El judaísmo

Hacia el año 2000 a. C. Abrahán, pastor trashumante emigra de Ur de los Caldeos a Palestina, en el valle del Jordán. Dios hace Alianza con él, eligiéndole y dando nacimiento con él al Pueblo Hebreo. Le sucede su hijo Isaac, y a éste Jacob, a quién Dios da el nombre de Israel. Los doce hijos de Jacob serán las cabezas de las doce tribus, que bajaron a Egipto, donde, más tarde, el pueblo hebreo sería hecho esclavo por el faraón Ramsés II. Moisés, será el elegido por Dios para liberar a su pueblo de la esclavitud. Los hebreos huyen de Egipto guiados por Yahveh. Dios hace Alianza con su Pueblo en el Monte Sinaí, dándoles la Ley (Toráh), recogida en los cinco libros de Moisés, testificada en las Tablas de la Ley. El pueblo peregrinará cuarenta años por el desierto hasta establecerse en la Tierra prometida, la tierra de Canáan. Durante años, son gobernados por jueces, finalmente, Ias doce tribus se reunirán para ser gobernados por un rey. Saúl fue el primero, David, su sucesor será el más importante. Con él Israel alcanzará el mayor auge político de su historia, y David se convertirá en prototipo. La capital se establecerá en Jerusalén. Su hijo Salomón construirá el primer Templo, lugar de oración y de ofrenda de sacrificios, y donde se guardaría el Arca de la Alianza

A la muerte de Salomón el reino se divide en dos: Judá e Israel A la muerte de Salomón el reino se divide en dos: Judá e Israel. Distintos monarcas se van sucediendo hasta que en el 720 aC Israel es sometido por el imperio Asirio y en el 586 aC Judá es conquistado por los babilonios, el Templo es destruido y los judíos son deportados. En el 538 aC los persas conquistan Babilonia y devuelven a los judíos a su tierra. Jerusalén y el Templo serán reconstruidos. Al imperio persa le sucede el imperio de Alejandro el Macedonio, y Judá pasa a ser provincia griega. Los hermanos Macabeos consiguen la independencia por un breve espacio de tiempo, hasta que en el 61 aC Pompeyo conquista Judea para el Imperio romano. Durante la dominación romana destaca el gobierno de Herodes el Grande, que agrandará el Templo y le dará el esplendor que nunca antes había tenido. Los judíos viven divididos en facciones o grupos: los fariseos, los celotes, los saduceos y los escribas Tras varios intentos de sublevación, en el año 70 dC Tito asedia y destruye Jerusalén y el Templo. El judaísmo farisáico se impone. En el sínodo de Yamnia queda establecido el canon de las Escrituras judías

Durante el resto de años el pueblo judío vive en la diáspora, sin patria propia. Jerusalén, a la caída del imperio romano, pasa a pertenecer a los turcos. La vida en barrios propios en los distintos países europeos y más tarde de América, dan a los judíos un carácter propio. Son expulsados de muchos lugares. Durante la Segunda Guerra Mundial, son exterminados en el Holocausto. En 1940 Naciones Unidas crea el estado de Israel. Jerusalén es dividida en tres. Del templo de Herodes solo un muro queda en pie. Las guerras con sus vecinos por ampliar el territorio se suceden hasta hoy.

La fe de Israel es monoteísta La fe de Israel es monoteísta. Los judíos profesan el “Shemá” o confesión de fe: “Escucha Israel, el Señor es tu Dios, el Señor es único. El nombre de Dios no puede ser pronunciado. Es el tetragrama Santo YHWH. Los judíos cuando lo ven escrito lo sustituyen al pronunciarlo por Adonnai, u otro calificativo. Israel se siente el pueblo elegido por Dios. La Alianza (berit) es la clave de la elección. Dios hace alianza y el pueblo la guarda, cumpliendo la ley del Señor. El Templo era el lugar donde se realizaban los sacrificios, generalmente de ganado vacuno o bovino, o de frutos del campo. Una parte de la ofrenda se quemaba y el resto se guardaba para alimentar a los sacerdotes y cuidadores del Templo. Sólo en el holocausto se quemaba todo. En los libros del Éxodo, levítico, números y deuteronomio están descritos detalladamente todos los rituales sacrificiales. Con la destrucción del segundo Templo, los judíos abandonaron los sacrificios, realizando su culto a Dios, sólo a través de la oración, del estudio y la lectura de la Palabra de Dios que se hacía en la sinagoga y de una vida ejemplar. Por tradición, los judíos rezan tres veces al día: por la mañana (shaharit), por la tarde (minjá) y al anochecer (maariv). Se cree que estos tres momentos de oración corresponden a los tiempos en que los sacrificios se ofrecían en el templo de Jerusalén. Tanto así, como de otras maneras, el judaísmo rabínico aún conserva la estructura del ya abandonado culto en el templo. Las congregaciones mínimas (minyán) para rezar están formadas por grupos de diez hombres.

La Biblia hebrea sólo contiene el Antiguo Testamento de la Biblia Cristiana, excepto algunos libros. A este conjunto de libros se le llama TeNaK, iniciales de Torah, (la Ley, formada por los cinco libros de Moisés), Nebihim (los profetas), y Ketubim (los escritos, que son el resto de libros). Cada libro se nombra por la primera palabra, así el Génesis se llama “bereshit” (En el principio). La Biblia estaba inicialmente escrita en hebreo, pero hacia el año aC se tradujo al griego, en la conocida como versión de los Setenta (LXX). En el siglo XX los hebreos empezaron a usar traducciones a lengua vernácula. Los judíos emplean otros textos como la Misná, o ampliación de la ley, el Talmud, que son comentarios a la Misná añadidos por los rabinos, la Halaká, la Hagadá o comentarios a las narraciones bíblicas y el Midrásh o comentario a todas las Escrituras.

Todos los servicios religiosos judíos constan de una serie de bendiciones llamadas Tefillá (rezo); también recibe el nombre de Amidá, o rezo de pie, porque se recita en esa posición, y el Shemoné Esré, que recibe este nombre porque originalmente estaba compuesto por dieciocho bendiciones. Hoy en día, los rezos que se realizan durante los días de semana se componen de diecinueve bendiciones, dentro de las que se incluyen trece peticiones por el bienestar y por la restauración mesiánica. Durante cada shabat y en las distintas festividades, estas peticiones se reemplazan por rezos especiales que corresponden a esas fiestas. La segunda oración en importancia es el Shemá que se reza por la mañana y al atardecer. Todos los servicios religiosos concluyen con dos rezos mesiánicos: el primero se llama Alenu; el segundo es una doxología aramea llamada Kadish. Como señal de devoción a Dios, durante los rezos matinales de los días ordinarios de la semana, los judíos adultos observantes llevan un chal de oración con flecos llamado talit (los flecos se llaman tsitsit) y unas filacterias (cajas de oración llamadas tefilín). Ambas costumbres provienen de ciertos pasajes de las escrituras que se recitan y que corresponden a la Shemá. Como tercera costumbre, ponen una mezuzá (caja de rezo) en la entrada de la casa, como una manera de recordar que Dios está en todas partes. Como señal de respeto hacia Dios, se cubren la cabeza para rezar, ya sea con un sombrero o con un casquete (kipá; en yidis, yarmulke). Los judíos más piadosos siempre llevan la cabeza cubierta, aceptando así la constante presencia de Dios.

Sukot Dentro del año judío existen cinco grandes fiestas y dos de menor importancia. La fiesta de la primavera o Pésaj (Pascua), marcaba el inicio de la cosecha de la cebada, y cincuenta días más tarde, el Shavuot (‘semanas’ o Pentecostés) marcaba su término. Durante el Sukot (‘tabernáculo’) se celebra la cosecha de otoño, fiesta que va precedida por un periodo de diez días de purificación de toda la comunidad. La Pascua conmemora el éxodo desde Egipto. Shavuot se relaciona con el momento en que Dios, entregó la Torá al pueblo de Israel. Esta fiesta está marcada por la solemne lectura de los Diez Mandamientos en la sinagoga. Durante el Sukot se instalan cabañas en los campos (o en las casas) y los judíos comen en ellas durante los siete días que dura la fiesta; esta práctica simboliza las tiendas en las que los israelitas moraron durante su viaje a la Tierra Prometida. El periodo de los diez días de penitencia que preceden a Sukot se inicia con la celebración del año nuevo, el Rosh Ha-shaná, y termina con el Yom Kipur, el Día de la Expiación. El día de año nuevo se hace sonar un cuerno de carnero (shofar) para invitar a la gente al arrepentimiento. El Día de la Expiación es el día más sagrado dentro del calendario judío, y transcurre en medio de ayunos, rezos y confesión de las culpas.   Kol Nidré   Las dos fiestas menores son la Januká y Purim, es más tardío que el de las cinco fiestas del Pentateuco antes mencionadas. La Januká (‘consagración’) conmemora el triunfo de los Macabeos sobre el rey sirio Antíoco IV Epífanes en el 165 a.C. y la consiguiente construcción del segundo templo. La fiesta de Purim (‘porciones’, ‘suertes’) recuerda la historia de la salvación de los judíos persas por Ester y por Mardoqueo.

Los judíos celebran los acontecimientos claves de la vida de la persona. Con la circuncisión se da entrada al pueblo judío al niño recién nacido. La Bar mitzvá es la ceremonía de la mayoría de edad judía, cuando los niños empiezan a leer la Torah. El rito matrimonial tiene dos partes, la primera es la de la promesa por la que la novia acepta un anillo del novio y el rabino bendice a la pareja y lee el contrato matrimonial. En la segunda, que tiene lugar bajo un dosel se recitan las siete bendiciones del matrimonio y el novio rompe una copa de vino a sus pies en recuerdo de la destrucción del Templo de Jerusalén