Introducción a la Educación Cristiana La educación cristiana es el intento, generalmente de miembros de la comunidad cristiana, por participar en los cambios de las personas en sus relaciones con Dios, con la iglesia, con otras personas, con el mundo físico y consigo mismas, y guiarlas en esos cambios. Débora de Corpeño

La educación cristiana es uno de los ministerios esenciales de la iglesia. No se puede tener iglesia sin que crezcan sus miembros a través de la educación cristiana. Necesitamos a personas que estén madurando en su fe de modo que puedan ayudar a otros a madurar. Al participar en educación cristiana, estamos invirtiendo para el futuro en nuestros hijos y en nuestros nietos. . Débora de Corpeño

La educación cristiana es uno de los ministerios por el que preparamos a la gente para recibir el evangelio en la conversión y la entera consagración. También deseamos inspirarlos y dirigirlos a una experiencia de crecimiento. Finalmente, deseamos prepararlos para un servicio eficaz a la iglesia y al mundo. La educación cristiana es el ministerio de llevar a la gente a la madurez en Jesucristo Débora de Corpeño

Equipando para ministrar Círculo de E.C. Equipando para ministrar Discipulado Evangelismo Débora de Corpeño

La gran comisión: Mateo 28:19-20 Por tanto id y haced discípulos a todas las naciones bautizándolas en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros hasta el fin del mundo. Amén. Débora de Corpeño

Educación Cristiana en el Antiguo Testamento Deuteronomio 6:1-9. En el judaísmo este pasaje se conoce como el Shema (vv. 4-6). Un mandamiento educativo. La tradición—Contar historias La familia Altares o monumentos Festivales o celebraciones Débora de Corpeño

El mandato docente de Deuteronomio requiere pasar los mandamientos divinos a la siguiente generación. Su meta es promover un amor a Dios que se expresa en lealtad y obediencia incondicional. “El amor a Dios se expresa en obediencia” Débora de Corpeño

Educación Cristiana en el Nuevo Testamento Mateo 28:18-20. El propósito de hacer discípulos depende totalmente de dar el contenido de las enseñanzas mismas de Jesús, esas verdades reveladas por Dios con aplicaciones para la vida diaria del discípulo. Este es el mayor reto que enfrenta hoy en día la educación Cristiana. Adoración y compañerismo. En el periodo de la iglesia primitiva los actos simbólicos como el bautismo, la cena del Señor fueron instructivos. Débora de Corpeño

La educación a través de la literatura. La función de la enseñanza, es decir un vehículo para conservar y comunicar una nueva tradición cristiana. Una tradición viviente de un Cristo vivo. La educación a través de la literatura. Las cartas de Pablo. Tesalonicenses: Fue escrita para corregir ideas equivocadas y para enseñar acerca de la segunda venida de Cristo. Corintios: Fue escrita para corregir condiciones éticas y para enseñar algunas normas espirituales para guiar su vida social. Timoteo y Tito: El orden debe prevalecer en la iglesia, Débora de Corpeño

Jesús como modelo por excelencia Jesús es la base bíblica personificada de la Educación Cristiana. Los alumnos de Jesús: No fueron perfectos Puso principal interés a individuos más que a multitudes Su propósito primordial fue cambiar vidas y no meramente las emociones o el intelecto. Débora de Corpeño

El propósito primordial del ministerio de Jesús era la transformación de vidas, que participaran plenamente en el reino de Dios en su plenitud. De igual forma, el propósito de la educación cristiana es la transformación de vidas, no la simple trasmisión de verdades o conocimiento. Cuando Jesús se enfrentó a los fariseos, deseaba la transformación de ellos. Incluso la de Judas. Cuando enseñamos, esta también debe ser nuestra meta. No enseñamos ideas, le enseñamos a la gente para su transformación Débora de Corpeño

En palabras del apóstol Pablo: Hasta que todos lleguemos a la unidad de la Fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. Efesios 4:13 Débora de Corpeño

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