Clase 10: La oración.

Efesios 6:12-13 «Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. 13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.»

INTRODUCCIÓN Hay una realidad espiritual invisible que se manifiesta en el mundo visible. Debemos ir a la Palabra de Dios para saber cómo accionar espiritualmente. Premisa principal: No peleamos por la victoria, sino desde la victoria. Armadura: En griego, “panoplía”, significa “toda armadura”, “plena armadura” (pas, todo; oplon, arma). Entre los griegos, la panoplía era el equipo completo utilizado por la infantería pesada. La oración en los “días malos”.

a. Poniéndonos la armadura espiritual. Recordemos la armadura espiritual: 1. El cinturón de la verdad. 4. El escudo de la fe. 2. La coraza de justicia. 5. El yelmo de la salvación. 3. El calzado de la paz. 6. La espada del Espíritu.

¿Qué parte de la armadura espiritual se manifiesta en las siguientes situaciones? 1. El diablo me tienta con pensamientos pecaminosos. 2. Hay situaciones extrañas que suceden a mi alrededor que quieren desenfocarme, distraerme y hacerme sentir que Dios no está conmigo. 3. Una persona desconocida me dijo en el bus que soy pecador, débil, que nunca voy a lograr victorias espirituales. 4. Un vecino que practica el curanderismo me dejó un ramo de flores muy bonito en la puerta de mi casa. 5. En la escuela me dicen que soy ignorante porque no creo en la evolución. 6. Un familiar inconverso hace fiestas hasta emborracharse y me dicen que si lo amo debo participar con él. 7. Lo que me dijeron en mi Banco me llenó de temor, intranquilidad, angustia por mi futuro. 8. Mi jefe me está pidiendo que le diga a un proveedor que él no está. 9. Un viejo conocido de mi juventud me recordó mi vida vieja y empiezo a sentirme culpable. 10. Tres personas del trabajo me dicen que me harán la vida imposible por no unirme a ellos en falsificar mis horas de trabajo. 5 4 6 2 5 1 3 1 2 1

Efesios 6:18 “Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos”

b. La oración en la vida del creyente. ¿Qué experiencias ha tenido con la oración? Quizás están condicionadas por nuestra formación. Condicionadas por lo que hemos visto, leído y oído de otros. El resultado de lo que nos han enseñado acerca de la oración. O el resultado de lo que nosotros hemos interpretado. Algunos tienen a la oración como un hábito para comenzar algo y después se desconectan. Como el himno nacional antes del partido. Otros la tienen como un amuleto. Oran para pasar bien el momento. Otros la adhieren cuando las cosas van mal solamente. Otros la tienen como estilo de vida.

¿Cuáles son algunos pretextos para no orar? 1. “Dios conoce las necesidades antes que se lo pidamos”. Mt. 7:6-9: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 8Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ... ¿cuánto más vuestro Padre... dará buenas cosas a los que le pidan?” 2. “Dios es soberano. Que haga lo que él quiera”. Ez. 22:30: “Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra… y no lo hallé.” 3. “Yo oro en mi mente todo el día, ¿por qué tengo que separar un tiempo especial para orar?”. Mt. 6:6: “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre … te recompensará en público.” 4. “No tengo un llamado especial para orar”. “No es mi ministerio”. 1 Tim. 2:8: “Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda” 5. “No ´siento´ que Dios me está escuchando”. Sal. 34:17:”Claman los justos, y Jehová oye, y los libra de todas sus angustias”.

6. “El tiempo que tengo para orar lo dedico a servir, y es lo mismo”. Jer. 23:22: “Pero si ellos hubieran estado en mi secreto, habrían hecho oír mis palabras a mi pueblo, y lo habrían hecho volver de su mal camino...” 7. “Yo ya oré y le di la carga a Dios, si vuelvo a orar por lo mismo es síntoma de incredulidad”. Lc. 18:1: “…refirió Jesús… sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar.” 8. “¿Para qué orar por esto si ya lo está haciendo toda la iglesia”? Ro. 15:30: “Pero os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me ayudéis orando por mí a Dios” 9. “Hoy justo pasan la película y el partido que esperé todo el año para ver, puedo orar otro día”. Ef. 5:16,17: “Aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. 17Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.” 10. “Dios no va a escucharme como antes después del pecado que cometí”. He. 10:19-22: “Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo... teniendo un gran sacerdote... acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe”

¿Por qué es tan importante la oración en la vida del creyente? Es la vía de comunicación entre el mundo físico y el espiritual. En la oración hablamos con Dios pero también lo escuchamos. En la oración entendemos como Dios quiere mover su mano y nos ajustamos a su voluntad. Jesús mismo tuvo que ajustar su voluntad al Padre en Getsemaní. Cuando oramos el cielo empieza a moverse. Dios y sus ángeles están esperando que tomemos decisiones por fe y actuemos en base a la Palabra. Elías. Stgo. 5:16-18. (Comp.1 Reyes 18:41-45. ¡Dios le dijo que iba a llover!) Pero no podemos obligar a Dios a hacer cualquier cosa. El fundamento de la oración es conocer lo que Dios ya ha declarado. La oración es como el GPS que intercepta la señal para la guía correcta.

¿Qué significa «orar en todo tiempo»? “En todo tiempo”. Es kairos. Hay momentos críticos que demandan respuestas espirituales. Hay “días malos” que requieren un tiempo especial de oración. ¿Qué es la «súplica en el Espíritu»? A veces no sabernos como orar, pero el Espíritu Santo intercede. Ro. 8:26-27. También está la súplica por todos los santos. Hay oración personal y hay oración colectiva. Dos o tres que se ponen de acuerdo.

c. Las batallas en lugares celestiales. ¿Qué aprendemos de la oración de Daniel? (Dn. 9-10) Daniel, después de estudiar la Palabra se puso a orar. 9:2-3. Dios envió un ángel para dar revelación. 9:20-22. Daniel tuvo una respuesta después de 21 días. 10:10-15. Cómo orar en mis batallas espirituales: Orar con fe, creyendo que mi oración mueve el cielo. Orar con discernimiento espiritual. Orar con autoridad, que el diablo sepa de donde viene mi fe. Orar con base escritural, basados en lo que Dios dijo. Orar con persistencia sabiendo que la respuesta se puede tardar. Orar con expectativas de lo que Dios hará.

Conclusiones La oración es clave en nuestras batallas espirituales para conocer más a Dios, conocer lo que Él hará y movernos con autoridad espiritual. Hay “días malos” que requieren de mayor oración y discernimiento espiritual. Debemos tener siempre puesta nuestra armadura espiritual para mantenernos firmes en la victoria que Cristo ya ganó por nosotros.

Repaso – Verdadero o Falso …… 1. Si tenemos la armadura espiritual puesta, no necesitamos orar. F V …… 2. La oración es la vía de comunicación entre el mundo físico y el espiritual. …… 3. Debemos orar solo cuando el diablo nos ataca, si no, no es necesario. F F …… 4. Las oraciones de guerra se hacen postrados en la cama con los brazos bajo la almohada, con las luces apagadas y tapados con una buena manta. …… 5. Debemos orar solo una vez y luego esperar la respuesta. F V …… 6. La historia de Daniel nos enseña a orar hasta recibir una respuesta porque muchas veces hay luchas en lugares celestiales que desconocemos. V …… 7. La súplica en el Espíritu es una oración que es guiada por el Espíritu incluso cuando no sabemos qué pedir como conviene. F …… 8. Las mejores oraciones de guerra son las que podemos aprender de memoria ya que el diablo puede olvidarse de algunas de ellas.

Efesios 6:18 “Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos”