Apocalipsis El Día del Señor (Recuento Histórico) 11-26-2016
RECORDATORIO 1 Corintios 15:58 (LBLA) 58 Por tanto, mis amados hermanos, estén firmes, constantes, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que el trabajo de ustedes en el Señor no es en vano.
Apocalipsis 19:16 (LBLA) 16 Y en su manto y en su muslo tiene un nombre escrito*: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES**.
El Día del Señor la doctrina del día del Señor es un recordatorio que el pecado y la maldad no pueden ser pasados por alto, estos tienen que ser juzgados.
El Día del Señor la doctrina del día del Señor es un recordatorio que el pecado y la maldad no pueden ser pasados por alto, estos tienen que ser juzgados. el día del Señor es una frase que tiene un significado general que está relacionado a un tiempo especial que explica el juicio divino en la historia humana. Pero primordialmente es utilizado para enseñar el clímax histórico en el cual Dios juzga a Satanás, a los enemigos de Dios, eventos que preceden el establecimiento de su reino en la faz de la tierra.
Isaías 11:6 (LBLA) 6 El lobo morará con el cordero, y el leopardo se echará con el cabrito; el becerro, el leoncillo y el animal doméstico andarán juntos, y un niño los conducirá.
Isaías 65:25 (LBLA) 25 El lobo y el cordero pacerán juntos, y el león, como el buey, comerá paja, y para la serpiente el polvo será su alimento. No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte—dice el Señor.
El Día del Señor la doctrina del día del Señor es un recordatorio que el pecado y la maldad no pueden ser pasados por alto, estos tienen que ser juzgados. el día del Señor es una frase que tiene un significado general que está relacionado a un tiempo especial que explica el juicio divino en la historia humana. Pero primordialmente es utilizado para enseñar el clímax histórico en el cual Dios juzga a Satanás, a los enemigos de Dios, eventos que preceden el establecimiento de su reino en la faz de la tierra. el día del Señor va a ser un periodo de juicio universal sobre la raza humana arrogante que se ha opuesto a Dios y a su pueblo Israel.
Isaías 2:11–12 (LBLA) 11 La mirada altiva del hombre será abatida, y humillada la soberbia de los hombres; el Señor solo será exaltado en aquel día. 12 Porque el día del Señor de los ejércitos vendrá contra todo el que es soberbio y altivo, contra todo el que se ha ensalzado, y será abatido.
Isaías 2:17 (LBLA) 17 Será humillado el orgullo del hombre y abatida la altivez de los hombres; el Señor solo será exaltado en aquel día,
Isaías 34:2 (LBLA) 2 Porque el enojo del Señor es contra todas las naciones, y su furor contra todos sus ejércitos; las ha destruido por completo, las ha entregado a la matanza.
Abdías 15 (LBLA) 15 Porque se acerca el día del Señor sobre todas las naciones. Como tú has hecho, te será hecho; tus acciones recaerán sobre tu cabeza.
El Día del Señor la doctrina del día del Señor es un recordatorio que el pecado y la maldad no pueden ser pasados por alto, estos tienen que ser juzgados. el día del Señor es una frase que tiene un significado general que está relacionado a un tiempo especial que explica el juicio divino en la historia humana. Pero primordialmente es utilizado para enseñar el clímax histórico en el cual Dios juzga a Satanás, a los enemigos de Dios, eventos que preceden el establecimiento de su reino en la faz de la tierra. el día del Señor va a ser un periodo de juicio universal sobre la raza humana arrogante que se ha opuesto a Dios y a su pueblo Israel. . el día del Señor va hacer un pedido del tiempo de terror inimaginable en las almas de los hombres, tal terror que corren de la presencia del Señor y se esconden en las cavernas de la tierra para protegerse:
Isaías 2:10 (LBLA) 10 Métete en la roca, y escóndete en el polvo del terror del Señor y del esplendor de su majestad.
Isaías 2:19 (LBLA) 19 Se meterán los hombres en las cuevas de las rocas y en las hendiduras de la tierra, ante el terror del Señor y ante el esplendor de su majestad, cuando se levante para hacer temblar la tierra.
Isaías 2:21 (LBLA) 21 y se meterá en las cavernas de las rocas y en las hendiduras de las peñas, ante el terror del Señor y ante el esplendor de su majestad, cuando El se levante para hacer temblar la tierra.
Apocalipsis 6:14–15 (LBLA) 14 Y el cielo desapareció como un pergamino que se enrolla, y todo monte e isla fueron removidos de su lugar. 15 Y los reyes de la tierra, y los grandes, los comandantes, los ricos, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes;
Apocalipsis 6:16–17 (LBLA) 16 y decían* a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros y escondednos de la presencia del que está sentado en el trono y de la ira del Cordero, 17 porque ha llegado el gran día de la ira de ellos, ¿y quién podrá sostenerse?
Apocalipsis 6:12–14 (LBLA) 12 Vi cuando el Cordero abrió el sexto sello, y hubo un gran terremoto, y el sol se puso negro como cilicio hecho de cerda, y la luna toda se volvió como sangre, 13 y las estrellas del cielo cayeron a la tierra, como la higuera deja caer sus higos verdes al ser sacudida por un fuerte viento. 14 Y el cielo desapareció como un pergamino que se enrolla, y todo monte e isla fueron removidos de su lugar.
Isaías 34:4 (LBLA) 4 Todo el ejército de los cielos se consumirá, y los cielos se enrollarán como un pergamino; también todos sus ejércitos se marchitarán como se marchita la hoja de la vid, o como se marchita la de la higuera.
Apocalipsis 8:12 (LBLA) 12 El cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, la tercera parte de la luna y la tercera parte de las estrellas, para que la tercera parte de ellos se oscureciera y el día no resplandeciera en su tercera parte, y asimismo la noche.
Isaías 13:10 (LBLA) 10 Pues las estrellas del cielo y sus constelaciones no destellarán su luz; se oscurecerá el sol al salir, y la luna no irradiará su luz.
Isaías 13:13 (LBLA) 13 Por tanto, haré estremecer los cielos, y la tierra será removida de su lugar ante la furia del Señor de los ejércitos, en el día de su ardiente ira.
Apocalipsis 16:8–9 (LBLA) 8 El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol; y al sol le fue dado quemar a los hombres con fuego. 9 Y los hombres fueron quemados con el intenso calor; y blasfemaron el nombre de Dios que tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria.
Joel 2:11 (LBLA) 11 El Señor da su voz delante de su ejército, porque es inmenso su campamento, porque poderoso es el que ejecuta su palabra. Grande y terrible es en verdad el día del Señor, ¿y quién podrá soportarlo?
Joel 2:31 (LBLA) 31 El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día del Señor, grande y terrible.
Amos 5:18–20 (LBLA) 18 ¡Ay de los que ansían el día del Señor! ¿De qué os servirá el día del Señor? Será tinieblas, y no luz; 19 como cuando uno huye de un león, y se encuentra con un oso, o va a casa, apoya la mano en la pared, y lo muerde una culebra. 20 ¿No será tinieblas el día del Señor, y no luz, oscuridad, y no resplandor?
Amos 9:1–2 (LBLA) 1 Vi al Señor de pie junto al altar, y me dijo: Golpea los capiteles y que se estremezcan los umbrales, y rómpelos sobre la cabeza de todos. Entonces mataré a espada al resto de ellos; no habrá entre ellos fugitivo que huya, ni refugiado de ellos que escape. 2 Aunque caven hasta el Seol, de allí los tomará mi mano; y aunque suban al cielo, de allí los haré bajar.
Amos 9:3–4 (LBLA) 3 Aunque se escondan en la cumbre del Carmelo, allí los buscaré y los tomaré; aunque se oculten de mis ojos en el fondo del mar, allí ordenaré a la serpiente que los muerda. 4 Aunque vayan al cautiverio delante de sus enemigos, allí ordenaré a la espada que los mate, y pondré sobre ellos mis ojos para mal y no para bien.
Amos 9:5–6 (LBLA) 5 El Señor, Dios de los ejércitos: el que toca la tierra, y ésta se derrite, y se lamentan todos los que en ella habitan, sube toda ella como el Nilo y mengua como el Nilo de Egipto; 6 el que edifica en los cielos sus altos aposentos, y sobre la tierra ha establecido su bóveda; el que llama a las aguas del mar y las derrama sobre la faz de la tierra: el Señor es su nombre.
Amos 9:7–8 (LBLA) 7 ¿No sois vosotros para mí como hijos de Etiopía, oh hijos de Israel?—declara el Señor. ¿No hice yo subir a Israel de la tierra de Egipto y a los filisteos de Caftor y a los arameos de Kir? 8 He aquí, los ojos del Señor Dios están sobre el reino pecador, y yo lo destruiré de sobre la faz de la tierra; sin embargo, no destruiré totalmente a la casa de Jacob—declara el Señor.
Amos 9:9–10 (LBLA) 9 Porque he aquí, yo daré un mandato, y zarandearé a la casa de Israel entre todas las naciones, como se zarandea el grano en la criba, sin que caiga ni un grano en tierra. 10 A espada morirán todos los pecadores de mi pueblo, los que dicen: “No nos alcanzará ni se nos acercará la desgracia.”
Amos 9:11–12 (LBLA) 11 En aquel día levantaré el tabernáculo caído de David, repararé sus brechas, levantaré sus ruinas, y la reedificaré como en tiempo pasado, 12 para que tomen posesión del remanente de Edom y de todas las naciones donde se invoca mi nombre —declara el Señor, que hace esto.
Amos 9:13 (LBLA) 13 He aquí, vienen días—declara el Señor— cuando el arador alcanzará al segador, y el que pisa la uva al que siembra la semilla; cuando destilarán vino dulce los montes, y todas las colinas se derretirán.
Amos 9:14–15 (LBLA) 14 Restauraré el bienestar de mi pueblo Israel, y ellos reedificarán las ciudades asoladas y habitarán en ellas; también plantarán viñas y beberán su vino, y cultivarán huertos y comerán sus frutos. 15 Los plantaré en su tierra, y no serán arrancados jamás de la tierra que les he dado —dice el Señor tu Dios.