TRANSFIGURACIoN DEL SEÑOR Ciclo A TRANSFIGURACIoN DEL SEÑOR Escuchando un Monólogo para violoncelo de Marcel Olm, dialogamos con el Cristo de nuestro interior Iglesia del Tabor

Mt 17,1-9 En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó aparte a una montaña alta. Se transfiguró delante de ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz.

Jesús se transfi- guró Y ellos vieron la claridad del Yo de Jesús Altar mayor: “El se transfiguró ante ellos”

Y se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él.

Jesús da sentido a la Ley (Moisés) y a los profetas (Elías) Él es la Ley: “amaos como Yo”. Y el Profeta: “No tengáis miedo, Yo he vencido el mundo”

Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús: «Señor, ¡qué bien se está aquí! Si quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías».

Dios no avala seguridades sino COMPROMISOS radicales A todos nos gustaría hacer “tiendas”, protegidos de los embates del vivir en la intemperie Dios no avala seguridades sino COMPROMISOS radicales Techo de la iglesia en forma de tienda

Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía: «Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo». Al oírlo, los discípulos cayeron de bruces, llenos de espanto.

Dios nos revela el HIJO AMADO en lo cotidiano “El cambio viene en las pequeñas cosas de cada día, en el trabajo, con la familia, en las asociaciones del barrio... Oyendo siempre: Somos Hijos amados” (De la Eucaristía en el Tabor) En las ruinas de un Monasterio benedictino del Tabor (Cirio)

Jesús se acercó y, tocándolos, les dijo: «Levantaos, no temáis» Jesús se acercó y, tocándolos, les dijo: «Levantaos, no temáis». Al alzar los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús, solo.

Vieron a Jesús solo, sólo a él dentro de nosotros Jesús, solo, en el centro de nuestro quehacer: en la forma de amar, en la constancia, en el reconocimiento de la luz en los demás... Cruz en el centro del arco

Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: «No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos».

Jardines del Tabor cuidados por drogadictos Bajando, haced que: “Cada templo sea un poco la fuente del pueblo y la plaza para la sed de los fieles, y de los que pasan por allí sin pararse” David Jou Jardines del Tabor cuidados por drogadictos

Señor, haz que las experiencias místicas nos sirvan para encontrarte incluso entre las incoherencias diarias, puesto que Tu eres más GRANDE que nuestras debilidades.

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