25 de novembro. DÍA INTERNACIONAL CONTRA A VIOLENCIA DE XÉNERO MICRORRELATOS CONTRA A VIOLENCIA DE XÉNERO
Desde que Papá se fue, Mamá ya no se pinta los labios con betadine. TÍTULO: Rojo Bromo. Autor: Agustín Martínez Valderrama. Desde que Papá se fue, Mamá ya no se pinta los labios con betadine.
Autor: David Figueroa, del blog Relatos en Línea TÍTULO: Monstruo. Autor: David Figueroa, del blog Relatos en Línea Estaba tan preocupada por los monstruos que imaginaba bajo su cama, que no se dio cuenta cuándo el príncipe con el que dormía se convirtió en uno.
TÍTULO:Tras los cristales negros TÍTULO:Tras los cristales negros. Autor: Pablo Garcinuño, del blog En Mal Estado No me quité las gafas de sol en toda la mañana, pero cuando fuimos a comer papá me dijo que era de mala educación andar con eso puesto en la mesa. Protesté un poco y le dije que mamá a veces llevaba gafas de sol en casa, incluso en el momento de cenar. Los dos se quedaron en silencio, él y ella, y yo decidí portarme bien.
Non convén enfadar a papá.
Estocolmo. Autor: Torcuato González Toval, del blog Todo nuevo bajo la luna Desde esta cama veo las flores, me evocan el día que le dije que me iba y, entonces, me trajo un precioso ramo de rosas. “Sin ti no soy nada”, me dijo con las lágrimas a punto de asomar. ¡Es tan dulce y detallista! Vendrá dentro de poco y esta enfermera le pone ojitos. Espero que termine pronto de cambiarme las vendas de las costillas y me traiga un espejo.
Unha vitoria na guerra non pode chegar a cicatrizar as pegadas de cada batalla Autora : Gema Souto Reino
Ti sabes que ela non esvarou na bañeira
Porque a vida non é un conto ...
Pódense calar moitas cousas pero non os golpes. Autora: Nuria Souto Castro
Las otras víctimas: Los cambios de humor y actitudes violentas del maltratador afectan también a sus hijos, si los tiene. Los niños son siempre las víctimas más vulnerables en un ambiente de violencia y maltrato ya que o bien son testigos directos de este,o bien víctimas.
TRAMPAS Empezó criticándole su forma de vestir, pero ella no le dio importancia. Pensó que sólo eran celos, como cuando la dejaba en ridículo delante de sus amigos para sentirse el centro de atención. “Hombres”, pensaba ella, “son todos iguales”. Tardó en darse cuenta de su error, porque era difícil descubrir el engaño. Él nunca le levantó la mano, ni le gritó. Su cuerpo intacto escondía una autoestima apaleada que moría día a día sin que nadie se diera cuenta. Autora: Belén Lorenzo
Ana tiene un secreto que no sabe nadie, aunque no es un secreto
Solo tú lo puedes parar. Di ¡NO! Autora: Nuria Souto Castro