Lo que la Biblia dice… Tercera Parte EVANGELISMO Lo que la Biblia dice… Tercera Parte
Jesús, el modelo perfecto de Evangelismo. Jesús es el único modelo perfecto que tenemos para evangelizar. Debemos imitar el modelo de Jesús al evangelizar. Juan 15:13-16 Juan 14:12 Juan 20:21-23 1 Corintios 11.1 Filipenses 2:5-11
Jesús, el modelo perfecto de Evangelismo. Implicaciones de Jesús como modelo a seguir incluyen: A través del modelo de Jesús podemos evaluar todos los otros modelos. Debemos tomar con seriedad la encarnación de Jesús. Debemos vernos como una extensión de la encarnación. No podemos ser como Jesús en nuestras propias fuerzas. Un gran poder es necesario para imitar a Jesús.
Pablo como modelo de Evangelismo El Evangelismo de Pablo se caracterizó por: Inclusión Adaptación. Para lograr la presentación del evangelio a todas las personas (Hechos 18:18; 21:22-26). Objetivo. Incluyó a todos y no excluyó a ninguno. (1 Corintios 9:22-23) Medios. Usó todos los medios para predicar el evangelio. (Hechos 17:16-43;
Pablo como modelo de Evangelismo El Evangelismo de Pablo se caracterizó por: Intencionalidad. 1 Corintios 9:20-23; Hechos 26:29 (Quiera Dios que… no solamente tu… sino todos lo que hoy me oyen…) Integridad. La frase de 1 Corintios 9:21 «bajo la ley de Cristo» se puede entender como «no estando fuera de la ley de Dios, sino en la ley de Cristo». Evangelismo sin integridad puede hacer naufragar una iglesia y puede sabotear vidas.
7 Características del evangelismo de un laico. Fue un laico, Edward Kimbal, quien introdujo a D. L. Moody a Cristo. Kimbal, un laico, tuvo un contacto natural con Moody. Este modelo observa a Kimbal tomando la iniciativa en buscar a Moody. Kimbal estaba tentado a no ir.
7 Características del evangelismo de un laico. Kimbal enfáticamente pidió a Moody que hiciera un alto con su vida de pecado y se dedicara/consagrara incondicionalmente a Jesús. Un laico debe instar al nuevo creyente a decir si a bautizarse, a asistir a la iglesia local, y a perseguir una vida de discipulado. Un laico que testifica a los perdidos inicia una reacción en cadena de evangelismo que no termina. (2 Timoteo 2:2)