Relato de la Vida Real

Después de una larga espera de dolor no pude recuperar su amor Después de una larga espera de dolor no pude recuperar su amor. El enemigo disfrazado de mujer se lo conquistó, después de 40 años de estar casados se dio el divorcio y hoy desafiando a Dios firmó mi esposo un papel para dar su apellido a su nueva “esposa”, tirando todo por la borda a su esposa verdadera, hijas, yerno y nieto.

Estando en misa un domingo por un momento me distraje y le preguntaba a Dios y a la Virgencita el por qué de mis oraciones, mis subidas al altar de rodillas, mis misas ofrecidas para mi esposo, nunca fueron escuchadas..........

La respuesta......queda en los misterios de Dios....... En un momento el Señor me hizo recordar en paz muchas escenas dolorosas, humillaciones que me busqué, haciendo lo imposible por recuperar el amor que no quería perder.

Las frases crueles sin sentido que nunca entendí, para argumentar su salida del hogar Me detuve en la escena que más me hirió, el día que fui ha buscarlo e ingenuamente le pedí su mano y le coloqué de nuevo el anillo para renovar el símbolo de mi amor y fidelidad que le seguía guardando.

¡QUEME TODO LO QUE LE RECUERDE MIO! No logré quebrantar su corazón. Luego me detuve en la frase que más fuerte me resonó: ¡QUEME TODO LO QUE LE RECUERDE MIO!

Con mi rostro bañado en lágrimas le pedí a Dios que me permitiera quemar todo lo que me hacía recordar al compañero que un día me eligió para que fuera mi esposo. Me pareció muy genial la idea que mi esposo me daba para olvidar y arrancármelo del corazón.

El Señor me complació y quedé en éxtasis. Me fui en espíritu a coger una de las velitas que estaban prendidas y me transporté al pasado, con la velita en mis manos lo fui quemando poco a poco......

Empecé quemando el día que lo conocí, quemé mi primer fin de año y único que pasaba con alguien que me gustaba y me demostraba también sus sentimientos hacia mí. Quemé el inolvidable 4 de enero de 1965 que llegó a mi casa ha preguntarme si le aceptaba como novio.

Quemé la Iglesia donde un día juramos amarnos hasta la muerte Quemé la Iglesia donde un día juramos amarnos hasta la muerte. Quemé todas las fotos de nuestra boda; quemé las fotos donde estábamos con nuestras hijas; quemé todos los muebles de la casa, me ensañé sobre todo con la cama donde dormimos juntos por muchos años, donde todavía lo sentía en las noches que pasaba en vela.

Quemé luego la casa, continué quemando lo que más me dolía Quemé luego la casa, continué quemando lo que más me dolía......los frutos de nuestro amor......nuestras hijas......y quemé lo último que me recordó su existencia, mi nieto Theo, este bello bebé de apenas añito y medio, contemplé sus manitas gorditas con sus deditos ñatos, copia idéntica de las manos del que es su abuelito.

Quemé todo en un instante y al final quemé mi cuerpo para borrar sus huellas que quedaron en mi piel para siempre. Ahora mi espíritu contemplaba las cenizas de lo que fue mi vida. El Señor muy suavemente me dijo: Ahora que todo lo has quemado..... Cómo te sientes?.....

Lograste arrancarlo de tu corazón? Te sientes ya libre?..... O quedaste igual?.... ¡DIOS MIO QUEDE PEOR.... EXCLAMÉ!

Ahora estoy ante escombros, no tengo nada ni nadie conmigo, con dolor quemé todo lo que me recordaba ha mi esposo, pero de nada me sirvió, quedó vivo el amor y eso no se pudo quemar. Por un instante me quedé como en un desierto, pero al momento todo volvió ha la normalidad.

Señor hágase Tu Voluntad Volví de mi estado irreal, y continuando la celebración de la Misa al estar en la parte más importante, en la Consagración, hice mi adoración al Señor como siempre lo hago y con fervor le dije: Señor hágase Tu Voluntad

Hoy te entrego mi vida, mi esposo, mis hijas, mi yerno y mi nieto, que es todo lo que más amo y quémalos Tú en el fuego de tu amor para que vivan siempre a tu lado y me los cuides y protejas para la eternidad.

El amor es paciente, el amor no se deja llevar por la ira, el amor no es rencoroso, sino que olvida las ofensas y perdona, el amor disculpa todo, todo lo cree, todo lo espera y todo lo soporta. Corintios 13, 4-7 DIOS ES AMOR