictamente necesario sin temor de empobrecerse y de a la vez tener faltas. Dar su manto puede entenderse de múltiples maneras que son todavía de actualidad: compartir el techo cuando las circunstancias lo requieren, compartir las relaciones, dar dinero si se puede. Dar lo que protegerá de la soledad, de la inseguridad, de la incertidumbre, del miedo o incluso dar la palabra y un poco de reconocimiento… Pobre con los pobres. Esta es la enseñanza de Cristo: Oh, Señor Dios mío, guíame por este camino.

V IE 21 Orar en el Corazón del Mundo con el Papa Francisco La vida nos enseña que no tenemos más que amigos sobre la tierra. Amar a los enemigos es un trabajo extenuante. La primera de las sabidurías consiste en reconocerlo simplemente, asumirlo, y decidir lo que vamos a hacer con este sorprendente descubrimiento. Es casi imposible decir lo que hay que hacer, no hacer, decir, no decir. Está en cada quién analizar lo que sucede, lo que está en juego, y encontrar cómo comportarse para “amar a sus enemigos”. Con toda seguridad, el Espíritu está presente. Oh Señor, Dios mío, sostenme en el camino. D OM 23 8 Amar a sus enemigos Sean perfectos Orar S ÁB 22 Hoy es la fiesta del Púlpito de San Pedro Apóstol, reliquia que se conserva en un trono en la basílica de San Pedro de Roma, asociado al ejercicio de la autoridad pontificia. Es el día de considerar la autoridad que reviste al Papa, así como a todos los que ejercen un poder político, económico, social, espiritual… Oremos para que ellos lo ejerzan como “siervos”. El camino está trazado: no responder, dar el manto, duplicar la distancia, no desviarse, amar a los enemigos y orar… Oh Señor, Dios mío, condúcelos por el camino. Si tan solo me junto con quienes se me parecen y quienes me felicitan sin fin, hay poca posibilidad de que encuentre la diferencia que molesta. Poca posibilidad también de que descubra quién soy, diferente y humildemente. Cuando hay tanto gusto en amarse humildemente a sí mismo. Tanto gusto también que se puede encontrar en el silencio que escucha, gusto en la sobriedad que encuentra su parte de dicha en la carencia, gusto en no responder, en dar el manto, en duplicar la distancia, en no desviarse, en amar a los enemigos, en orar… Los caminos son numerosos… y seremos perfectos como Dios es perfecto. Oh Señor, Dios mío, llévame a tu camino. Oremos para que los sacerdotes, los religiosos y los laicos colaboren generosamente en la misión de la evangelización.

ORAR EN LA CASA 12 O RAR EN LA CASA Seguramente todos tenemos algo que encender en nuestra casa: lámparas, velas u otra cosa. Para ayudarnos a desplazar la mirada, cada día, cambiemos de lugar una de ellas: ciertamente la luz que se emita no será la misma. Incluso podemos apagar algunas luces para entrar mejor en nosotros mismos y en relación con Dios. Luego, volvamos a leer el evangelio de este domingo y tomemos un punto que nos conmueva, que nos llame sobre el amor a nuestros enemigos. A partir de ahora, ¿son en igual medida mis enemigos? Oremos al Señor para que nos ilumine con su mirada y nos conceda el pequeño paso que cada día nos invita a dar para “ser verdaderamente hijos de nuestro Padre que está en los cielos”. “Amen a sus enemigos… así serán hijos del Padre que está en el cielo” San Mateo 5, “Por lo cual es menester hacernos indiferentes a todas las cosas creadas, en todo lo que es concedido a la libertad de nuestro libre albedrío, y no le está prohibido; en tal manera, que no queramos de nuestra parte más salud que enfermedad, riqueza que pobreza, honor que deshonor (…) solamente deseando y eligiendo lo que más nos conduce para el fin que somos creados”. (Ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola) Una manera de situarse en el mundo (3/3)

________________________________ ________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ Nos habla como un padre a su hijo, nos comparte lo más valioso: su experiencia personal. “Pero yo les digo”, repite en varias ocasiones. Y una cosa es segura, habla por experiencia, él que ha vivido el amor a sus enemigos hasta el final. Está en nosotros elegir: él, que es el sol, sale tanto para los buenos como para los malvados; y la lluvia también cae tanto para los justos como para los injustos. Está en nosotros elegir cambiar nuestras maneras de actuar, de cambiar de opinión, de purificar nuestros pensamientos… Un camino de vida cuya ruta nos da claramente Jesús: “Sean perfectos como es perfecto el Padre”. Perdonen la expresión pero Jesús no se anda por las ramas en este evangelio. Sin embargo, no nos acusa, no nos juzga, no trata de culpabilizarnos. No. Él nos invita a ampliar nuestra mirada, a cuestionar lo que hemos aprendido, lo que creemos hacer bien, pensar bien… para sencillamente seguirlo y amarlo más. Nos habla como un padre a su hijo, nos comparte lo más valioso: su experiencia personal.