UNA HISTORIA INCREIBLE Por: P.P. Morataya

P.P. Morataya Oakland, CA, 27 de Enero del 2012 Dedicado con todo el cariño del mundo a: Anne Calderón Morataya en el día de su cumpleaños P.P. Morataya Oakland, CA, 27 de Enero del 2012

¿Una Historia Increíble…?

CEIBA En las afueras de un pueblecito llamado Palín en Guatemala, en una casa muy sencilla, ubicada en medio de una chácara de frutas, vivía una familia compuesta por seis niños una niña y sus padres. En ese lugar se llevó acabo una de las historias más fascinantes nunca antes vistas.

La historia tiene que ver con la vida de dos perritas llamadas Ninfa y Sombra. Ninfa era de color negro con algunas manchas blancas en su cara y sus patas. SOMBRA NINFA Sombra era totalmente negra y solo parte de su hocico era gris. Ambas se llevaban muy bien y eran muy queridas por toda la familia.

Estas lindas perritas resultaron preñadas (embarazadas) Estas lindas perritas resultaron preñadas (embarazadas). Después de tres meses, en una noche muy iluminada, Ninfa y Sombra parieron (dieron a luz) a sus esperados cachorritos. Ninfa tuvo cuatro y Sombra tuvo solamente uno.

A los cachorritos de Ninfa se les dieron los nombres de: “La Canche”, “El Cuto”, “El Negro” y “El Capitán.” Al único cachorrito de Sombra se le dio el nombre de “El Canelo.” Todo era alegría ese día, especialmente para los niños.

Pero la tarde del día siguiente, sucedió algo que llenó de tristeza a toda la familia así como a los demás animales que vivían en la chácara.

El Canelo, el único cachorrito de Sombra, murió con tan solo un día de vida. Su pequeño cuerpo quedo tendido junto a su madre que lo veía con una mirada muy triste. De sus ojos parecía como que le salían lágrimas de dolor. ¡NO PUEDO CREERLO!

Esa misma tarde, los niños abrieron un hoyo en la tierra, enterraron a Canelo y colocaron una pequeña cruz de madera sobre su tumba.

A Sombra le dolió mucho la muerte de su hijito A Sombra le dolió mucho la muerte de su hijito. Pronto se puso muy flaca y triste. A la pobre le llevó varios días para levantarse de su nido (cama) para comer. Parecía que no tenia ánimo ni para ladrar ¿DÓNDE ESTÁ EL CANELO?

Un día por la mañana, Sombra se levantó, comió un poco y se dirigió hacia la tumba de El Canelo. Hizo un ruido como de dolor y se acostó por unos minutos cerca de la pequeña cruz. Era algo difícil de creer, era algo asombroso, y a la vez doloroso. EL CANELO

Pero la alegría volvió de nuevo a toda la Familia Pero la alegría volvió de nuevo a toda la Familia. Los cachorritos de Ninfa abrieron los ojitos a los 15 días de haber nacido. Se movían de un lado a otro y ladraban de alegría al poder ver la luz.

Todos los niños así como los demás animalitos se divertían viendo como los perritos jugaban mientras eran alimentados por su mamá.

La alegría fue mas grande todavía cuando, como a los 20 días, los cachorritos empezaron a caminar, a jugar entre ellos y hasta querer correr. Era una experiencia ¡maravillosa y muy divertida!

¡Lo increíble! Un día por la mañana Ninfa y Sombra tuvieron una conversación. Ninfa le propuso a Sombra que cuidara de sus cachorros mientras ella salía a caminar y a buscar otra clase de comida para sus hijitos.

Sombra aceptó con gusto porque eso le iba a ayudar a curar su tristeza Sombra aceptó con gusto porque eso le iba a ayudar a curar su tristeza. Pensó “tengo que estar ocupada en algo bueno.” Además, estas perritas habían aprendido a vivir juntas y apoyarse en momentos difíciles.

Todos quedaron sorprendidos por lo que sucedió con estas dos madres amigas. Ninfa desapareció por unas horas mientras que Sombra cuidaba y amamantaba (alimentaba) a los cachorritos. Cuando otro animalito se acercaba a los cachorros, Sombra los protegía como si hubiese sido la verdadera madre.

Por la tarde regresó Ninfa a casa y su hocico se le veía como inflado Por la tarde regresó Ninfa a casa y su hocico se le veía como inflado. Hizo un ruido extraño para llamar a sus hijitos. Ellos salieron a su encuentro y ella dejó caer un poco de comida sobre un recipiente que estaba en el suelo.

Los cachorritos se comieron todo con mucha alegría mientras su verdadera madre se hacía cargo de ellos de nuevo. Los cuatro cachorritos quedaron profundamente dormidos, después de comer. NO INTERRUMPIR

La historia se repitió hasta que los perritos alcanzaron casi los dos meses de edad. En algunas ocasiones, las dos madres amamantaban al mismo tiempo a dos cachorritos cada una. Era algo increíble pero cierto.

“La Canche”, “El Cuto”, “El Negro” y “El Capitán” tenían la dicha de contar con dos mamás. Las dos se encargaban de cuidar de ellos y darles mucho amor canino.

Pasados unos meses los cachorros se hicieron independientes Pasados unos meses los cachorros se hicieron independientes. La Canche y El Cuto les gustaba estar mas cerca de casa. El Negro y El Capitán les gustaba salir al campo a correr y visitar a sus amigos.

Al pasar los años, Ninfa y Sombra se hicieron viejas Al pasar los años, Ninfa y Sombra se hicieron viejas. Luego se enfermaron y murieron. Ambas se despidieron de este mundo con una gran satisfacción. CUMPLIMOS

Estas dos maravillosas perritas, Enseñaron tanto a los humanos como a los animales, una lección de lo que significa vivir como verdadera familia y apoyarse unos a otros. Así terminó esta historia increíble. Es una historia que quedó en la memoria de todos los testigos para siempre.