NUEVO GÉNESIS LASALIANO PARA EL SIGLO XXI
Cuando algo nuevo comienza, es difícil describirlo. Se necesita una sensibilidad especial para percibir su presencia.
Pero una mirada atenta siempre permite ver la llegada de lo nuevo manifestada en una serie de coincidencias en una atmósfera especial o en ciertas intuiciones compartidas.
Los primeros rayos de luz no son aún el día pero lo anuncian, y eso siempre llena de esperanza el alma del caminante.
Y vio Dios que al inicio del tercer milenio de la era de su Hijo, Hermanos y varios centenares de Hermanas de La Salle consagraban su Vida al Ministerio de la educación humana y cristiana de niños y jóvenes,
… y que formaban comunidades vivas donde cada uno se sentía respetado, valorado y querido por los demás.
Y dijo Dios: ¡Eso es bueno! Y ese fue el primer día de un nuevo amanecer en la historia del Instituto de La Salle.
Y vio Dios que hijos e hijas suyos se entregaban en cuerpo y alma a esta Misión educativa y evangelizadora como Educadores Seglares, según el carisma que Él había confiado a su Iglesia en la persona de Juan Bautista de La Salle,
… y que algunos expresaban su deseo de asociarse y juntos vivir su profesión humana como una auténtica vocación cristiana.
Y dijo Dios: ¡Eso está muy bien! Y fue el día segundo Y les bendijo a todos, porque Él es Padre de todos y quiere que todos trabajen y construyan juntos su Reino
Y vio Dios que la Buena Noticia del Evangelio llegaba a la mente y al corazón de casi un millón de niños y jóvenes, y que las obras formales y no formales de La Salle… … se convertían en lugares de compromiso social y de diálogo ecuménico e interreligioso.
Y que unos y otros grababan cada día en su corazón el Mandamiento Nuevo: Amarás a Dios con todo tu ser y a tus hermanos y hermanas como a ti mismo.
Y dijo Dios: ¡Ese fue exactamente el deseo de mi Hijo! Y pasó el día tercero Y una brisa fresca del evangelio cubrió la tierra y todos se sintieron un poco más hermanos y más humanos.
Y vio Dios que sus hijos e hijas más pequeños tenían acceso a la educación y a la cultura como garantía para que todos pudieran ganarse la vida dignamente, … superar injusticias y evitar la explotación de los poderosos.
Todos aprendieron en La Salle que ninguna ideología vale una sola gota de sangre humana.
Y Dios se dijo: ¡Muy bien. Eso es muy necesario! Y el cuarto día fue el renacer de un mundo de solidaridad, y respeto a la vida.
Y dijo Dios: ¡Fantástico! Es lo que siempre deseé Y hubo justicia y pan para todos. Y pasó el día quinto.
Y vio Dios que en la familia de La Salle todos se formaban …
… se acompañaban y asociaban unos a otros …
… para mejor responder a su proyecto salvador.
Y les dijo Dios: ¡También eso está pero que muy bien. Enhorabuena!
Y unos contaron a otros cómo juntos habían reconocido a Jesús, el Maestro,
… al partir el pan de la fraternidad, de la cultura y de la fe.
¡Ah, y el pan de cada día también!
Y fue el día sexto
El día séptimo vio Dios la obra realizada
y llegó a la conclusión de que todo aquello merecía la pena celebrarse
… y mandó a sus ángeles a que extendieran invitaciones para una gran fiesta …
… con Juan Bautista de La Salle …
… y tantos educadores …
… y educadoras que en cualquier lugar del mundo …
… dedican su existencia en una escuela …
… un taller …
… o en un centro de acogida …
… sembrando la semilla del Reino …
… para que un mundo distinto fuera posible.
Cuando estaban todos juntos Dios les bendijo y exclamó:
¡Venid benditos, vosotros brillaréis como estrellas por toda la eternidad!