Medellín Medellín es un municipio colombiano, capital del departamento de Antioquia. Es la ciudad más poblada del departamento y la segunda del país.7 Se asienta en la parte más ancha de la región natural conocida como Valle de Aburrá, en la cordillera central de los Andes, constituyéndose como el mayor centro urbano de tal ramal andino. Se extiende a ambas orillas del río Medellín -llamado también río Aburrá-, que la atraviesa de sur a norte, y es el núcleo principal del área metropolitana del Valle de Aburrá.8La ciudad tiene una población de 2 508 452 habitantes (2017),2 mientras que dicha cifra, incluyendo el área metropolitana, asciende a 3 821 797 personas (2016).2
Fue fundada el 2 de marzo de 1616, cuando los conquistadores españoles habían erigido un pequeño poblado con el nombre de San Lorenzo de Aburrá, fundado por Francisco Herrera Campuzano (hoy parque El Poblado) y denominado Villa de Nuestra Señora de La Candelaria de Medellín, el 2 de noviembre de 1675 en el sitio de Aná, que corresponde actualmente al centro de la ciudad (zona centro-oriental); a través de los años se daba como fecha de fundación la segunda, pero en el decreto 17 de 1966 del honorable concejo de la ciudad se decretó como fecha oficial la del 2 de marzo de 1616 9 En 1826 fue designada capital de Antioquia, título que ostentaba Santa Fe de Antioquia desde la época colonial. Durante el siglo XIX, Medellín se desarrolló como un centro dinámico de comercio, primero exportando oro, y posteriormente mercancías provenientes de la industrialización de la ciudad.
Como capital departamental, Medellín alberga las sedes de la Gobernación de Antioquia, la Asamblea Departamental, el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Medellín, el Área metropolitana del Valle de Aburrá y la Fiscalía General, así como diferentes empresas públicas, instituciones y organismos del Estado colombiano. Como centro financiero, comercial e industrial es sede de empresas nacionales e internacionales en sectores como el textil, confecciones, metalmecánico, energético, financiero, salud, telecomunicaciones, construcción, automotriz, y alimentos, entre otros.10 Es considerada una ciudad global tipo "suficiente" por el GaWC.11
En el año 75 a.C., Quintus Caecilius Metellus Pius fundó una población en Hispania a la que llamó Metellinum, la actual Medellín de Extremadura, en la provincia de Badajoz, España. El nombre de la ciudad fue dado en 1675 en honor de Pedro Portocarrero y Luna, conde de Medellín en Extremadura y por aquel entonces presidente del Consejo de Indias, por el interés que tomó en la erección en villa del poblado de Nuestra Señora de la Candelaria de Aná ya que hubo una fuerte oposición por parte de la ciudad de Santa Fe de Antioquia, que por esa época era la capital de la Provincia de Antioquia, puesto que con dicha erección verían disminuida su jurisdicción y su control político sobre la provincia.12 13
Ese mismo año llegó finalmente la real cédula firmada por la reina regente, Mariana de Austria (en representación de su hijo, Carlos II, menor de edad), fechada el 22 de noviembre de 1674, en la cual concede la fundación en Villa de la Candelaria de Aná. El 2 de noviembre de 1675 le correspondió al gobernador y capitán general de la Provincia de Antioquia, Miguel de Aguinaga y Mendigoitia, proclamar la erección de la Villa de Nuestra Señora de la Candelaria de Medellín.14
Hace 10.500 años aproximadamente el Valle de Aburrá era recorrido por tribus de cazadores y recolectores. Cuando llegaron los conquistadores españoles encontraron asentada una población nativa numerosa, que opuso poca resistencia. Eran aburraes, yamesíes, peques, ebéjicos, noriscos y maníes que, se calcula, estaban allí desde el siglo V a. C. Tenían grandes cultivos de maíz y fríjol, criaban curíes y perros mudos, tejían mantas de algodón, comercializaban sal, y conocían la orfebrería. Bajo el dominio español fueron repartidos en encomiendas y desplazados de sus tierras. La deserción, el maltrato, las enfermedades y el duro trabajo intensivo en la tierra y las minas, en pocos años los diezmaron.15
El valle en donde hoy se asienta Medellín fue descubierto el 24 de agosto de 1541, día de San Bartolomé, por Jerónimo Luis Tejelo, un capitán a órdenes del mariscal Jorge Robledo, quien fundó la ciudad de Santa Fe de Antioquia ese mismo año y es considerado el conquistador de Antioquia. El valle era llamado Valle de Aburrá por los indígenas que lo habitaban y fue llamado por los españoles Valle de San Bartolomé o de Los Alcázares. Los indígenas respondieron con belicosidad según algunos cronistas, resistencia que obligó a Tejelo a atrincherarse para la defensiva y a despachar un expreso al mariscal Robledo pidiéndole auxilio, con el cual vencieron fácilmente a los aborígenes. Dicha resistencia la hicieron propiamente los indígenas que habitaban el caserío de Guayabal, pues los demás que ocupaban el valle prefirieron huir o quitarse la vida.16
El 2 de marzo de 1616 el licenciado Francisco de Herrera Campuzano, del Consejo del Rey, Oidor de la Real Audiencia del Nuevo Reino de Granada y Visitador General de la Provincia de Antioquia, fundó una población a la que llamó San Lorenzo de Aburrá, en donde hoy se sitúa El Poblado. El caserío, que estaba compuesto por trecientos indígenas y algunos pocos españoles, finalmente no prosperó y en 1646 fue trasladado al ángulo que forman el río Medellín (antes río Aburrá) y el arroyo Santa Elena, sitio que los indígenas llamaban Aná y los españoles Aguasal.
Pocos años después se levantó la primera iglesia de tapias y tejas, consagrada a la Virgen de la Candelaria, y desde entonces la población se llamó Nuestra Señora de la Candelaria de Aná, que a los 54 años de vida contaba apenas con 700 habitantes de los 3.000 que poblaban el territorio comprendido entre el Ancón de la Valeria (hoy Caldas) hasta los potreros de Barbosa.16
Desde 1670 los habitantes pidieron a la Real Audiencia la elección en villa de su población, encontrando resistencia por parte de la ciudad de Santa Fe de Antioquia. Finalmente Mariana de Austria, viuda de Felipe IV, en nombre de su hijo Carlos II, otorgó la elección en villa de la pequeña población, que ahora pasó a llamarse Villa de Nuestra Señora de la Candelaria de Medellín. Un siglo después, en 1783, se abrieron nuevas calles por orden de Francisco Silvestre y Sánchez, quien fue gobernador de la Provincia de Antioquia. En 1786, el Oidor Juan Antonio Mon y Velarde hizo numerar las casas, que eran 242 de un piso y 29 de balcón, y marcar las calles con los nombres de San Francisco, San Lorenzo, La Amargura (hoy calle Ayacucho), El Prado, entre otros.16 También dictó medidas sobre saneamiento, instrucción pública, mejora del comercio y sistemas administrativos; igualmente dota a la villa de agua corriente, crea colonias agrícolas y estimula la minería. Estas medidas progresistas levantan el ánimo de los habitantes y permiten entrever tiempos mejores para la población y para la provincia entera.12