¡Despertemos!
Domingo de la Primera Semana de Adviento Meditación sobre el Evangelio del próximo Domingo 3 de Diciembre de 2017 Domingo de la Primera Semana de Adviento
EVANGELIO: Marcos 13, 33-37
Jesús dijo a sus discípulos: En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
porque no saben cuándo llegará el momento. «Tengan cuidado y estén prevenidos, porque no saben cuándo llegará el momento.
deja su casa al cuidado de sus servidores, Será como un hombre que se va de viaje, deja su casa al cuidado de sus servidores,
asigna a cada uno su tarea, y recomienda al portero que permanezca en vela.
Estén prevenidos, entonces, porque no saben cuándo llegará el dueño de casa,
si al atardecer, a medianoche, al canto del gallo o por la mañana.
No sea que llegue de improviso y los encuentre dormidos.
Y esto que les digo a ustedes, lo digo a todos: ¡Estén prevenidos!». Palabra del Señor
MEDITACIÓN
A trasmano, una vez más, de cómo vamos viviendo nuestros días en este siglo XXI, hoy se nos invita a estar despiertos y atentos
Pero, ¿por qué y para qué?
Es que, en los tiempos que corren, nuestro horizonte (que antes se llamaba utopía o ideal) llega sólo hasta el ansia porque se acerque rápidamente el fin de semana…
para dejar de hacer esos viajes que consumen largas horas y luego trabajar una jornada interminable hasta que nos corresponde ese otro par de horas de retorno al hogar…
tan agotados que poco lograremos hacer antes de irnos a dormir, para recomenzar la rutina al día siguiente
Y lo mismo se replica con el transcurso del año calendario. Sólo queremos que lleguen los feriados (mientras más largos, mejor)
y, por cierto, las vacaciones, periodos que sentiremos que se nos fueron demasiado rápido como para alcanzar a disfrutarlos lo suficiente
Y así se nos va la vida…
Pero la inquietante pregunta sería: ¿esto es, realmente, vida?
¿estamos, de verdad, viviendo, en el sentido de sacar provecho a nuestras existencias?
¿No será que no nos damos cuenta y se nos está yendo el irrepetible tiempo, tal como si estuviésemos permanentemente durmiendo?
Un activista ambiental, hace ya una década, hizo algo de ruido mediático con un documental que pretendió despertar nuestras conciencias al grave daño que nos estamos haciendo como seres humanos…
y también a nuestra casa común, la Tierra, con los efectos del llamado “calentamiento global”
Sin embargo, algunos prefirieron, y siguen prefiriendo no despertar a ese drama. Entre ellos el actual presidente del país más grande y más contaminador del mundo
Hace no mucho nos enteramos que la institución estatal creada para proteger a niños y jóvenes, calificados como “en situación irregular” (que no cuentan con el cuidado adecuado de familiares adultos responsables)…
fue negligente hasta la muerte de algunos de ellos no sólo no estaba cumpliendo con aquella función, sino que, demasiadas veces, fue negligente hasta la muerte de algunos de ellos
Pero dejó de ser titular del noticiero y ya nos dormimos ante tanto dolor acumulado y que sigue vigente…
Hace sólo una semana, Jesús, en el evangelio, nos decía que tú, yo, y absolutamente todos, seremos juzgados, al final de nuestra vida, bajo un solo criterio:
¿Qué hicimos, o no, cuando estuvimos frente a quienes necesitaban ayuda práctica y solidaria?
Y, ya pasados sólo unos días, nos hemos vuelto a dormir en la indiferencia ante tantos que sufren de una u otra manera cerca nuestro
El grito del Maestro: «¡Estén prevenidos El grito del Maestro: «¡Estén prevenidos!» intenta despertar nuestra humanidad, o lo mejor que tenemos como personas
para que hagamos, pensemos y busquemos cómo darle un sentido a nuestras vidas adormiladas por nuestras sociedades dominadas por el egoísmo materialista
el cual no ve, o no quiere ver, las situaciones que impiden que muchos hijos de Dios tengan una vida digna
de tal manera que, involucrándonos, todos podamos vivir, de verdad, una Vida que merezca ese nombre
Y que, ojalá, al menos los cristianos, hagamos de nuestras existencias algo que merezca que utilicemos esa denominación ante los demás
Que podamos romper las rutinas adormecedoras y nos atrevamos a aprovechar toda la potencialidad y belleza del regalo de la Vida que hemos recibido de ti, Señor. Así sea.