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Yo procuro hacer cuanto mis fuerzas pueden, pero este pueblo necesita que se trabaje sin descanso... De noche tengo a unas cuantas obreras a las que enseño a leer y a escribir... ¡Señor, pídeme precio, lo que quieras por la salvación del pueblo! Mi vida la misma de siempre... Ahora muy preocupada pues esto va de lo malo a lo peor... Aquí hay que estar sorda, ciega y con los brazos extendidos como Moisés... Llevamos unas jornadas de oración y penitencia fuertes... No sé lo que el Señor nos tendrá preparado. Pida que yo sea como deba ser, me dé fortaleza y todo lo que sea necesario en estos casos. Confío mucho en Dios. Regresar

¡Cuando pienso que esas niñas están dispuestas por Dios y que quien sabe si por mí, que nada soy quiere salvarlas, me encuentro entonces revestida de una fortaleza que sólo con la gracia se puede tener! Regresar Por fin llegó mi pueblo... Mis padres disgustadísimos dadas las circunstancias del pueblo... Yo por mí conforme con la voluntad de Dios y no me importa ir hasta el fin del mundo si allí he de darle gloria y ayudar a las personas...

El amor es el fundamento de todo lo bueno y de todo lo santo. Por eso pido y deseo que sea tu nota distintiva. El amor es fuerte como la muerte y cuando ese amor es en Dios, pasa sus límites y se desborda en quien lo posee. Regresar Al corazón no se llega más que con amor, con muchísimo amor... Pero ese amor ha de ser un amor sobrenatural, mirado a través del Corazón de Cristo; si no es así el amor no es verdadero amor, no da frutos. El amor suaviza toda aspereza.

Siempre de Dios, muy de Dios, toda de Dios, éste ha de ser tu programa. Si de veras te decides a ser de Dios, antes tienes que olvidarte de que existes y entonces, yo te aseguro que será fácil la entrega. Abandona todos tus quereres y deseos en manos de Dios, que yo te te aseguro que Él con su amor infinito te dará lo que más te convenga. Cuando todo lo que hacemos está sellado por el amor de Dios, entonces vivimos en constante presencia de Dios y nuestra vida es una contínua oración. Regresar

Al pie de mi Sagrario encuentro fuerzas, aliento, luces, el amor suficiente para llevar a las niñas que me están confiadas. Cuando te sientas desfallecido por la abrumadora carga que pesa sobre tus hombros, ve a Jesús, siente a Jesús que te conforta y entra en su amorosisímo corazón No seas mujer de novenas, sino alma de oración... No te acostumbres a pronunciar muchas oraciones de rutina, una, salida del corazón y compuesta a tu modo, es como un dardo encendido que va a parar al corazón de Dios Regresar

Yo por mi parte puedo decirte que encontré la felicidad que aquí abajo se puede alcanzar perteneciendo a una Obra, la Institución Teresiana, que tan directamente trabaja por la dignidad humana desde el evangelio Regresar Desde que conocí los fines que persigue la Institución Teresiana no pude menos que amarla, y creo que sólo perteneciendo a ella podré encontrar la felicidad.

Regresar PIEDAD es útil para todo y para todos. Necesitamos una piedad sólida, tranquila, amable, severa, dulce, pacífica y oportuna, sin gazmoñería, sin petulancias... Fruto del amor de Dios. CIENCIA No os alarméis de la palabra. Pensemos seriamente en la necesidad que tenemos del estudio para adquirir la ciencia y tened presente que vuestra ciencia abrillantará vuestra virtud y aumentará vuestra piedad ACCIÓN ¿Quién, estando lleno de Jesucrsito, conociéndole, amándole no siente arder la llama del celo, no se siente arrastrado a trabajar por los demás? ALEGRÍA en la vida es como la sal en los manjares, su mejor condimento. Es testimonio de buena conciencia.

. Regresar Desde hace algún tiempo siento los más vivos deseos de consagrar mi vida al Señor siendo mi aspiración más vehemente el trabajar por los demás. Ama a la Santísima Virgen y que Ella sea la que te lleve y enamore. Sé siempre muy generosa... No olvides nunca la necesidad de negarte siempre... No dejes el estudio, aplícate, de tal forma que lo hagas por convicción de que tienes que hacerlo porque así te lo pide Dios. El que verdaderamente se entrega a Jesucristo no mira el sufrimiento sino que, por el contrario, ama su cruz. Sin oración no es posible el adelanto espiritual. Este “adelanto” consiste en la disposición de aceptar las complacencias o arideces que el Señor nos quiera enviar.

Pregúntale a esa Virgencita que tan bien sabe hablar. ¿Por qué te tengo, madre mía? ¿A qué he venido? Oye sus palabras y guárdalas en tu corazón. Que Ella será también la portadora de las gracias, de todos los consuelos, de toda la santidad que te deseo. Madre santísima: yo te consagro a todas estas niñas que me confías. Sé tú su verdadera Madre y Maestra, y ya que cerraste mis labios en este lugar y no puedo mostrarles tu amor, haz que ellas lo sientan y sean buenas, que al fin de mi jornada no me presente sola a tus benditas plantas, sino rodeada de ellas. ¡Bendícelas, Madre mía, y a mí ilumíname. Regresar

Que en mí crezca cada día el amor a la Santísima Virgen y lo infunda a los demás. No me abandones un solo momento, Señor, que soy miserable y por mí nada puedo. Te necesito a cada instante para ser fiel a mi vocación y perseverar hasta el fin en el seno de la Institución, por la cual deseo dar hasta el último momento de mi vida. ¿Qué haré, Señor, para más agradarte? Me entrego del todo, dispón de mí que por entero te pertenezco. Que tu amor me transforme, que en él arda y me purifique. Que la humildad sea mi única compañera. Infúndeme fortaleza y valor para la lucha que me espera. Dame el espíritu de mortificación y al mismo tiempo la santa alegría. Regresar