LA EXPIACIÓN Y LA INICIATIVA DIVINA GUÍA DE ESTUDIO DE LA BÍBLIA = 4to. TRIMESTRE DEL 2008 LA EXPIACIÓN Y LA CRUZ DE CRISTO LA EXPIACIÓN Y LA INICIATIVA DIVINA Lección # 4 para el 25 de Octubre del 2008

PARA MEMORIZAR: “Dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en si mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra”. (Efesios 1:9,10) PENSAMIENTO CLAVE: Mostrar que la Deidad previó la caída, y que preparó un plan para resolver el problema del pecado mucho antes de que este surgiera.

INTRODUCCIÓN: Los seres humanos recibieron libertad moral, algo que no se encuentra en ninguna otra criatura creada por Dios aquí en la tierra. Una vez que Dios los dotó con esta libertad, era de ellos, y él no podía quitársela sin alterar radicalmente su misma naturaleza y ser. Ellos podían usar esta libertad para obedecerle con amor y gratitud o pa- ra desobedecerle y re- chazarle. De otra manera, no hubieran sido realmente libres.

Dios (previendo esa horrible posibilidad de la desobe- diencia) actuó como correspondía. De este modo, la mente divina concibió el plan de salvación mucho antes de que los seres humanos fueran creados y antes que el mal y el pecado realmente aparecieran. Era un plan que se centraba en la persona y la obra de Jesucristo.

PARTE I.- EL MISTERIO DEL AMOR DE DIOS “Porque cuando aun éramos débiles, a su tiempo Cristo murió por los impíos. En verdad, apenas hay quien muera por un justo. Con todo, puede ser que alguno osara morir por el bueno. Pero Dios demuestra su amor hacia noso- tros, en que siendo aun pecadores, Cristo murió por noso- tros”. (Romanos 5:6-8)

“Pero todo lo que dice la Ley, lo dice a los que están bajo la Ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo sienta su culpa ante Dios. Porque por las obras de la Ley, ninguno será justificado ante él, ya que por la Ley sólo se conoce el pecado. Pero ahora, aparte de toda la ley, la justicia de Dios se ha manifestado respaldada por la Ley y los Profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia. (Romanos 3:19-22)

1ra. REFLEXIÓN: Dios no estaba obligado a salvar a la raza humana. No era algo que estaba forzado a hacer. Es difícil de imaginar que la deidad dijera: “Si hubiéramos hecho esto o aquello, Adán y Eva no habrían caído en el pecado. Por lo tanto, ahora deberíamos hacer algo para salvarlo de su situación difícil”. En cambio, fueron los seres humanos los que aca- rrearon la condición en la que se encuentran después de la caída. “Dios hizo perfecto al género humano, pero este se ha buscado demasiadas complicaciones”. (Ec.7:29)

Si Dios se hubiese sentido obligado a salvarnos, la salva- ción sería algo que merecemos. Pero, lo contrario es cierto; es algo que no merecemos y, no obstante, Dios estuvo dispuesto a dárnosla de todos modos. Esto hace que su obra de salvación sea aún más notable. Porque él hizo por nosotros, no lo que estaba obligado a hacer, sino lo que por amor escogió hacer.

PARTE II.- EL MISTERIO DE LA GRACIA DE DIOS “En él tenemos redención por su sangre, el perdón de los pecados según la riqueza de su gracia”. (Efesios1:7) “La ley vino para que abundase el conocimiento del pe- cado. Y donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia; para que, así como el pecado reinó para muerte, la gracia reine por medio de la justicia, para vida eterna, mediante nuestro Señor Jesucristo”. (Romanos 5:20,21).

2da. REFLEXIÓN: No sería difícil imaginar, que con la entrada del pecado en el mundo, las criaturas inteligentes del universo se estuvieran preguntando de qué modo se relacionaría Dios con esta raza rebelde. Habían de presenciar algo que probablemente nunca habían visto antes, un as- pecto del amor y del poder de Dios que ahora se expre- saría en el contexto de la caída de la humanidad.

Dios derrotaría el pecado en este planeta mediante el po- der de la gracia. Dentro de ese contexto, Dios mostró que era, por naturaleza, bondadoso y misericordioso hacia estas criaturas pecaminosas y rebeldes. Jesús testificó, con respecto al Padre: “El es benigno para con los ingra- tos y malos”. (Lucas 6:35)

PREGUNTAS Y RESPUESTAS: 1.- ¿Qué impulsó a Dios a traernos la salvación? R.- SU GRAN AMOR 2.- ¿Cómo es que llegamos a ser salvos? R.- POR MEDIO DE LA FE EN JESUCRISTO 3.- ¿En quién tenemos redención por su sangre? R.- EN JESUCRISTO, QUIEN MURIÓ POR NOSOTROS. 4.- ¿Qué sobreabundó por causa del pecado? R.- LA GRACIA DE DIOS BIENESTAR FAMILIAR INTERNACIONAL

PARTE III.- UN PLAN ETERNO “Dios nos eligió en él desde antes de la creación del mundo, para que fuésemos santos y sin culpa en él, en amor”. (Efesios 1:4) “….a quienes Dios quiso dar a conocer entre los gentiles, las riquezas de la gloria de este misterio, que es Cristo, la esperanza de gloria. A él anunciamos, amonestando y en- señando a todos, en toda sabiduría, para presentar a todo hombre perfecto en Cristo”. (Colosenses 1: 27,28)

“Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mi, preso suyo. Antes participa de los sufri- mientos del evangelio por el poder de Dios, quien nos sal- vó y nos llamó con santo llamado, no conforme a nuestras obras, según su propósito, que nos dio en Cristo Jesús antes de que empezara el tiempo”. (2 Timoteo 1:8,9)

3ra. REFLEXIÓN: El Nuevo Testamento revela varias cosas acerca del ministerio de Dios. 1ro. Fue formulado antes de la fundación del mundo. (Ef.1:4) 2do. Fue mantenido oculto por siglos y generaciones. (Col. 1:26) 3ro. El misterio se identifica con Cristo. (Col. 1:27) 4to. Este misterio es el propósito de Dios en Cristo. (Ef. 1:10) 5to. Fue secretamente formulado por la deidad antes de la creación del mundo y conocido por la venida de Cristo a la historia humana.

PARTE IV.- EL CAMINO DE LA CRUZ “Porque el Hijo del Hombre tampoco vino para ser servido, sino para servir, y dar su vida en rescate por muchos”. (Marcos10:45) “Con Cristo estoy crucificado, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mi. Y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y se en- tregó a si mismo por mi”. (Gálatas 2:20)

4ta. REFLEXIÓN: Dios podría haber tratado la rebelión de varias maneras. Podría haber destruido a Adán y Eva y al planeta entero inmediatamente, o bien dejar el planeta entero a su suerte. Pero no podía haber ignorado su rebelión y permitir que la relación continuara como al principio. Dios no los des- truyó, no los abandonó y tampoco los ignoró. Sino que puso en marcha su plan de salvación mediante la vida de su propio Hijo.

Cristo no tenía varias opciones para salvarnos. Sólo tenía una. El problema del pecado sólo se podría resolver me- diante la encarnación, el ministerio, la muerte, la resurec- cion, y la mediación de Cristo. Para salvarnos de la ruina eterna, Jesús tenía que darse a sí mismo por nosotros.

PARTE V.- EL PLAN DE DIOS REVELADO EN JESUS “Les dijo: Es necesario que el Hijo del Hombre padezca muchas cosas y sea desechado por los ancianos, los principales sacerdotes y los escribas, y sea muerto, y resucite al tercer día”. (Lucas 9:22)

El ministerio de Jesús estaba claramente determinado por una disposición a cumplir el plan de Dios para la salvación de la raza humana. Cada aspecto de su vida era parte de ese plan. Tenía que ir a Jerusalén a morir.

Cuando Jesús estuvo en el Getsemaní, experimentando la angustia de la muerte (Marcos 26:36-40) y cargando so- bre sí los pecados del mundo, se acercó al Padre, pidién- dole, en esencia, si había otra opción disponible para lo- grar la salvación de la humanidad. La respuesta vino en-vuelta en el silencio divino. No había otra salida para el problema humano excepto el sacrificio de Cristo.

PREGUNTAS Y RESPUESTAS: 5.- ¿Cuándo se forjó el plan de salvación? R.- DESDE ANTES DE LA CREACIÓN DEL MUNDO 6.- ¿Dónde estaba oculto el Plan de Salvación? R.- EN LA DEIDAD, POR MUCHO TIEMPO 7.- ¿Para qué vino al mundo el Hijo del Hombre? R.- PARA DAR SU VIDA EN RESCATE POR MUCHOS 8.- ¿Qué pidió Jesús al Padre en Getsemaní? R.- PIDIÓ, SI FUERA POSIBLE, OTRA OPCIÓN EN VEZ DE LA MUERTE. BIENESTAR FAMILIAR INTERNACIONAL

RESUMEN: Dios no solo tomó la iniciativa de salvarnos, sino también lo hizo voluntariamente por su naturaleza amante. Esa de- cisión que reveló la naturaleza de su carácter lleno de gracia, fue hecha en la eternidad, antes de que fuéramos creados, y requirió la muerte sacrificial del Hijo de Dios. El plan fue plenamente revelado y puesto en práctica en la vida, el ministerio, la muerte y la resurrección de Jesús.

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