Me senté frente al mar y sin nada que darte te ofrecí mi vacío
Tu “Felices los pobres” resonó inesperado y lo fui haciendo mío.
Pues si Tú lo eres todo y tu amor lo hace todo y es una gracia amarte
Tan sólo desde esa reencontrada pobreza podría recuperarte
Ando necesitando dejar todo en tu playa abandonarme todo.
Trabajar con sosiego, Vivir sencillamente Y apoyarme en Ti sólo.
Y al dejar la arrogancia de ponerme en el centro, volver a la inocencia.
De confiar que nos amas y que mi alma descansa en tus sabias mareas
Rico de mi riqueza yo me ahogo en angustias, yo me afirmo en arenas
Mas felices los pobres, cuyo mar es tu amor, son los que el Reino heredan
Mi barquito pequeño cuya sola hermosura es su sola pobreza
Ya se lanza a la mar, tus corrientes lo llevan, y lo guían tus estrellas.