METÁFORA DEL URBANISMO. EL SISTEMA LINGÜÍSTICO Ane Alacano Petuya Sara Calvo Sanjuán Blanca Guinea Ochaita Lengua Española, 1º CA.

ÍNDICE: 1.- Fonemas. 2.- Monema. 3.- Palabra. 4.- Sintagma. 5.- Proposición. 6.- Oración. 7.- Párrafo. 8.- Texto. 9.- Conclusión.

1.- Fonemas En el sistema lingüístico se consideran fonemas los sonidos del habla que permiten distinguir palabras. Son unidades básicas de la lengua sin significado propio. Según la metáfora del urbanismo, se podría comparar con las calles de una urbe, que por si solas no tienen función pero que cobran sentido al combinarse conjuntamente.

2.- Monemas Por definición, un monema es la unidad mínima con significado de una lengua. En comparación con nuestra metáfora, sería similar a una plaza o rotonda, donde convergen varias calles (fonemas).

3.- Palabras. Una palabra es cada uno de los segmentos limitados por pausas o espacios en el lenguaje hablado o escrito que está dotado de una función. Comparándolo con la metáfora, podríamos decir que funciona como las avenidas de una ciudad.

4.- Sintagmas Unidad gramatical formada por uno, dos o más elementos lingüísticos que, en una oración, ocupan una sola posición y ejercen una única función sintáctica. Dentro de nuestra metáfora, serían comparables a los barrios de una ciudad.

5.- Proposición Oración constituida por sujeto y predicado, que se une a otra u otras proposiciones para formar una oración compuesta. Esta, en nuestra metáfora se identifica con ciudades que se relacionan entre sí.

6.- Oración Es el resultado de la combinación de dos o más proposiciones. Es comparable con la autopista de nuestra metáfora, que une diferentes ciudades.

7.- Párrafo Varias oraciones combinadas que dan lugar a una unidad mayor con significado. Lo comparamos en la metáfora del urbanismo con diferentes países, formados por ciudades (oraciones).

8.- Texto Es la unión de varios párrafos. El texto lo vamos a representar mediante Europa.

9.- Conclusión Después de realizar este símil entre el sistema lingüístico y el urbanismo, observamos una distribución paralela, en la que solo cobran sentido sus elementos al actuar conjuntamente. También observamos que esta metáfora es extensible a cualquier sistema jerárquico, como por ejemplo el funcionamiento de las telecomunicaciones, la organización de una biblioteca o la propia universidad.