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Parroquia, San León Magno Cuaresma El desierto Texto: Parroquia, San León Magno
son bastante semejantes en la Biblia El desierto y la estepa son bastante semejantes en la Biblia
“Jesús fue conducido por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo” (Mt 4, 1)
Jesús ve que se le propone el ideal de un mesianismo temporal y político, mezcla de opulencia, de gloria y de poder humano.
Y Jesús lo rechaza Lo rechaza, para adoptar el camino del abandono en Dios, en la humildad y la obediencia a su voluntad.
Jesús sale del desierto reforzado en su libertad para llevar adelante la misión de engendrar el hombre nuevo, creado en justicia, santidad y libertad.
Dios sacó a Israel de Egipto y lo condujo a través del desierto a la libertad.
“Dios iba al frente de ellos, de día en columna de nube para guiarlos por el camino.
“Dios iba al frente de ellos, de día en columna de nube para guiarlos por el camino. Y de noche en columna de fuego para alumbrarlo, de modo que pudieran marchar de día y de noche.
No se apartó del pueblo Ni la columna de nube por el día, ni la columna de fuego por la noche” (Ex 13, 21-22)
Dios camina con su pueblo hacia la tierra de la libertad.
“Recuerda todo el camino que el Señor, tu Dios, te ha hecho recorrer estos cuarenta años por el desierto… Para probarte y conocer lo que hay en tu corazón…”
Reconoce, pues, en tu corazón, que el Señor, tu Dios, te ha corregido, como un padre corrige a su hijo. (Deuteronomio 8, 2.5)
Presencia silenciosa de Dios en el desierto de nuestro mundo.
“En el desierto se vuelve a descubrir el valor de lo que es esencial para vivir
Así, en el mundo contemporáneo, son muchos los signos de la sed de Dios, del sentido último de la vida, a menudo manifestados de forma implícita o negativa.
En el desierto se necesitan sobre todo personas de fe que, con su propia vida, indiquen el camino hacia la Tierra prometida y de esa forma mantengan viva la esperanza » (Benedicto XVI)
Un camino para volverse a Dios. El desierto Un camino para volverse a Dios.
“Yo la voy a seducir: la llevaré al desierto y hablaré a su corazón” (Oseas 2, 16)
Música: Levon Minasssian Armand Amar Hovcernd ‘engan. http://www.granosdemaiz.com