En la tarea de la construcción del reino nadie tiene la exclusiva. Marcos 9,38-43.45.47-48 26 domingo –B- 1 de octubre de 2006

Los discípulos pretenden tener el monopolio de Jesús. 38 Juan le dijo: –Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y se lo hemos prohibido, porque no es de nuestro grupo. Los discípulos pretenden tener el monopolio de Jesús. El Espíritu sopla donde quiere, está lleno de sorpresas y no sigue necesariamente nuestros programas. Puede muy bien pasar, y ha pasado más de una vez, que los católicos creamos poseer el monopolio de la Verdad y del Espíritu. 

Las palabras de Jesús son una exhortación a la tolerancia y al valor del servicio sencillo y callado. No importa lo sensacional, sino el amor escondido en la “pequeña”acción de ofrecer un vaso de agua al sediento. Jesús nos invita a tener una visión amplia, universal, tolerante, de apoyo a quien defiende la justicia, la libertad, la dignidad, la vida, aunque no sea de “nuestro” grupo. 39 Jesús replicó: –No se lo prohibáis, porque nadie que haga un milagro en mi nombre puede luego hablar mal de mí. 40 Pues el que no está contra nosotros está a favor nuestro. 41 Os aseguro que el que os dé a beber un vaso de agua porque sois del Mesías no quedará sin recompensa.

42 Al que sea ocasión de pecado para uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgaran del cuello una piedra de molino y lo echaran al mar. Minimizar a Dios, intentar reducirlo a los estrechos límites de un grupo, son actitudes que sirven de tropiezo –escándalo- para los demás .

43 Y si tu mano es ocasión de pecado para ti, córtatela 43 Y si tu mano es ocasión de pecado para ti, córtatela. Más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al fuego eterno que no se extingue.45 Y si tu pie es ocasión de pecado para ti, córtatelo. Más te vale entrar cojo en la vida, que ser arrojado con los dos pies al fuego eterno. 47 Y si tu ojo es ocasión de pecado para ti, sácatelo. Más te vale entrar tuerto en el reino de Dios que ser arrojado con los dos ojos al fuego eterno, 48 donde el gusano que roe no muere y el fuego no se extingue. Hay que hacer opciones, por dolorosas que sean, cuando está en peligro el Proyecto de Dios sobre el mundo. De nuestra forma de actuar, que abarca toda nuestra persona: la mano que actúa, el pie que dirige, el ojo que ve y desea, dependerá la conversión o el rechazo y el escándalo de los demás.

¿Quién eres tú, dulce luz, que me llenas y alumbras mi corazón? Tú me guías con mano materna y me dejas libre. Tú eres el espacio que rodea mi ser y lo encierra en sí. Tú, más cerca de mí que yo misma, y más íntimo que mi interior, Y sin embargo inabarcable e incomprensible, que haces estallar todo nombre: Espíritu Santo, Amor eterno. (Edith Stein)