CATEQUISTAS: CLAUDIA BUITRAGO JULIANA VARGAS BALLÉN EL SABER HACER BIBLÍCO EN CATEQUESIS: UNA ACCIÓN DEL DISCÍPULO

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CATEQUISTAS: MINISTROS DE LA PALABRA EDUCADORES DE LA FE Los catequistas deben tomar la biblia como referente de su quehacer en Cristo. La palabra de Dios es la manera más factible para mostrar el camino que lleva a la vida eterna...

PRINCIPIOS FUNDAMENTALES : SABER HACER DE LA MISIÓN 1. LA HISTORIA DE SALVACIÓN BASADA EN LA REVELACIÓN DE LA BIBLIA: La biblia manifiesta esta buena noticia a través del recorrido entre el antiguo testamento y el nuevo testamento- esto abarca todo el destino de los hombres en un mundo pasajero. El catequista debe incluir en su discurso y acción la alianza de Dios con nosotros a través de cristo. (Veracidad literal). 2. CRISTO: CENTRO DE LA REVELACIÓN BIBLÍCA: Jesucristo, en su vida y en su predicación es el compendio de todas las enseñanzas contenidas en los libros sagrados: El es la acción de la voluntad de Dios. 3. LEER LA BIBLIA ALIMENTO EN EL HACER CATEQUÉTICO : La palabra de Dios se transmite y se recibe como amalgama de fe, amor y verdad. 4. LA BIBLIA MENSAJE ATEMPORAL: La palabra de Dios habla en todos los tiempos y culturas, el catequista debe guiar al catequizando a la acogida de la palabra como leitmotiv.

Es importante aclarar que el nombre del documental “generación z: niños y jóvenes cibernautas” ya esta impuesto por diferentes estudios realizados, entre las definiciones esta: Los niños z son autónomos, autodidactas y críticos. Se guían por la creatividad y apuestan por la conciencia colectiva. Su relación con la tecnología es innata y su habilidad para la comunicación digitalizada está garantizada. Tienen un peculiar interés en el desarrollo profesional como herramienta para el éxito personal y su mayor apuesta está en convertir su pasatiempo en su oficio, es decir que su vocación sea igual que su pasión. PLAN SALVADOR DE DIOS EN LA CATEQUESIS 1.Los personajes bíblicos: testigos Conocer el contexto histórico de cada personaje que es ejemplo de Dios en la tierra. Su labor, su misterio, su ejemplo de actitud de fe, esperanza, amistad con Dios y con los otros y a la vez, la fidelidad de Dios con ellos. 2. Los relatos bíblicos, revelación del Plan de Dios: Actualización al contexto Elección adecuada de relatos bíblicos para el catequizando Nuevo testamento Parábolas Epístolas Presentación de los relatos bíblicos: Desarrollar cada lectura como sí Dios nos hablará hoy, no en el pasado ni para el futuro. Contacto directo con el texto sagrado.

. 3. LA CATEQUESIS EN LA HISTORIA DE SALVACIÓN: Presentar el misterio de la salvación en el ejemplo de Cristo, desde el antiguo testamento hasta el nuevo testamento. Además, presentar la vida, muerte y resurrección de Jesucristo LA CATEQUESIS DE LA SALVACIÓN EN EDADES: -7 a 9 años: Tomar conciencia del bautismo, la eucaristía y maduración del compromiso bautismal en la confirmación. -9 a 12 años: comprender el significado de algunas acciones que toma cristo en su vida. Dios salva, habla, reúne, perdona y te invita a 4.LA BIBLIA EN LA CATEQUESIS DEL CATECUMENADO DE ADULTOS:  Presentar al adulto la historia de Salvación desde el Antiguo testamento hasta el Nuevo testamento.  El catequista debe situar al adulto en el plan de Dios y así vincularlo con su vida. Esto se logra desde la descripción y análisis de los personajes bíblicos.

CONCLUSIONES No existe una receta pedagógica para llevar la palabra de Dios a los niños, adultos a la sociedad. Cristo en nuestro día a día desde la lectura de su palabra hasta la acción de la misma es el secreto. El papel del catequista exige competencia doctrinal y bíblica, reflexión y testimonio de gran altura espiritual. Una catequesis debe hacerse, según el momento del catequizando. El quehacer del catequista debe ser desde su trabajo evangelizador a ejemplo de Cristo. ¿ESTÁS LISTO PARA HACER DISCIPULO Y REVOLUCIONAR POR MEDIO DEL AMOR DE CRISTO? “ Cumplo con mi deber, obedeciendo los preceptos de Cristo: ocupado en examinar las escrituras…el que no conoce las escrituras no conoce el poder y sabiduría de Dios” (San Jerónimo)