Uno de los leprosos supo agradecer a Jesús su curación, y era extranjero
"es de bien nacidos, ser agradeci-dos"
Un creyente se tiene que situar ante Dios, no esgrimiendo derechos, sino con confianza y humilde gratitud, sabiendo admirar los detalles del amor con que Dios nos rodea. Un creyente se tiene que situar ante Dios, no esgrimiendo derechos,
Mirando a la samaritana dialogando con Jesús y abriendo su corazón a las enseñanzas del maestro.
Y mirando el agradecimiento del leproso curado, hemos de aprender a valorar la bondad de otras personas (y la acción divina), aunque esas personas no sean de nuestro grupo de creyentes.
o margina-das por la sociedad por uno u otro motivo, o tal vez alejadas de la Iglesia, Si miramos a nuestro alrededor podríamos darnos cuenta de que algunas personas sencillas, nos ganan en elegancia espiritual, ante Dios y ante los demás.
No sabrán tanto como nosotros de religión, pero tal vez son más humildes, más solidarias, más honradas
¡¡Gracias Dios mío por todo lo que me has dado!!