A un TAMARINDO del Paseo de San Pedro en Llanes
Declinaba el otoño, cuando
un fuerte temporal,
lluvias,
vientos huracanados,
y gruesa mar …
… derribaron muros de piedra …
y muy cerca de allí
a ti te tumbaron por tierra .
No eras viejo, algo enfermo, tal vez,
Pasado un tiempo, se podaron los demás tamarindos, se repusieron las piedras del muro también
y a ti te dejaron tirado en el suelo, abandonado a tu suerte, nadie se ocupó más de ti, se deshojaron tus cañas, y así pasaste el invierno
mas la primavera al llegar, manifestó en ti el despertar de la naturaleza a la vida ¡ No estabas muerto !
Tu fuerza vital reactivó la savia y nos regalaste la vista
cubriendo de flor las desnudas cañas
los demás no pudieron, estaban podados. Y fuiste el único,
Pocos días después, al subir a San Pedro, sentí el deseo de volverte a contemplar y saber si ahora sí te ayudarían y cuidarían con mimo. Me acerqué para verte y por respuesta encontré el resultado asombroso …
y m a c a b r o ¡ hecho leña ! de verte
¡ A motosierra !
Y aun con vida,
de tus cañas ¡ Floridas y en Pascua !...
despojado
Y en mi mente
una pregunta directa…
a quien dictó tu sentencia:
¿ P o r q u é ?
I n m e m o r i a m