Lectio divina del Salmo dominical Domingo XXI del T.O. Is 22,19-23: Colgaré de su hombro la llave del palacio de David. Sal 137,1-2a.2bc-3.6.8bc: Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos. Rm 11,33-36: Él es orígen, guía y meta del universo. Mt 16,13-20: Tú eres Pedro y te daré las llaves del reino de los cielos.

Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos.

Te doy gracias, Señor, de todo corazón; delante de los ángeles tañeré para ti, me postraré hacia tu santuario, daré gracias a tu nombre.

Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos.

Por tu misericordia y tu lealtad, porque tu promesa supera a tu fama; cuando te invoqué, me escuchaste, acreciste el valor en mi alma.

Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos.

El Señor es sublime, se fija en el humilde, y de lejos conoce al soberbio. Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos.

Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos.

Lectio Ahora leemos el salmo entero, despacio…   1Te doy gracias, Señor, de todo corazón; delante de los ángeles tañeré para ti, 2me postraré hacia tu santuario, daré gracias a tu nombre: por tu misericordia y tu lealtad, porque tu promesa supera a tu fama; 3cuando te invoqué, me escuchaste, acreciste el valor de mi alma. 4Que te den gracias, Señor, los reyes de la tierra, al escuchar el oráculo de tu boca; 5canten los caminos del Señor, porque la gloria del Señor es grande. 6El Señor es sublime, se fija en el humilde, y de lejos conoce al soberbio. 7Cuando camino entre peligros, me conservas la vida; extiendes tu brazo contra la ira de mi enemigo, y tu derecha me salva. 8El Señor completará sus favores conmigo: Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos.

Lectio ¿Qué lugar ocupa este salmo en el salterio? Nuestro salmo se encuentra en la segunda parte del salterio, dedicado a las alabanzas a Dios, formada por los libros: 4º: salmos 89-105 y 5º: salmos 106 - 150 Salmo 137: cántico de acción de gracias y alabanza. Dentro del quinto libro, este salmo pertenece a la “tercera colección de David” (s. 137-144) grupo de súplicas que comienzan y acaban con un salmo real (137. 143) Entre ambos, aparece la presencia de los enemigos, propia de los salmos davídicos (s. 138-142). Todo el conjunto termina con un himno dedicado a YHWH, Rey de TODO (s. 144).

Lectio ¿Qué dice el texto? El salmo 137 es un cántico de alabanza y de acción de gracias personal y comunitaria que termina con una profesión de confianza en Dios y con una petición dirigida a Él. Quizá, se trate de la voz de la comunidad posterior al exilio que, a través de un individuo, expresa con una oración pública su gratitud por la liberación. El salmo se puede estructurar de la siguiente manera: vv. 1-3: acción de gracias. vv. 4-6: himno de alabanza universal. vv. 7-8: profesión de confianza sin límites.

Meditatio Lo propio de este paso es meditar qué me dice a mi el texto Meditatio Lo propio de este paso es meditar qué me dice a mi el texto. Esto es algo muy personal por ello aquí para ayudar a esta meditación relacionamos el salmo con las lecturas del domingo. Con el salmista –en estos tiempos calamitosos de malos administradores como Sobna- clamamos: “Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos.” Y el Señor nos responde: “Tú, como Eliacín, como Pedro, tienes que colaborar conmigo. La obra de la justicia, del amor, mi obra, la haremos juntos.”

Meditatio Lo propio de este paso es meditar qué me dice a mi el texto Meditatio Lo propio de este paso es meditar qué me dice a mi el texto. Esto es algo muy personal por ello aquí para ayudar a esta meditación relacionamos el salmo con las lecturas del domingo. “Te doy gracias, Señor de todo corazón.” ¿Sé dar gracias al Señor, descubrir su Presencia, en medio de las mediaciones humanas, a veces débiles, pero que ciertamente han recibido su encargo del Señor, y por su medio Dios realiza sus insondables designios?

Meditatio Lo propio de este paso es meditar qué me dice a mi el texto Meditatio Lo propio de este paso es meditar qué me dice a mi el texto. Esto es algo muy personal por ello aquí para ayudar a esta meditación relacionamos el salmo con las lecturas del domingo. Cantemos la misericordia y la lealtad del Señor. Él siempre nos da valor para la lucha de cada día. ¡Tantas pequeñas cosas revelan que nuestro conocimiento (=amor) a Jesucristo es todavía tan imperfecto… ¿Quién decís que soy Yo?

Oratio ¿Qué me hace decirle a Dios este salmo, la liturgia de este domingo? Gracias, Señor, este rato de oración ante Ti ha devuelto el valor a mi alma. Quizá, todo sea más sencillo de cómo lo veo yo, será que simplemente tengo que dejar que Tú realices tu obra en mi, en tu Iglesia, en la sociedad, en el mundo… Y que yo me deje hacer por Ti sin temor. ¡Tú eres el Señor de la Historia!

Contemplatio Miro y me dejo mirar… En esto los Padres de la Iglesia son maestros… “Creemos que Dios está presente en todo lugar y que «los ojos del Señor están vigilando en todas partes a buenos y malos»; pero esto debemos creerlo especialmente sin la menor vacilación cuando estamos en el oficio divino. Por tanto, tengamos siempre presente lo que dice el profeta: «Servid al Señor con temor»; y también: «Cantadle salmos sabiamente», y: «En presencia de los ángeles te alabaré». Meditemos, pues, con qué actitud debemos estar en la presencia de la divinidad y de sus ángeles, y salmodiemos de tal manera, que nuestra mente concuerde con nuestra voz.” (San Benito, Regla, Capítulo XIX: Del modo de salmodiar)

Actio ¿Qué me hace vivir el Señor a partir de esta Palabra Actio ¿Qué me hace vivir el Señor a partir de esta Palabra? Es el momento de la “obediencia de la Fe”… Y tú, ¿Quién dices que soy YO? Déjate interpelar por el Señor y actúa en consecuencia.