Cambia tu vida y mantén los cambios cuando todo vuelva a su cauce
Muchas personas cambian en el transcurso de una crisis o como resultado de esta. Sin embargo, cuando vuelve la calma esas personas recuperan sus antiguos hábitos. Los cambios más pequeños pueden servir para seguir cambiando. Cuando los cambios son drásticos, es más difícil cumplirlos; es cierto que si nos comprometemos con firmeza, serán positivos, pero casi todo el mundo termina no consiguiendo lo que se propuso. Por ejemplo, en situaciones de estrés donde comes más, procura comer alimentos saludables con la mano derecha y con la izquierda aquellos que podrían ser dañinos para la salud.
Estudia tus hábitos y costumbres, para alterar ligeramente las pautas y ver cuáles son los cambios que se obtienen como resultado. Existen cambios de comportamiento corporal (levántate por el lado de la cama que no sueles hacerlo), espacial (dirígete al trabajo por un camino distinto), de modalidades (llama a tu pareja cuando sientes que te ignora, así estén en el mismo lugar), y en la distribución del día (si sueles empezar el día temprano, procura hacerlo un poquito mas tarde). Mientras te encuentras sumido en una crisis, escríbete una carta a ti mismo hasta que las cosas vuelvan a su cauce.
Ten en cuenta las excepciones que afloraron de las anteriores crisis. Pide a tus amigos que te recuerden quién eres y te ayuden a mantenerte en tu lugar. Cuenta cuáles son los compromisos que vas a adoptar para mantenerte en tu lugar. No te rindas ante la adversidad y estate alerta de las señales que te avisan que habrá una próxima caída.