La invitación de Dios Produce Una Crisis De Fe Estudio 16 La invitación de Dios Produce Una Crisis De Fe Basado en el libro Mi experiencia con Dios de Enrique T. Blackaby y Claudio V. King

Siete realidades de la experiencia con Dios. Dios siempre está obrando a nuestro alrededor. Dios busca una relación de amor continua, real y personal con nosotros. Dios nos invita a unirnos a Él en su obra. Dios habla por su Espíritu a través de: La Biblia, La oración, La iglesia y Las circunstancias, para revelar su persona, sus propósitos y sus caminos. Después que habla: Dios espera respuesta de su pueblo. Dios revela su persona, sus propósitos y sus caminos.

La invitación que Dios nos hace para trabajar con Él, siempre nos llevará a una crisis de convicciones que demandará de nosotros fe y acción. Necesitamos realizar ajustes importantes en nuestra vida para poder unirnos a Dios en lo que Él está haciendo. Llegaremos a conocer a Dios por experiencias en nuestro trato con Él, a medida que le obedecemos cuando Él lleve a cabo su obra a través nuestro.

TEXTO CLAVE: "Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay (que Él existe), y que es galardonador de los que le buscan". Hebreos 11:6

INTRODUCCIÓN: Ya hemos estudiado las primeras 4 realidades que resultan de experimentar a Dios. Ahora veremos, que cuando hemos sido enfrentados por Dios y recibido de Él demandas de la obra que tenemos que hacer, cada uno de sus hijos de manera particular experimenta cierta crisis de fe. Es este el momento en que tenemos que decidir obedecer a Dios. Esta crisis será más o menos intensa en la medida en que hayamos conocido y comprendido el propósito que Dios tiene con nosotros.

El término "crisis" se deriva de una palabra que significa "decisión". El mismo término griego a veces se traduce como juicio. Aquí no nos referimos a una crisis en la vida, como la que provoca un accidente o una muerte. La crisis de fe es un momento de definición, un lugar donde el camino se bifurca y nos exige tomar una decisión. Allí debemos decidir qué es lo que creemos acerca de Dios. La manera en que respondamos en este momento, determinará que continuemos obrando con la ayuda de Dios o que sigamos nuestro propio camino perdiéndonos de conocer lo que es el propósito de Dios para nuestra vida.

I) LOS ENCUENTROS CON DIOS DEMANDAN FE CUANDO DIOS NOS HABLA ESPERA UNA RESPUESTA DE FE A través de las Escrituras vemos, que cuando Dios reveló su persona, sus propósitos y sus caminos, exigió una respuesta de fe. Dios está interesado en que caminemos con Él por fe. En Isaías 7:9; Mateo 17:20; Juan 14:12; 1 Corintios 2:4, 5; 2 Corintios 5:7; Hebreos 11:1 encontramos base para sustentar esto que decimos.

La fe entonces, es la certeza (confianza) de que sucederá lo que Dios ha dicho o prometido. La vista es lo opuesto a la fe. Si nosotros pudiéramos ver claramente la manera en que algo puede llevarse a cabo, lo más probable es que no requiriéramos fe. Nuestra fe no descansa en un concepto o en una idea. La fe debe estar puesta en una persona, en Dios mismo. Si nosotros, o algún otro, piensa que sería hermoso que algo sucediera y luego lleva a los demás a "creer" o a "tener fe", estamos jugando con algo peligroso. Sepamos que la fe es válida únicamente cuando está depositada en Dios.

CUANDO DIOS NOS HABLA ESPERA QUE DEJEMOS QUE ÉL HAGA LA OBRA Hay cosas que solo Dios puede hacer y nosotros tenemos que estar conscientes de esta verdad, porque corremos el peligro de pretender ayudar a Dios. Recordemos que Él es omnipotente y si nosotros no creemos que Él es lo que dice ser, entonces enfrentaremos serios conflictos de fe. CUANDO DIOS NOS HABLA ESPERA QUE DEJEMOS QUE ÉL HAGA LA OBRA

Podemos citar nuevamente a Moisés, con referencia a lo que decimos aquí. Moisés nunca hubiera podido salvar a los hijos de Israel del ejército de Faraón, hacerles cruzar el mar Rojo en seco, darles agua de la roca o proveer pan y carne a su pueblo si no hubiese creído que Dios era capaz de hacer lo que hizo. El gran conflicto de fe enfrentado por Moisés en el desierto, fue precisamente cuando hallándose en Cades oyó nuevamente a los hijos de Israel quejarse de su condición. Dios allí habría de demostrarles su poder, pero Moisés se lo impidió por no obedecer ni ejercer fe para santificar a Jehová frente al pueblo. Comparar Números 20:1-13 con Éxodo 15:22 y 17:1-7.

Cuando Dios nos haga saber lo que quiere hacer a través de nosotros, será algo que solamente él puede hacer. Lo que nosotros creamos acerca de su poder determinará lo que haga. Si tenemos fe en el Dios que nos llamó, debemos obedecer estrictamente lo que él declara; y él llevará a cabo lo que ha prometido hacer (Citemos Lucas 6:46). CUANDO DIOS NOS HABLA ESPERA QUE DEMOSTREMOS NUESTRA OBEDIENCIA POR LA FE

Dios demandó fe a todos sus siervos, tanto a los del Antiguo Testamento como a los del Nuevo Testamento. Asimismo a todos los creyentes de todos los tiempos, Dios demanda fe como demostración de que creemos en que Él es capaz de hacer lo que dice que ha de hacer. Esto quiere decir que las crisis de fe vendrán en la medida en que estemos concentrados en nosotros mismos. Cuando Dios nos hable, no pensemos que es imposible hacer lo que Él nos pide, pensando en nuestra fuerza y en nuestros recursos sino seamos obedientes, barro en manos del alfarero, para que veamos lo que Dios es capaz de hacer con nosotros, Marcos 10:27.

II) LOS ENCUENTROS CON DIOS SON DE SU TAMAÑO Es por esta causa que los encuentros con Dios son "Tamaño Dios". La razón es que Dios sabe que la única manera que las personas tienen para conocerle, es viéndole obrar. Podemos conocer muchas cosas acerca de Dios, pero solamente cuando la naturaleza de Dios se expresa en acciones es que verdaderamente podemos conocerle. DIOS DESEA QUE EL MUNDO LLEGUE A CONOCERLO POR SU OBRA

Sepamos entonces que cuando Dios nos asigne una misión, esta será siempre "Tamaño Dios". Hay quienes dicen que Dios nunca nos pedirá hacer algo que no podamos hacer. Debemos tener cuidado con este pensamiento y debemos aclararlo, pues en la generalidad de los casos que vemos en las Escrituras, Dios nos pedirá siempre que hagamos cosas que no podemos hacer sin su ayuda, pero con su ayuda sí podremos.

Lo que queremos decir es que las misiones que Dios asignó en la Biblia fueron de su tamaño. Siempre estuvieron más allá de lo que una persona puede hacer, porque él quiere manifestar su naturaleza, su poder, su provisión y su misericordia, a los suyos y a un mundo que observa. Esa es la única manera en que el mundo puede llegar a saber cómo es Él.

DIOS OBRÓ EN GRANDE PARA QUE LA GENTE SUPIERA CÓMO ES ÉL Dios desea que la gente sepa cómo es él; esa es la razón por la cual ha elegido obrar a través de nosotros. La gente nos conoce y por esto sabe lo que podemos hacer. Cuando veamos suceder cosas que solamente pueden explicarse por la intervención de Dios, sabremos cómo es Dios.

Recordemos la opinión que llegó a tener Rahab la ramera de Jericó, la que fue tatarabuela del Rey David. Esta mujer cuando recibió a los espías enviados por Josué a Jericó les declaró que los moradores de su pueblo habían desmayado por causa de los hechos que Jehová había ejecutado a través de su pueblo, Josué 2:9-11. Aquí vemos que Rahab supo cómo y quién era Dios a través de los hechos portentosos que él había ejecutado en el desierto por medio de su pueblo. Hechos que todos sabían que Israel no podía hacer sin contar con Dios. Qué gran bendición es saber esto y ver cómo podemos ser instrumentos en las manos de Dios para manifestar su poder y su grandeza.

DIOS QUIERE SEGUIR OBRANDO EN GRANDE EN NUESTRAS VIDAS Dios desea que su pueblo no solo esté caracterizado por creyentes devotos, consagrados, dispuestos a servirles, sino que además desea ver que su pueblo le dé la oportunidad de mostrar al mundo sus obras portentosas. Él desea que nosotros estemos dispuestos a lanzarnos por fe en la ejecución de ministerios en que él desea manifestar su gloria.

Es muy triste ver a muchos que formando parte de la iglesia de hoy, solo se conforman con asistir a la iglesia, oír algún mensaje y decir que son salvos. Esto no es todo lo que Dios desea de nosotros, Dios nos salvó para mostrar su poder a través de nosotros. No sucumbamos en los momentos en que experimentamos alguna crisis de fe porque Dios nos pida hacer algo en grande.

Hermanos queramos ser como el ciego de Juan 9:3, 4 el que aún su impedimento físico sirvió para que las obras de Dios se manifestasen en él. Cuánto gozo debió haber experimentado este joven, al saber que su ceguera no había venido por el pecado de sus padres, como le acusaban, sino para que Dios mostrase su obrar. Dejemos que el mundo le vea obrando y que él se muestre "en grande" a través de nosotros.

III) LOS ENCUENTROS CON DIOS DEMANDAN ACCIÓN Dios espera que cuando Él hable y nos envíe a una misión, nosotros respondamos con acciones y no con palabras. Cuando el mundo vea a Dios obrando a través de nuestras vidas, de nuestras familias o de la iglesia; su reacción será diferente a la que manifiestan al juzgarnos y en su respuesta hacia Dios. DIOS DETERMINA QUE NUESTRAS ACCIONES SERÁN EL INSTRUMENTO PARA DEJAR VER SU PODER

Dios desea que entendamos, que su pueblo tiene que ser el reflejo de su grandeza. El mundo conocerá que Dios es grande cuando vea que sus hijos muestran el obrar de un Padre grande y poderoso. Permitamos con nuestro obrar que el mundo vea los hechos milagrosos de un Dios Todopoderoso. Si el padre de la fe, Abraham, no hubiese hecho lo que hizo inmediatamente oyó lo que Dios le demandó, hoy no hubiese tenido el privilegio de ser el creyente más bendecido de la historia bíblica. El actuar en obediencia del cristiano es lo que va a demostrar a todos lo que Dios es capaz de hacer, Génesis 12:4.

Debemos aclarar que Dios va hacer lo que tiene que hacer, no importando lo que hagamos, Él buscará a los fieles y los usará cuando desee mostrar lo que quiera. Nuestra desobediencia no afectará el que Dios muestre su poder, sino que nos quita el privilegio de ser los instrumentos para que su poder sea manifestado.

Ahora bien, es evidente que todo hijo de Dios quiere ser bendecido, pero como vemos aquí, solamente serán bendecidos aquellos que actúen inmediatamente Dios les habla, ya que hemos visto, que Dios demanda fe y acción cuando nos unimos a él para mostrar al mundo su gloria. LO QUE HAGAMOS DESPUÉS DEL ENCUENTRO CON DIOS DETERMINARÁ LO QUE CREEMOS DE ÉL

Esto lo vemos en la vida de muchos otros siervos de Dios Esto lo vemos en la vida de muchos otros siervos de Dios. En Hechos 26:19, 20 se nos narra la manera en que el apóstol Pablo daba su testimonio de conversión frente al rey Agripa; en este momento él estaba actuando para Dios, mostraba lo que creía de él, en la medida de su obediencia. Dijo: "Por lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde a la visión celestial, sino que anuncié primeramente a los que están en Damasco, y Jerusalén y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento".

Pensando en lo que era Saulo de Tarso, podemos imaginar cuán grande tuvo que ser su crisis de fe cuando Dios le llamó a testificar del evangelio de Cristo, a quién Pablo perseguía con el más ardiente de los fanatismos religiosos. Pero su actuar determinó lo que luego creía de Cristo, Hechos 26:21-23.

NUESTRAS ACCIONES DETERMINARÁN SI NUESTRA FE ES VIVA O MUERTA En Santiago 2:26 se nos dice: "Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta". Lo que deseamos plantear aquí, es el hecho de que si nuestras acciones son las que determinarán lo que creemos de Dios, entonces todo aquel que no acciona para Dios, su fe es muerta.

Esto está muy claro en la palabra de Dios Esto está muy claro en la palabra de Dios. Todo cristiano tiene que saber, que es válido que tengamos crisis de fe cuando no sabemos bien lo que Dios quiere o cuando veamos lo grande de la misión que nos encomienda, pero el no actuar no armoniza, ni es válido para alguien que diga que su fe es viva.

Jesús dijo en Juan 15:16 para qué hemos sido elegidos y puestos por él en este mundo: "No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis mucho fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo de. Esto os mando: Que os améis unos a otros". Evidentemente que para decir que tenemos fe viva tenemos que actuar conforme a Dios y debemos mostrar con acciones lo que creemos de Él.

CONCLUSIÓN: Amados hermanos, hemos visto que: Dios actúa alrededor de nosotros. Nos muestra el deseo de tener una relación de amor con nosotros. Nos hace una invitación a trabajar en su obra. Nos habla claramente mostrándonos sus deseos. Nos permite experimentar estas crisis de fe para que tomemos decisiones conscientes de lo que haremos para él. Ahora espera que estas decisiones sean en pos de glorificarle. AMÉN

CRÉDITOS Al Dios de los cielos y a Nuestro Señor Jesucristo, que por medio de su gracia y misericordia, puso en nuestro corazón diseñar esta presentación, para ser presentada originalmente en la Iglesia de Convertidos a Cristo, en Santo Domingo, República Dominicana. Basado en el libro Mi experiencia con Dios de Enrique T. Blackaby y Claudio V. King. Puedes utilizar esta presentación todas las veces que quieras, siempre que respetes el derecho de autor y conserves esta nota al final de la misma. El pastor José Mallén Malla, quien suscribe, agradece tanto sus oraciones como sus comentarios. Si desea recibir esta presentación puede contactarme en la siguiente dirección E.mail iglesia@convertidosacristo.org 2003-2008 http://www.convertidosacristo.org