EL ADVIENTO DE LA A A LA Z.
Adorar Bendecir a nuestro Dios que se hizo hombre por toda la humanidad. Bendecir a su nombre siempre y en cada momento de la vida.
Contemplar Desprenderse el gran misterio de la noche santa del nacimiento de Jesús. Desprenderse del hombre viejo y vivir según el Espíritu Santo.
Enaltecer Fortalecer lo bueno que hay en cada uno a imagen de Dios. y perseverar en las actitudes del Evangelio.
Generar Humillarse nueva vida a la luz de la familia de Nazaret. desde nuestra pequeñez ante la divinidad de Dios.
Intensificar Jerarquizar los momentos de encuentro a solas con quien sabemos nos ama. Jerarquizar nuestras opciones tratando de buscar lo importante y no lo urgente.
Llenarse Maravillarse de la ternura del Niño Dios y derrocharla a los demás. Maravillarse ante la pequeñez de un Dios poderoso y cercano.
Narrar Ofrecer la historia de salvación en nuestra vida. todo lo que somos para que otros sean más felices.
Postrarse Quitar ante la pobreza y sencillez del Niño de Belén. las barreras que entorpecen y dificultan nuestro caminar.
Rendirse Saborear a la belleza y al Amor de Emmanuel, el Dios con nosotros. Saborear la vida en todos sus colores y dar respuesta a los desafíos que surjan en nuestro camino.
Tender Unir las manos vacías y acoger la gracia que viene de la bondad de Dios. Unir fuerzas para hacer puentes de fraternidad y trabajar por la paz.
Vaciarse X de la autosuficiencia, del egoísmo Y abandonarse en manos del Padre. X es la incógnita que invita a cuestionarnos constantemente sobre nuestras motivaciones.
Yuxtaponer Zambullirse ilusiones y esperanzas por una fe viva y comprometida. Zambullirse sin miedo y vivir de corazón abierto las “sorpresas” de Dios.
¡FELIZ ADVIENTO!
¡ FELIZ ADVIENTO! ¡VEN,SEÑOR JESÚS!
FELIZ ESPERA ¡OJALÁ QUE AL NIÑO DIOS LO ESTEMOS ESPERANDO TODOS LOS DÍAS!