II. JUICIO DIVINO EN EL NT Dios como Juez Dios es juez de “todos” (Heb. 12:23). Sus juicios son imparciales, de acuerdo a las “obras” (1 Pe. 1:17). Juicios justos, de alcance mundial (“día de la ira”, Rom. 2: 3, 5; 3:6; comp. Rom. 5:1; 8:1 con 2 Cor. 5:20-21;1 Cor. 3:13).
II. JUICIO DIVINO EN EL NT Si bien Dios es el Juez, Él le ha dado la auto-ridad de juzgar a Cristo (Jn. 5:22, 27; Hc. 10:42; 17:31). Tanto el Padre como el Hijo son “jueces del mundo”. Dios ha deci-dido juzgar a través del juicio de Cristo (Rom. 10:4 = 2 Cor. 5:10).
II. JUICIO DIVINO EN EL NT 2. El juicio y el presente en el NT El NT habla tanto de un aspecto presente del juicio como de uno futuro. Juan 5:24 (contexto 5:26-30 = el jucio presente no descarta al futuro).
II. JUICIO DIVINO EN EL NT -Dos condiciones: Escuchar a Cristo, creer que el Padre le envió (ambos actos “presentes”; acción continua- da). -Quien tiene “vida eterna” no“ a juicio” (krisis = juicio, condenación, castigo, etc.) -El “creyente” no teme el veredicto del juicio (condenación: Jn. 3:17-18)
II. JUICIO DIVINO EN EL NT -El “creyente” no teme el veredicto del juicio (condenación: Jn. 3:17-18; 1 Jn. 4:17-18) El juicio y la decisión individual (Jn. 3:19)
II. JUICIO DIVINO EN EL NT 3. El juicio escatológico en el NT Juan 12:47-48: “en el día postrero”, (compare con Jn. 5: 28-29 y 1 Pe. 1:5). “Seréis juzgados” (Mat. 7:2, Mat. 5:12; Luc. 6:23, Mat. 25: 31-46) El “juicio de Dios” (Rom.14:10; comp. con Rom. 2:16). Apocalipsis 14:6
II. JUICIO DIVINO EN EL NT 4. La norma del juicio La ley de Dios (Rom. 2:12, 13; Stg. 2:12). Conforme a las “obras” (1Cor. 3:8, 13; 2 Cor. 5:10; Ap. 20:12; 22:12). El imperativo del NT es cumplir la voluntad de Dios = guardar su ley, los frutos de la justif. por la fe: “buenas obras” (Gal. 5:6; Ti. 2:14)
El juicio escatológico, sobre la base de las obras, determima si una persona es un creyente genuino y la naturaleza de su recompensa. Todo esto testifica que este juicio com- prende la realidad de la salvación como un proceso que envuelve toda la vida del creyente (justificación, santificación y glorificación). JUICIO DIVINO EN EL NT
II. JUICIO DIVINO EN EL NT 5. ¿Cuándo ocurre el juicio escatológico? Aunque el NT no presenta una cronología detallada, pueden distinguirse tres fases de este juicio: 1) Previa al advenimiento (Ap. 14:7): -Inicio de la visión: “Santuario abierto” (Ap. 11:19). -Proceso del “tiempo del fin” (“hora de...”; com. Ap. 14:7 con 14:15).
II. JUICIO DIVINO EN EL NT - Por lo tanto, la “hora de su juicio” precede a la de “segar”. El juicio hace posible la cosecha. - Un resultado de esta fase es la resurre-cción de los fieles (Jn. 6:39-40, 54; 5:28-29; 2 Cor. 5:10). - Empieza por la “casa del Señor” (1 Pe. 4:17) - El juicio de los fieles y el del mundo en general no son la misma actividad; tam-poco su resurrección (1 Cor. 6:2; comp. Mat. 19:28).
II. JUICIO DIVINO EN EL NT -La resurrección y la traslación de los fieles son el resultado de un juicio previo a la 2a venida de Cristo. -Paralelo con Daniel 7-8, 1844. -Esta primera fase concluye al fin de la gracia, cuando se revisen los nombres escritos en “el libro de la vida” (Ap. 13:8; 17:8; 20:12; 21:27; comp. Dan 7:10; 12:1) .
II. JUICIO DIVINO EN EL NT 2) Milenial: -La secuencia: De la “casa de Dios” a los que no son “parte de ella”. -Ap. 11:18: conclusión de la sección iniciada en el 8:2 = “tiempo de juzgar a los muertos”. -El milenio: los santos juzgarán al mundo y a “los ángeles” (1 Cor. 6:2; comp. con Mat. 19:28 y Luc. 22:30). 1 Pe. 4:17
-Fallo final: “Apartaos de mí... al fuego eterno...” -El juicio en el “trono blanco”: Ap. 20: 11-15. -Fallo final: “Apartaos de mí... al fuego eterno...” (Mt. 25:41) JUICIO DIVINO EN EL NT
II. JUICIO DIVINO EN EL NT Postmilenial: -Recompensa final de los “santos” y destrucción final de los “impíos” (Ap. 11:18; 20:10, 14, 15). -Fin de Satanás y del pecado (Ap. 20:15). - “Segunda muerte” (Ap. 21:8).
II. JUICIO DIVINO EN EL NT Conclusión La enseñanza bíblica del juicio no es periférica, sino central, en el contexto de la salvación. El juicio asume y garantiza el albedrío humano, pero también su responsabi-lidad. El juicio da cuenta de la totalidad del control divino, a la vez que vindica su justicia.
II. JUICIO DIVINO EN EL NT La universalidad del juicio manifiesta los resultados fatales del pecado, pero también el amor divino dispues-to a erradicarlo. El juicio asegura el triunfo definitivo de Dios y del bien sobre el mal. “¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica...” (Rom. 8: 33-34).
II. JUICIO DIVINO EN EL NT Podemos tener confianza “en el día del juicio” (1 Jn. 4:17). Nuestras obras no proveen la ra- zón de nuestra seguridad, pero son la evidencia de que estamos “en él”. Cristo es nuestro único Salvador y mediador (Gal. 3:19; 1 Tim. 2:5), nues- tro acceso al trono de la gracia (Heb. 4:16; 1 Jn. 2:1).
¡ÉL ES NUESTRO ABOGADO! Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. (Jn. 3:17)