Las grandes rutas comerciales
El comercio a larga distancia se efectuó sobre todo por rutas marítimas. La primera en desarrollarse unía Barcelona y los puertos italianos (Venecia y Génova) con el Mediterráneo oriental en manos musulmanas (Egipto y Siria). A ella se sumó la del Atlántico, entre Lisboa y los puertos castellanos del Cantábrico, y las ciudades del mar del Norte y del Báltico. Estas rutas dieron lugar a dos grandes núcleos económicos: uno en el norte de Italia (Génova, Florencia, Venecia…) y otro en Flandes (Brujas, Gante…).
Rutas principales
Productos intercambiados En el Mediterráneo Oriental los catalanes y los italianos compraban sedas, especias (pimienta, canela, clavo…) y perfumes, y vendían tejidos, armas y herramientas. En el Atlántico y el Báltico, los castellanos vendían sobre todo lana y los franceses vino. A cambio compraban hierro, pieles, trigo y madera.
Nao