2.1. PROCESO DE HOMINIZACION EN LA PENÍNSULA IBÉRICA.
PALEOLÍTICO INFERIOR (1. 500. 000-100 PALEOLÍTICO INFERIOR (1.500.000-100.000 años) En Atapuerca (Burgos) se han hallado recientemente los restos del que parece ser el primer homínido europeo, el Homo Antecesor (800.000 años) Para algunos prehistoriadores se trata de un tipo autóctono de Homo Erectus. -En la “Sima de los Huesos” se han hallado abundantes fósiles que se consideran pertenecientes al Homo Heidelbergensis (600.000 años. Especie que se considera el paso intermedio entre el Homo Antecesor y el Homo Neandertalensis , ya del Paleolítico Medio)
PALEOLÍTICO MEDIO (100.000-40.000 años): Aparecieron en la península los restos del Homo Neandertalensis (95.000 años) Sabemos que ya practicaban ritos funerarios y que dominaban el fuego, que había sido descubierto por el Homo Erectus. Vivían en grupos organizados de unos 30 miembros y fabricaban herramientas de piedra y hueso. Se ha creido que practicaban canibalismo, porque han aparecido restos e los que la carne ha sido raspada del hueso, pero hoy se cree que respondía a una práctica ritual: la carne se separaba del hueso para ser enterrada. Se han encontrado restos en Gibraltar, Granada y Málaga (en la Cueva de Nerja se conservan restos de pinturas que posiblemente correspondan a Neandertales, lo que las convertiría en las pinturas conservadas más antiguas del mundo)
PALEOLÍTICO SUPERIOR (40. 000-8 PALEOLÍTICO SUPERIOR (40.000-8.000 años): Ya encontramos al Homo Sapiens Sapiens (la especie actual) que realiza pinturas rupestres con carácter místico-religioso (según el Abate Brevil se trataría de arte propiciatorio: pintan aquello que quieren cazar y piden a la naturaleza que nunca les falte, aunque otros prehistoriadores niegan esta teoría, alegando que los bisontes no eran animales que cazasen, por su enorme peligrosidad) También encontramos pinturas relacionadas con la reproducción (hembras preñadas) y manos en positivo y negativo (la palma o el contorno), quizás relacionadas con un deseo del hombre por dejar su impronta en el lugar que habita. Las pinturas más importantes fueron halladas en La Cueva de Altamira (Cantabria) Los hombres vivían de la caza, la pesca y la recolección. Habitaban en cuevas o refugios y forman clanes o grupos familiares.
NEOLÍTICO (5.000-2.500 a.C.): Los elementos más significativos son la aparición de la agricultura y la ganadería (se pasó de una economía recolectora a una productora), el sedentarismo (surgen los primeros poblados), la cerámica (para conservar alimentos y guardar los granos de la recolección) y la necrópolis (enterramientos, porque los hombres enterraban a sus muertos en el lugar donde residían permanentemente). Sin embargo, en la Península Ibérica es común que el hombre siga habitando cuevas, sobre todo en la región levantina (“Cueva de L,Or” o de “La Sarsa” en Valencia) y realizando pinturas rupestres en abrigos rocosos meno profundos que los del Paleolítico. Se trata de unas pinturas mucho más esquemáticas y menos realistas que las paleolíticas, realizadas de forma monocroma (negro o rojo) y en las que destacan las escenas de caza o ritos de fertilidad.
EDAD DE LOS METALES: En torno al 2. 500 a. C EDAD DE LOS METALES: En torno al 2.500 a.C. se descubre el uso de metales en la península Ibérica. El primero de ellos fue el cobre, abriéndose una etapa que se conoce con el nombre de Calcolítico. Aparece la creación de núcleos preurbanos, más extensos debido al aumento poblacional, el uso del metal como instrumento de distinción social y la aparición del vaso campaniforme, utilizado para el uso doméstico y funerario . De esta época destaca la cultura de “Los Millares” (Almería) También en la etapa calcolítica surgen los “megalitos” (las manifestaciones arquitectónicas más antiguas que se conservan): menhires, dólmenes y cromlech. Relacionados con ritos funerarios y rituales, que aparecen por toda la fachada Atlántica, Andalucía y buena parte del interior (ej. “Domen de Axeitos” en Galicia) La Edad de Bronce surgió entre los años 1800-750 a.C. Aumentaron las relaciones sociales y la violencia entre los pueblos. Surgieron nuevas culturas, como la del “Argar” (Almería), con poblados amurallados situados en lugares de difícil acceso, y la “Talayótica” (Baleares), que toma su nombre de los “talayots” (túmulos escalonados de carácter funerario) Con la Edad del Hierro (700 a.C.) ya aparecen pueblos considerados históricos.