La dimensión religiosa en el conflicto israelí-palestino
¿Una tierra santa como objeto de disputa? Palestina y sobre todo Jerusalén son territorios santos para las dos religiones Sitios sagrados siempre fueron lugares de tensiones y violencias entre las dos comunidades En ambas religiones, está prohibido abandonar parte de esta tierra => Asesinato de Itzak Rabin por un extremista religioso después de los acuerdos de Oslo
La Intifada Al-Aqsa Al-Aqsa es el nombre de la mezquita situada en el monte del Templo. La segunda Intifada empieza después de la visita de Sharon al Muro de las lamentaciones en sept. del 2000, situado debajo de esta mezquita. Creación de la Brigadas de los mártires de Al-Aqsa, apoyadas por el Fatah.
¿Religiosidad de los combatientes? Fuerza Israelí de Defensa como ejercito de Dios Jihad y atentados suicidas
La influencia creciente de los partidos religiosos En Israel, después de la Guerra de 1967. Multiplicación de los asentamientos en los territorios ocupados (población mayoritariamente religiosa) Participación partidos religiosos en mayoría de las coaliciones (Cf. Shas) La popularidad creciente del Hamas en la población palestina, hasta su elección en el 2006.
La guerra de los 6 días (1967)
Un conflicto más bien nacional Las verdaderas problemáticas del conflicto: seguridad, soberanía, autodeterminación Guerra de 1948: pocos esfuerzos israelíes para conquistar Jerusalén Acuerdos de Oslo: concesiones de ambos lados, no hubiera sido posible en un conflicto realmente religioso En Israel, los judíos religiosos son una minoría en la población (15-25%)
Los discursos en la arena internacional Los discursos no son religiosos sino nacionales Uso de la legitimidad internacional: dirigentes palestinos hacen referencias a las resoluciones de la ONU Exclusión de los partidos religiosos: gobierno de Sharon; aislamiento de la Autoridad Palestina después de la elección del Hamas Incluso los partidos religiosos saben cambiar su discurso para ser escuchados por la comunidad internacional
Una instrumentalización de la religión El fracaso de las negociaciones de Camp David como otro disparador de la Segunda Intifada Los símbolos religiosos como instrumento de movilización Una instrumentalización también usada por los dirigentes israelíes
Conclusión El conflicto israelí-palestino no es una guerra de religiones sino un conflicto “clásico” de soberanía. Uso de la religión como un instrumento de movilización. El uso de esta retórica depende del contexto y entonces puede cambiar.