Se te nota con bronca amigo y amiga docente. Y todos sabemos por qué...

Fuiste al cajero y... Algo no andaba bien.

Sorpresa!!!

Cobraste menos de lo pensado.

Por eso te voy a contar una historia.

Había una vez una ciudad llamada Buenos Aires que estaba gobernada por un nene rico y caprichoso, hijo de un hombre con mucho pero mucho dinero que nunca pagó sus impuestos. Un día este nene al que llamaban Bigotín decidió joder a todos los docentes y niños de la ciudad y puso en marcha su macabro plan.

Ese mismo día Bigotín se juntó con sus amigos, el “Pelado que no ríe” y la señora “Nunca fui a la legislatura a trabajar” para poner su plan en marcha. Luego de comer caviar y aumentar sus sueldos holgadamente decidieron llevar a cabo su plan. -Lo primero que voy a hacer es bajar la calidad de la comida en todas las escuelas. Dijo Bigotín. -Mejor saquemos las becas a quienes más las necesitan. Dijo el “Pelado que no ríe”. -No, lo mejor es dejar que los chicos se mueran de frío en el invierno. Dijo la señora “Nunca fui a trabajar a la legislatura”.

-Un momento. Lo mejor es hacer todo junto y más aún. Dijo Bigotín. -Hagamos que los VAGOS que tienen “3 meses” de vacaciones también la pasen mal, pero muy mal. - Si!!!. gritaron todos juntos. Mientras hacían trizas la ciudad y firmaban negociados con sus otros amigos los “empresarios sin escrúpulos”. Entonces todo comenzó a cambiar. Las escuelas se caían a pedazos, los chicos se congelaban en clase y otros no tenían con que estudiar ya que también había sacado los kits escolares.

Pero un día esos VAGOS que no quieren trabajar dijeron BASTA!!!!!! Basta de destruir la educación pública!!! Basta de salarios miserables!!! Basta de abusar de los que menos tienen!!!! BASTA!!!

Y ese BASTA se escucho en todo el país. Pero Bigotín que solo escucha a sus amigos millonarios decidió que estos VAGOS que peleaban por un país más justo merecían algo más. Y se los dio.

Esa tarde mientras los VAGOS protestaban frente al castillo de Bigotín, este mando a los “Señores de gorra que aman pegar” para conversar con ellos. Pum!!! Pam!!! Boom!!! Se escuchó en la calle mientras Bigotín preparaba otro viaje de descanso.

Entonces como por arte de magia aparecieron los... “15 paladines de la traición” Ellos se reunieron con Bigotín y dijeron haber llegado a un acuerdo con el que todos estaríamos conformes. Pero grande fue la sorpresa para los VAGOS cuando los “15 paladines de la traición”, que nunca aparecen en público por vergüenza, brindaron con Bigotín por el acuerdo firmado.

Los VAGOS decepcionados decidieron juntar fuerzas para continuar su lucha. Comenzado otro año los VAGOS continuaron su lucha contra el malvado Bigotín y sus secuaces. La lucha fue tremenda y sin descanso. Pero esta vez los VAGOS lograron que Bigotín regresara las becas, que sacara esa comida de los comedores escolares a la que los chicos de la ciudad llamaban TRIBOSTA y más aún lograron poner sobre la mesa de discusión la mejora de sus miserables sueldos.

Pero Bigotín no se daría por vencido tan fácilmente, y llamó una vez más a sus mejores amigos los... “15 paladines de la traición” Que otra vez terminarían brindando junto a Bigotín y sus secuaces por haber firmando un acuerdo que “NOS BENEFICIA A TODOS”

Luego del acuerdo Bigotín malvado y caprichoso se juntó con sus amigos y los... “15 paladines de la traición” para firmar todos juntos un acta de conformidad y así quitarles a los VAGOS dinero de sus sueldo por haber molestado y entorpecido el macabro plan de Bigotín y sus secuaces.

Y colorín colorado esta historia continuará...

Querido docente: Bigotín es un gran malvado y seguramente irá por más. Pero el final lo escribimos todos juntos luchando y peleando, no solo por la educación pública, sino por un país más justo para TODOS.

Ahora me hago la misma pregunta que usted porque seguramente lo invade la misma bronca que a mi. ¿Qué hacemos con los... “15 paladines de la traición”? Lo primero es la desafiliación. Lo segundo es hacerles sentir el descontento cuando pasan por las escuelas. Lo tercero es dejar de hacer cursos con ellos. Y por último es unirnos para que nunca más nos puedan representar. Un maestro.