“Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios “Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento” (1 Corintios 3:6,7)
Dios no hará ni nos remplazará lo que nos corresponde hacer a nosotros los humanos; tampoco haremos lo que Dios puede hacer. Cuando no comprendemos esto, tomamos prerrogativas equivocadas. Esto fue lo que le sucedió a Abrahán y Sara, asumiendo el rol de Dios usaron a Agar para cumplir la promesa de ser padres de muchedumbre, tal como Dios lo había prometido (Gn 15: 1-5). El otro extremo es
Para Jesús nunca es tarde