Espiritualidad Scalabriniana ¿Qué nos mueve en nuestro Carisma?

¿Qué es Espiritualidad? La Iglesia nos ha hablado de espiritualidad como lo que se refiere al espíritu. Es lo que se contrapone a lo material. Espiritualidad es el deseo que llevamos dentro por alcanzar el bien más grande. Esta “hambre” de alcanzar el bien mueve nuestra vida hacia ello.

¿Qué es Espiritualidad Cristiana? Cuando este deseo de búsqueda y de alcanzar el bien profundo se completa en Cristo. El Bien Supremo es Cristo y nuestra vida se configura en Él. Un estilo o modo de vivir la vida cristiana y el seguimiento de Cristo en el Espíritu Santo, vivida en una comunidad.

Espiritualidad de Mons. Scalabrini Mons. Scalabrini logró hacer en su vida un camino de seguimiento a Jesús. Buscó con su vida y sus opciones la configuración con Cristo. Su cercanía y devoción a la Eucaristía lo llevaron a una forma de espiritualidad profunda.

Espiritualidad de la Encarnación “La humanidad es divinizada en Jesús” Cristo se encarnó para resaltar nuestra imagen y semejanza con Dios. Reconocerlo en todo y reconocer a Dios Padre en todo.

La Migración, la punta de un Iceberg Mons. Scalabrini reconoció en ella la voluntad de Dios. Para Scalabrini, los migrantes son hijos e hijas de Dios que buscan vivir con tal dignidad. Nuestro trabajo es llevar a cabo la obra salvífica de Dios en este fenómeno.

Scalabrini entendió que es Jesús mismo quien se encarna en el migrante y nos invita a ser solidarios con quienes van de camino. “Llevar a cada migrante el consuelo de la fe y la sonrisa de su tierra.”

¿Cómo es este mundo de la Migración al que hemos sido llamados? El mundo de la migración es un mundo siempre en movimiento. Un mundo que nos presenta retos diferentes. Con muchas caras y aspectos diferentes. Que exige una presencia activa y comprometida.

Los Desafíos de nuestro Mundo Actual Vivimos en un mundo que se ha acostumbrado a la indiferencia. Estamos “acostumbrados” a que los problemas sociales no tienen que ver nada con nosotros. Es lo que se conoce como la cultura de la autorreferencialidad.

Vivimos en un mundo hostil, marcado por las guerras, la violencia, la desigualdad social, la discriminación, la injusticia. Un mundo que siempre encontrará “chivos expiatorios” para justificar sus acciones.

Donde la pobreza, la marginación hacia los que nada tienen crece cada día

Ante este mundo que hemos presentado, nuestra espiritualidad encierra diferentes aspectos que nos ayudan para cumplir la tarea que la Iglesia nos ha encomendado y responder a Cristo en la Construcción del Reino.

El Aspecto de la Movilidad Tenemos que estar conscientes de que el mundo de la migración está en constante movimiento. El misionero y el migrante son dos personas que se cansan cuando no caminan. Para nuestro Fundador, “El mundo camina y nosotros no podemos quedarnos atrás. Movidos por el amor de Cristo a los más necesitados.

El Aspecto de la Tienda En la Biblia, hemos aprendido que Dios ha caminado siempre junto a su pueblo. Nosotros somos llamados a establecer nuestra “tienda” en medio del pueblo migrante. La tienda se vuelve lugar de encuentro con Dios.

El Aspecto de la Diversidad El mundo de la migración es un mundo diversificado. No solamente en las razas, sino en nuestra manera de creer y de concebir el mundo. Llamados a crear puentes de unidad sin distinciones de razas, lenguas o credos religiosos.

El Aspecto de la Hospitalidad Ofrecer un lugar seguro donde puedan quedarse los Migrantes conlleva un sentido de hospitalidad, de servicio y de acogida para quienes lo han dejado todo.

El Aspecto de Pentecostés Hoy existen en el mundo muchas “Torres de Babel” en las que los seres humanos no podemos ponernos de acuerdo. Necesitamos presentar al mundo un nuevo Pentecostés en el que no existan las divisiones.

El Aspecto de la Inclusión Vivimos en un mundo dividido por discordias, racismo y discriminación. Estamos llamados a crear puentes de unidad entre diferentes grupos de personas.

Comunión en la Diversidad Trabajamos para unificar los diferentes aspectos, étnicos, culturales y sociales, a fin de entender que todos somos hijos e hijas de Dios, creados a su imagen.

El Mundo de la Migración es el lugar de encuentro con Dios y con los demás.

Podemos resumir la Espiritualidad Scalabriniana con la Parábola del Buen Samaritano. Así es como “Caminamos humildemente con nuestro Dios.”

Hoy en día, hay muchas personas que siguen con la necesidad de ponerse de camino de “Jerusalén a Jericó…”

Que han dejado todo para buscar una mejor vida… Que han dejado a los que aman, por amor para darles lo mejor…

Que sabe “el precio” de ponerse en camino, a costa de lo que sea.

Que también son asaltados en el camino, y dejados medio muertos a la orilla de este.

Que a su lado pasan muchos que los miran con curiosidad, indiferencia y hasta contribuyen a truncar sus sueños.

Nuestra misión consiste en acercarnos a estas personas, curar sus heridas, ayudarlos a tener un lugar seguro y después ponernos nuevamente en camino. Esta es nuestra espiritualidad, nuestra manera de configurarnos con Cristo.

Buscamos contribuir con lo que nuestro Fundador soñó con cambiar

El Mundo de la Migración seguirá desafiándonos cada día…

Seguirá pidiéndonos llevar a donde quiera que los Migrantes estén, el consuelo de su fe, el calor de sus tradiciones, y la sonrisa de su tierra, para que siempre se sientan en casa

El Mundo de la Migración es un Mundo al que Cristo no estuvo ajeno…

Esta es nuestra Espiritualidad, la Espiritualidad de la Encarnación que busca crear un Mundo sin Fronteras, y que busca llevarnos de la Hostilidad a la Hospitalidad.