El Guardagujas De Juan José Arreola Análisis literario
Resumen Este análisis literario procura ofrecer dos posibles lecturas del cuento titulado “El guardagujas” del escritor mexicano Juan José Arreola. La primera lectura existencialista se basa en la metáfora del tren de la vida y las varias estaciones del ser humano en su trayecto por este mundo. Se discute la cosmovisión existencialista del autor a través de sus dos protagonistas anónimos destacando la paradoja, la ironía y el humor como tres procedimientos arreolianos. La segunda lectura ofrece una crítica sociopolítica resaltando los escandalosos fallos del sistema ferroviario de México como símbolo de los defectos de todos los sistemas totalitarios.
Introducción: Después del desastre de las dos guerras mundiales que ha vivido la humanidad durante el siglo XX, ha surgido lo fantástico como una posible salida -para muchos escritores, entre ellos Arreola- de la decepcionante situación en la que se encontraba el ser humano. Los dos términos “humanismo” e “irracionalismo” se han mezclado para dar a luz una nueva cosmovisión que pretende interpretar el caos que ha invadido la sociedad y se ha apoderado de todo. Los escritores encontraron en la literatura fantástica un refugio y una manera de reconstruir el mundo desde una nueva perspectiva, ya que el deterioro había alcanzado todos los aspectos de la vida humana. “Al deterioro de los valores religiosos y éticos se sumó el derrumbamiento del orden económico”, apunta Carmen de Mora en su introducción al Confabulario definitivo y prosigue: Ni siquiera el muro de las certezas euclidianas pudo resistir los embates. Sartre ha reconocido que, en lo literario, después de la gran fiesta metafísica de la posguerra, que terminó con un rotundo fracaso, surgió una nueva generación de artistas y escritores que por orgullo, humildad y seriedad llevó a cabo un retorno a lo humano (18) 1. 1 La versión que utilizamos para este trabajo es la edición de Carmen de Mora. Juan José Arreola: Confabulario definitivo, Edición de Carmen de Mora, Cátedra, Madrid, En adelante ponemos las citas con el número de página entre paréntesis para referirnos a la mencionada edición.
1.Existencialismo. Una cosmovisión existencialista y dos protagonistas anónimos. Arreola invierte la metáfora del tren de la vida para sacar a luz su cosmovisión existencialista acerca de lo ilógico de la vida humana. Configurar lo absurdo que es el universo sería la sagrada tarea que asume el nuevo forastero de Arreola. Según la perspectiva del escritor, el viaje en tren podría entenderse como una metáfora de la existencia del ser humano y su viaje errante por el paradójico universo. Una de las varias lecturas del texto arreoliano realizada por Evelio Echeverría concibe al pasajero:
Como a un alma que está a punto de nacer y que espera su turno para entrar en la vida, con la convicción de que su permanencia en ésta está organizada y arreglada de antemano y que alcanzará finalmente un destino inmortal (la estación de T., marcada en su boleto) 2. al hombre que yerra por las galerías del vasto e infinito universo en busca del centro que puede ser una salida o entrada dependiendo de la perspectiva que se adopta. El autor insiste en difundir este ambiente de retiro y extrañamiento que lo invade todo resaltando la condición solitaria del ser humano tirado en el inmenso universo y perdido en sus infinitos laberintos bifurcantes. La frase inaugural del relato habla de un “forastero” como personaje principal de la narración y que se está preparando a comenzar un viaje: “El forastero llegó sin aliento a la estación desierta”. Queda claro que el término “forastero” es una referencia 2 Evelio Echevarría: “'El guardagujas': Ideario vital y existencial de Juan José Arreola”, en Nueva Narrativa Hispanoamericana, IV, 1974, p. 221.
2. La empresa ferroviaria y la crítica social. Otra posible lectura del texto valoraría la crítica social como núcleo principal. A través del mal funcionamiento de la compañía ferroviaria de México, el escritor lanza su crítica al sistema social entero y al gobierno mexicano en concreto. Carmen de Mora concluye: La compañía ferroviaria proyecta la imagen invertida de lo que debería ser un modelo de sociedad, pues en ella imperan el caos, la impostura y el fraude. La ironía de Arreola está en mostrarnos, a través de ella, una imagen que no dista mucho de la realidad. En efecto, a pesar de que está presentado como relato fantástico, el referente que inspira a Arreola es real: el mal funcionamiento de los trenes mexicanos. Lo que ocurre es que ese fenómeno es sólo la punta del iceberg, pues en el fondo el escritor está atacando a todo un sistema social que alcanza proporciones universales 8. 8 Ibid., p. 67.
Las satíricas fallas de la empresa ferroviaria pueden interpretarse como defectos del sistema político que, valiéndose de la presencia de espías en los trenes, predomina y controla todos los aspectos de la vida de los ciudadanos. Para conseguir sus objetivos y mantener sometida a la población, el gobierno cuenta con “el patriotismo” como arma de doble filo para intimidar a los oponentes y recompensar a los partidarios. Según Newgord: “Exaltar el patriotismo que se ve reforzado a veces por la ignorancia, es un recurso necesario para el funcionamiento eficiente y la perpetuación del gobierno despótico o de lo que Arreola llama empresa” 9. 9 Jerry Newgord: “Dos cuentos de…, Op. Cit., p. 527.
Al principio del relato el guardagujas anuncia que el patriotismo impide que los ciudadanos muestren su disgusto por las tremendas desperfecciones del sistema ferroviario. Se retoma el asunto al final del texto resaltando la existencia de espías dispuestos a acusar a los oponentes por su falta de patriotismo: En virtud del estado actual de las cosas los trenes viajan llenos de espías. Estos espías, voluntarios en su mayor parte, dedican su vida a fomentar el espíritu constructivo de la empresa. A veces uno no sabe lo que dice y habla sólo por hablar. Pero ellos se dan cuenta en seguida de todos los sentidos que puede tener una frase, por sencilla que sea. Del comentario más inocente saben sacar una opinión culpable. Si usted llegara a cometer la menor imprudencia, sería aprehendido sin más; pasaría el resto de su vida en un vagón cárcel o le obligarían a descender en una falsa estación, perdida en la selva.
Conclusiones En la vida, como en las estaciones de tren, existen todos tipos de viajeros; los que se pierden por tentaciones en su viaje o aquellos que no logran sus objetivos y fallecen sin conseguir su rumbo. Algunos logran llegar y conseguir la felicidad. No siempre los trenes pasan por sus estaciones correspondientes. Sin embargo, la gente acepta todas las irregularidades, y con el paso del tiempo el ser humano va adoptándose a tales anomalías que poco a poco van ganando terreno y se vuelven muy frecuentes. Humanismo e irracionalismo son los dos puntos claves que Arreola procura resaltar. Las atrocidades chocan al principio, pero se convierten en una noticia normal y corriente si se repiten. La frecuentación de lo irracional es uno de los aspectos peculiares de este viaje del hombre con el tren de la vida.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Arreola, J. (1986). Confabulario definitivo, Edición de Carmen de Mora, Madrid: Cátedra. Borges, J. (1997). Obras completas II, Buenos Aires: Emecé. Carballo, E. (1986). “Juan José Arreola” en Protagonistas de la literatura mexicana, México: Ediciones del Ermitaño-S EP, p Echevarría, E. (1974). “'El guardagujas': Ideario vital y existencial de Juan José Arreola”, en Nueva Narrativa Hispanoamericana, IV, p Fernández, A. (entrevistador) (1990): "La fascinación coloidal de Juan José Arreola", en El Paseante, nº , Madrid: Ediciones Siruela, pp. 54:66. Mora, C. (1993). “Las confabulaciones de Juan José Arreola”, en Hispanoamérica en sus textos. Ciclo de conferencias, Eva Valcárcel (coord.), Universidade da Coruña, Servizo de publicacións, p. 64. Versión electrónica disponible en página web [Fecha de consulta: 4/5/2002]. Newgord, Jerry (1987): Dos cuentos de Juan José Arreola”, en Cuadernos hispanoamericanos, Madrid, nº. 336, p. 528.