Teórico 6 Focalización
Niveles de descripción del RELATO VOZ Modo : be TIEMPO
El narrador da cuenta de los hechos: voz (quién narra) El narrador da cuenta también de un modo particular de ver esos hechos: puesta en perspectiva de lo narrado (quién percibe) No hacemos ver, imponemos una interpretación
Si aún en los últimos tiempos Berta cuidaba siempre de sus hijos, al nacer Bertita olvidóse casi del todo de los otros. Su solo recuerdo la horrorizaba, como algo atroz que la hubieran obligado a cometer. A Mazzini, bien que en menor grado, pasábale lo mismo. No por eso la paz había llegado a sus almas. La menor indisposición de su hija echaba ahora afuera, con el terror de perderla, los rencores de su descendencia podrida. Habían acumulado hiel sobrado tiempo para que el vaso no quedara distendido, y al menor contacto el veneno se vertía afuera. El almohadón de plumas, Quiroga
Celia escuchó el chirrido de las gomas, movió la cortina y miró hacia el jardín: su madre acababa de bajar del auto, ella la vio hablar con el jardinero y caminar después hacia la casa, hasta que llegó a la entrada, que estaba justo debajo de la habitación de Celia. Lo dicen para que oiga, MT Andruetto
“…fue un modo de explorar el relato a través de una perspectiva que me gusta mucho, que es narrar en tercera persona focalizada en un personaje, en estilo indirecto libre. Es un modo de mirar que me regocija y que me permite enfocar desde diversos ángulos distintos tipos de mujeres” M.T. Andruetto.
Perspectiva “Mirada” Todorov grado de accesibilidad de la conciencia del personaje por parte del narrador Relación narrador (yo D) – personaje (él H) Narrador Personaje Visión por detrás Visión con Narrador Personaje Visión por fuera
FOCALIZACION […] una restricción de «campo», es decir, de hecho una selección de la información narrativa con relación a lo que la tradición llamaba la omnisciencia […]. (Genette, 1983, pp. 49-50) que implica “la elección (o no) de un ‘punto de vista’ restrictivo” (Genette, 1972, 203) Genette, G. (1972). Figures III. Paris: Seuil. __________(1983). Nouveau discours du récit. Paris: Seuil.
Modo de regulación de la información FE: restricción del narrador sobre su relato, foco se ubica fuera de cualquier personaje, conciencia inaccesible FI: narrador restringe su libertad, secciona solo la información narrativa que dejan entrever las limitaciones cognoscitivas, perceptuales y espaciotemporales. F 0: restricciones mínimas, no depende de las limitaciones autonomía de la perspectiva del narrador . No focaliza, sabe.
FOCALIZACIÓN- GENETTE Focalización cero Focalización interna fija variable Múltiple Focalización externa
Perspectiva/ Focalización “Mirada” - Todorov Relación narrador personaje N > P Visión por detrás N = P Visión por fuera N < P Visión con G. Genette ángulo focal (acceso y restricción) Focalización cero Focalización externa Focalización interna
Se bambolea sobre las piernas, tiesas como dos estacas, girando un poco de lado cada vez que adelanta una de ellas. Como de todas maneras avanza, se puede decir igualmente que camina. Por fin llega junto al aparador, abre una de las puertas de arriba y mirando de lado, hacia la entrada, hurga dentro con mano ávida. Saca una botella, la descorcha con los dientes y bebe un buen trago. Luego se recuesta contra el aparador, tose y se sacude todo entero y bebe otro trago. Alejo no ve bien pero cree reconocer una botella que ha visto a menudo en manos de su padre.
Al principio distingue nada más que los trazos oscuros de los tirantes y unas roscas de luz que se inflaman hasta cambiar de color. (…). Al rato, la mancha se disuelve y la cosas aparecen claras y precisas. La mesa, una pila de platos sobre la mesa, el aparador, algo más oscuro y corpulento, el rifle de madera, la máquina de coser con el gato tendido a un costado, la caja de carbón, el farol de viento que cuelga de un clavo en la pared. La franja de sol ha desaparecido pero en cambio envuelve a todas las cosas una opaca y difusa claridad. El cuerpo de la Tere asoma por el borde, en una perspectiva confusa. Tan sólo la nuca y la espalda, aunque él sabe muy bien que es la Tere. Se apoya en la mesa, apretando el canto con las manos. Luego el cuerpo se inclina otro poco y el rostro arrebolado de la Tere se vuelve hacia arriba, con los ojos entrecerrados. Alejo no entiende al principio. Hay una mano que le acaricia el cuerpo y una cabeza que se encima a aquel rostro y por ultimo una espalda ancha y dura que la oculta. No entiende, de cualquier forma.
Alejo cruza el patio en dirección de la casa Alejo cruza el patio en dirección de la casa. El perro bayo levanta hacia él sus ojos legañosos desde abajo de la sembradora, aunque no lo ve. Tiene los ojos mellados como un par de bolones. El mundo para él es un mundo de manchas que flotan a distintas alturas, se comprimen y se dilatan como nubes de vapor. Alejo es una sombra esfumada que se estira hacia los ruidos de la casa sobre un resplandor amarillo. Otra gente, H Conti
Fueron en el «metro», un ferrocarril que iba por debajo de la tierra, por una especie de cueva inmensa. La gente salía de los trenes como hormigas, subían las escaleras y llegaban a las calles. Y dejaban las calles, bajaban las escaleras y se metían en los trenes: blancos, negros, amarillos, mezclados como verduras en la sopa. Aquello era un hormiguero. Los trenes entraban como flechas en los túneles, iban por canales y de repente se detenían. El geranio, F. O Connor
En una revista femenina leyó un artículo titulado «El sexo es divertido o infernal». Lavó su peine y su cepillo. Quitó una mancha de la falda de su traje beige. Corrió un poco el botón de la blusa de Saks. Se arrancó los dos pelos que acababan de salirle en el lunar. Cuando, por fin, la operadora la llamó, estaba sentada en el alféizar de la ventana y casi había terminado de pintarse las uñas de la mano izquierda.
Mientras sonaba el teléfono, con el pincelito del esmalte se repasó una uña del dedo meñique. -¿No trató de hacer el tonto otra vez con los árboles? ·3· -Vuelvo a repetirte que condujo muy bien, mamá. Vamos, por favor. Le pedí que se mantuviera cerca de la línea blanca del centro, y todo lo demás, y entendió perfectamente, y lo hizo. Hasta se esforzaba por no mirar los árboles... se notaba. Por cierto, ¿papá ha hecho arreglar el coche? Salinger, El día perfecto para el pez banana
El señor Greenleaf corria hacia ella, con la escopeta en alto, y la señora May lo vio venir aunque no miraba en aquella dirección(…) El disparó cuatro veces contra el ojo del toro. Ella no oyò los disparos, pero sintió el temblor del enorme cuerpo mientras se derrumbaba arrastrándola a ella sobre su cabeza, de modo que, al llegar el señor Greenleaf, parecía que la mujer estuviera susurrando una última revelación al oído del animal. F. O´Connor, Greenleaf
Horacio di Chiano no se mueve. Está tendido de boca (…) Sí, ahora la toca a él. La camioneta se acerca, bajo los anteojos de Horacio, desaparece en incandescencias de tiza. Lo están alumbrando, le están apuntando, No los ve, pero sabe que lo están apuntando a la nuca. R.Walsh, Operación masacre