Las Guerras Carlistas María Agudo Gómez

Índice Introducción Antecedentes Causas: Conflicto dinástico o sucesorio / Conflicto político o ideológico Desarrollo del conflicto: Primera guerra carlista Segunda guerra carlista Tercera guerra carlista Bibliografía

Introducción Las Guerras Carlistas son guerras civiles que se produjeron en España en el tránsito entre el Antiguo Régimen y el Liberalismo, es decir, entre 1833 y 1876. Liberales y carlistas se enfrentaron en tres ocasiones para imponer sus diferentes sistemas políticos y estilos de vida. Podemos definir el Carlismo como un movimiento antiliberal y contrarrevolucionario nacido a comienzos del siglo XIX en España y que ha estado presente de forma relevante en nuestra historia hasta el siglo XX.

Antecedentes Durante la última etapa del reinado absolutista de Fernando VII, la década ominosa (1823-1833), se llevó a cabo una dura represión política contra los liberales con condenas a muerte (como la de Rafael Riego, quien provocó el pronunciamiento que dio lugar al Trienio Liberal). También se llevaron a cabo reformas para mejorar la situación económica como la creación del Consejo de Ministros, la aprobación del Código del Comercio y la confección de Presupuestos Generales del Estado. Los sectores más conservadores, estaban en desacuerdo con esas medidas reformistas. En 1827, tuvo lugar en Cataluña la rebelión de los Malcontents (campesinos realistas apoyados por la nobleza y el clero). El rey la reprimió con dureza, provocando que muchos de ellos empezaran a mostrar su apoyo a Carlos María Isidro, su hermano. Fernando VII

Causas Como principales causas podemos destacar dos conflictos: 1. Conflicto sucesorio o dinástico: En 1713 el rey Felipe V implantó la Ley Sálica, que impedía reinar a las mujeres. Ante el primer embarazo de la cuarta esposa de Fernando VII, Mª Cristina de Borbón, y el temor de que su primer heredero fuera una niña, promulgó la Pragmática Sanción, redactada por su padre Carlos IV en 1789, que derogaba la Ley Sálica, lo que suponía la exclusión de Carlos María Isidro de la sucesión. En 1830, nace Isabel. En 1832 el rey cae gravemente enfermo, los carlistas aprovechan para obtener un documento donde la Pragmática queda derogada. Al morir Fernando VII (1833), Isabel queda como heredera al trono (el rey en su testamentó había vuelto a promulgar la Pragmática). Debido a su minoría de edad, Mª Cristina queda como regente.

2. Conflicto ideológico o político: La reina regente se rodeó de aquellos que se oponían al absolutismo: la Iglesia, el Estado, las altas jerarquías del ejército y los liberales. Eran conocidos como isabelinos. Los carlistas eran los enemigos del liberalismo: pequeños nobles burgueses, parte del bajo clero y campesinos. Sus apoyos principales se encontraban en Navarra, País Vasco, zona del norte del Ebro y el Maestrazgo (Castellón). Bajo el lema ‘’Dios, Patria, Fueros y Rey’’ se resume su ideología: Oposición radical a las reformas liberales y defensa de la monarquía absoluta. Tradicionalismo católico y defensa de los intereses de la Iglesia. Defensa del foralismo (los fueros vascos-navarros), amenazados por las reformas de los liberales. La cuestión foral estuvo muy presente, especialmente en la Tercera Guerra Carlista. M.ª Cristina de Borbón Carlos María Isidro

Desarrollo del conflicto Carlistas Isabelinos

1. Primera guerra carlista (1833-1840) Tras la muerte de Fernando VII, Carlos se autoproclamó rey, dando lugar a la primera guerra carlista. La guerra comienza con el levantamiento de partidas carlistas en el País Vasco y Navarra, consiguiendo dominar las zonas rurales mediante la táctica de guerrillas. Ciudades como Bilbao, San Sebastián, Pamplona y Vitoria permanecen fieles a Isabel II y al Liberalismo.

El general carlista Zumalacárregui organiza un ejército de 25 El general carlista Zumalacárregui organiza un ejército de 25.000 hombres en el territorio vasco-navarro. Por otro parte, el general carlista Cabrera unifica las partidas aragonesas y catalanas. Carlos María Isidro se pone al frente de las tropas carlistas y se dirigen a Madrid, pero no logran tomar la ciudad. Con la muerte de Zumalacárregui en 1835 durante el sitio a Bilbao, se produjo un reacción liberal. Zumalacárregui En 1836 el General Gómez, desobedeciendo las órdenes del mando carlista, realiza una expedición por todo el país. Mientras que el General Espartero venció a las tropas carlistas en Luchana (Bilbao). Lo que en un principio era un conflicto nacional, se convirtió en internacional, ambos bandos recibieron ayudas del exterior: Carlos fue apoyado por Rusia, Prusia y Austria; y los isabelinos recibieron ayuda de Gran Bretaña, Francia y Portugal.

Los generales Espartero (izquierda) y Maroto (derecha) A medida que los isabelinos (al mando de Espartero) iban obteniendo ventaja militar, los carlistas se dividieron en transaccionistas, dirigidos por Maroto (partidarios de llegar a un acuerdo con el estado) e intransigentes (partidarios de continuar la guerra). Mediante el Acuerdo de Vergara, el 28 de agosto de 1839, Maroto y Espartero firmaron la paz. Acordaron mantener los fueros vascos y navarros e integrar a los oficiales carlistas en el ejército real. El general Cabrera, que se encontraba al frente de los intransigentes, decidió continuar la guerra en el Maestrazgo hasta su derrota en 1840. Los generales Espartero (izquierda) y Maroto (derecha)

2. Segunda Guerra Carlista (1846 – 1849) En 1843, Isabel II accedía al trono de España. En el gobierno se encontraba el partido liberal moderado. Pero el carlismo seguía siendo la principal fuerza de oposición al liberalismo. Carlos había abdicado todos sus derechos dinásticos en su hijo Carlos Luis de Borbón, quien adoptó el título de conde de Montemolín. Dentro del partido moderado, había posiciones políticas que simpatizaban con el carlismo. Así, el conde de Montemolín se convirtió en pretendiente de Isabel, cuyo objetivo era conseguir una conciliación dinástica mediante el matrimonio (de la que eran partidarios una parte de los moderados) y una conciliación política, para un acercamiento de posiciones políticas (donde tuvo un papel importante Jaime Balmes, el asesor del conde). Pero el intento de enlace matrimonial fracasó cuando los moderados optaron por la boda de Isabel con su primo Francisco de Asís de Borbón en 1846. Se desencadenó entonces la Guerra dels matiners (madrugadores) en Cataluña. Isabel II Carlos Luis de Borbón

La rebelión comenzó en febrero de 1846 cuando el carlista Tristany entró en Cervera (Cataluña). En Solsona se formaron numerosas partidas guerrilleras. El numero de partidas carlistas fue aumentando poco a poco. Además, contaban con el apoyo de partidas republicanas. En 1848 el general Cabrera regresó a España e intentó organizar el Ejército real de Cataluña, pero no tuvo éxito. Tampoco logró entrar al Maestrazgo. Las sublevaciones carlistas de Guipúzcoa, Navarra, Burgos, el Maestrazgo y Aragón fracasaron. Además, el capital general de Cataluña, Manuel Gutiérrez de la Concha, consiguió debilitar las partidas carlistas. En 1849 se detuvo al conde Carlos que pretendía cruzar la frontera francesa para llegar a España. Posteriormente, Cabrera volvió a Francia. La guerra había finalizado. El general Cabrera

3. Tercera guerra carlista (1872 – 1876) Tras la Revolución de la Gloriosa (1868) y debido al clima de libertad existente en el nuevo régimen, el carlismo había revivido. La llegada del nuevo rey, Amadeo I de Saboya, provocó la insurrección armada de un sector del carlismo, que se sentían humillados y estaban convencidos de que era la oportunidad para imponer a su candidato, Carlos VII. Los primeros combates supusieron derrotas carlistas en Arrigorriaga, Mañaria, Oquendo y Oroquieta (País Vasco). El general Serrano firma una tregua con los carlistas. Amadeo I de Saboya Carlos VII

Tras la abdicación del rey (1873), se reaviva de nuevo el movimiento carlista. Se vuelve a lanzar una fuerte ofensiva sobre el País Vasco obteniendo una victoria en Montejurra. Así, organizan un estado carlista independiente con capital en Estella (cerca de Montejurra). El objetivo de los carlistas sigue siendo la toma de Bilbao, la ciudad sufrió un fuerte asedio que duraría hasta 1874. Gracias al general Concha fue puesta en libertad. Finalmente, los carlistas fueron derrotados por los generales Martínez Campos y Francisco Primo de Rivera en País Vasco, Navarra y Cataluña. La restauración de los borbones en la persona de Alfonso XII puso fin al conflicto carlista, muchos de ellos mostraron su apoyo al nuevo rey y se integraron en el sistema.

Bibliografía http://guerrascarlistas-hmc.blogspot.com.es/ https://www.casadellibro.com/libro-el-carlismo-y-las-guerras-carlistas-hechos- hombres-e-ideas/97884973410 http://www.ebooksdownloads.xyz/search/las-guerras-carlistas http://www.profedesociales.com/enlaces/materias/dos_historia/dos_guerra_revol ucion/temario_dos_guerra_revolucion.html http://www.profedesociales.com/enlaces/materias/dos_historia/tres_estado_libera l/temario_tres_estado https://albalathistoria.files.wordpress.com/2010/01/las-guerras-carlistas.pdf https://es.scribd.com/doc/55736733/La-Segunda-y-Tercera-Guerra-Carlista