LA RANA QUE QUERÍA SER UNA RANA AUTÉNTICA Augusto Monterroso Texto original con apoyos para la lectura.
Había una vez una rana que quería ser una Rana auténtica (1), y (la rana) todos los días se esforzaba en ello (= en ser una rana de verdad, una perfecta rana). (1) Auténtica = verdadera, una rana de verdad.
Al principio (la rana) se compró un espejo en el que se miraba largamente (1) buscando su ansiada (2) autenticidad (3)(= la rana quería verse a sí misma como una perfecta rana, como una rana verdadera) . Mucho tiempo, un rato largo. Ansiada = deseada. Autenticidad = lo que hace algo verdadero, verdad…
¿Soy una rana de verdad?. ¿Soy una perfecta rana? Unas veces (la rana) parecía encontrarla (la autenticidad, o sea unas veces pensaba que sí era una verdadera rana) y otras no (= otras veces pensaba que no era una rana de verdad), según el humor de ese día o de la hora ¿Soy una rana de verdad?. ¿Soy una perfecta rana?
hasta que (la rana) se cansó de esto (= se cansó de mirarse al espejo) y guardó el espejo en un baúl. Baúl
Por fin (la rana) pensó que la única forma de conocer su propio valor estaba en la opinión de la gente, (= pensó que la única forma de saber si era una verdadera rana o no era una verdadera rana estaba en la opinión de otras personas) y (la rana) comenzó (= empezó) a peinarse y a vestirse y a desvestirse (1) (cuando no le quedaba otro recurso)(2) para saber si los demás (= las otras personas) la aprobaban y reconocían (= aceptaban) que era una Rana auténtica (= verdadera). Desvestirse = desnudarse, quitarse la ropa. Cuando no tenía más remedio, cuando no podía hacer otra cosa…
Un día (la rana) observó (= vio) que lo que más admiraban (= lo que más gustaba) de ella era su cuerpo, especialmente sus piernas, de manera (y, por eso) que se dedicó a hacer sentadillas (1) y a saltar para tener unas ancas (2) cada vez mejores, y sentía que todos la aplaudían. Sentadillas son ejercicios para hacer más fuertes las piernas y los muslos: agachándose y levantándose. Las patas de las ranas se llaman ancas.
Y así (la rana) seguía haciendo esfuerzos hasta que, dispuesta a cualquier cosa (= a hacer las todas las cosas necesarias) para lograr que la consideraran (= que pensaran) una Rana auténtica, (la rana) se dejaba arrancar (= quitar) las ancas (= las patas), y los otros se las comían (= comían las patas de la rana) …
¿Ancas de rana? ¿Muslos de pollo? … y ella (la rana) todavía alcanzaba a oír con amargura (= con tristeza) cuando (las personas) decían que qué buena rana, que parecía pollo. ¿Rana? ¿Pollo? ¿Ancas de rana? ¿Muslos de pollo?