Integrantes WILDER CHAVEZ ARLENIS HERAZO DANIS ROMERO ANA MARIA MOLINA ALEX GARCIA
Del hebreo lehalel alabar, celebrar, glorificar, cantar, alardear el término se usa mayormente para alabar a Dios. Es más, a todo ser viviente y todas las cosas creadas, incluyendo el sol y la luna, se les llaman a alabar a Dios (Sal 148.2–5, 13; 150.1)
la alabanza es el acto de hacer afirmaciones positivas sobre Dios y sus obras. En el, la alabanza está dirigida a Dios y a Jesucristo y, como tal, se enfoca en describir, agradecer y celebrar a Dios y sus obras, de allí que sea parte indisoluble de la liturgia cristiana
Del latín adorare que esta compuesta por dos palabras. el prefijo ad-, que significa 'hacia' la palabra orare, que significa 'orar‘ Del griego proskuneo postrarse delante El cristiano debe hacer de la adoración una forma de vida que permite tener comunión con el Espíritu Santo (Juan 4:24).
adoración es la actitud o la intención interna del corazón del hombre para Dios, implica la obediencia, el servicio, la rendición, el amor, etc. Es decir, implica una forma de vida que permite tener comunión con el Espíritu Santo (Juan 4:24).
La Alabanza es el acto de entera gratitud por todo lo que nuestro Padre obra en nuestras vidas, cuando nosotros con nuestro espíritu alabamos a Dios, le otorgamos la posición que le es correspondiente La Alabanza se fundamenta en la admiración y glorificación, mediante las afirmaciones que declaramos con palabras, orando, cantando e incluso escribiendo. La Adoración es el encuentro profundo con Dios, el completo encuentro con su Espíritu. Por medio de ella podemos encontrar a Dios, su abrazo y descansar en su presencia divina. La Adoración se fundamenta en un estilo de vida que perpetra nuestro ser y empieza en el fondo de nuestro corazón, para retenerlo allí, aún sin decir una palabra. Es un estado espiritual que caracteriza a los buscadores de la presencia de Dios en sus vidas.
La semejanza entre la alabanza y la adoración denota el acto de rendirse y exaltar a Dios, primordialmente con nuestro espíritu, a partir de nuestros pensamientos. Glorificándolo con nuestras vidas sin importar el estado de las mismas, solo para agradarlo y complacerlo a Él, a Dios. La admiración y la gratitud se encuentran presentes en ambos modelos de entrega a Dios, porque tanto el que alaba como el que adora, se postra en alegría por sus obras, y agradece la bondad de su Dios, con completa entrega y obediencia.
El Nuevo Testamento enseña, que el cristiano se encuentra en una verdadera guerra espiritual, y que nuestra lucha no es contra personas físicas, sino contra malignas fuerzas espirituales en los aires La alabanza y adoración Cristocéntrica no es solo una experiencia de comunión en la vida del cristiano, sino que también es un arma poderosa en la guerra espiritual. La alabanza y adoración Cristocéntrica provocan un fuerte impacto en el Reino de las tinieblas.
Cuando nuestras voces y el sonido de nuestros instrumentos se escuchan en el Mundo espiritual, se produce un ataque directo contra las huestes demoniacas, que trae como resultado la derrota y destrucción de los planes del Adversario.
La Conquista de Jericó por Josué y sus valientes guerreros (Jos.6:20) La derrota de los Filisteos por la Adoración y el clamor de Samuel (1Sam.7:7-10) La liberación al alma de Saúl producida por la alabanza de David (1Sam.16:23) La Victoria sobre los enemigos de Israel en el reinado de Josafat (2Cron.20:20-25) Los discípulos le adoraron cuando subió a la barca después de haber calmado la tempestad(Mt 14:33)