***************************** Confiado y perseverante Acompáñame, Señor, cada hora y cada instante para que permanezca fiel en medio de las dificultades, para que venza cualquier obstáculo, sea pequeño o grande, y lo vea como un reto lleno de posibilidades. para estar atento a lo fundamental de tu mensaje, para mantener encendida la luz de la fe y no dejar que nadie me engañe con propuestas atractivas, pero vacías y superficiales. para seguir trabajando con confianza infatigable, sabiendo que mis entregas darán frutos más tarde, porque tú das fecundidad a todo lo que se comparte. para saber discernir lo que es importante, lo que merece la pena, lo que no debo dejar que pase. para que sea activo y perseverante, aprendiendo a encarnar en mi vida aquello que tú me mandes. Perdón, Señor… por fijarme sólo en lo superficial y las apariencias. por evadirme de la realidad y evitar los compromisos a los que tu me llevas. por no preferir lo auténtico a lo mediocre, la luz a las tinieblas. porque nos vence el desánimo y va minando nuestra confianza y nuestras fuerzas. ***************************** Ayúdanos, Señor, a mantener… la esperanza cuando llegan las dificultades la confianza para experimentar que tú nunca abandonas a nadie. el esfuerzo cuando parece que toda entrega y servicio desinteresado, nada vale. la sencillez y la humildad aunque estemos rodeados de apariencias y vanidades. la constancia para no abandonar nuestros valores e ideales. lo auténtico ante tanta superficialidad y frivolidades. el compromiso para construir un mundo sin desigualdades. la acogida que nos haga cercano a las personas que pasan necesidades. el perdón para dar nuevas oportunidades a quienes se equivoquen y fallen. ¡Solo tú, Señor, tienes Palabras de vida eterna! Danos el don de la perseverancia para hacer de nuestro mundo un racimo de amistad. Danos la audacia de ser valientes y que la tierra conozca tu poder y tu salvación, porque vivimos comprometidos con tu causa. ¡Hasta que tú vuelvas, Señor! Danos, Señor, la esperanza que no defrauda para que podamos sembrar las semillas de tu Reino. Danos, Señor, entusiasmo, para no caer en el desánimo, para llevar con alegría tu verdad y tu presencia, como una gozosa esperanza de salvación. Haz que vivamos comprometidos con tu causa. ¡Hasta que tú vuelvas, Señor! [I.L.] 33º Dom. T. O. Ciclo C Confiado y perseverante ENTRA EN MI VIDA. SALOME ARRICIBITA https://youtu.be/Y_3Mhg-hf-4?list=PLk9ZobSa9Xw8hCU1s7mni6RNb3zQAN73w PERSEVERANCIA Y DIFICULTADES. La vida está salpicada de momentos difíciles, obstáculos que aparecen en el camino, situaciones de dolor y desconcierto, periodos de incertidumbre, de oscuridad, de contrariedades… En estas circunstancias es donde de verdad conozco cómo soy, qué me fundamenta, dónde encuentro los apoyos, en qué se sostiene mi vida…, donde de verdad se pone a prueba mi fe. Cuando llegan los momentos duros de la vida, mantener encendida la luz de la fe, confiar de manera paciente, perseverar con firmeza, reafirmar las convicciones… es una manera de expresar que Dios no me abandona, dándome fortaleza, seguridad y esperanza para afrontarlo (“con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas”). El tiempo de dificultades es una ocasión para medir la calidad de mi testimonio; es “toque de atención” para ser consciente de cómo está mi fe: viva o mortecina, profunda o superficial, creativa o rutinaria, radical o tenue, comprometida o acomodada… Traigo a mi memoria los momentos más complicados de mi vida y cómo Dios me ha ayudado y me ayuda a afrontarlos. Pido por los que se ven vencidos por las dificultades y me hago cercano a su situación. ENGAÑOS Y VERDADES. Nos gustan las apariencias, los adornos, lo espectacular, lo llamativo, lo que se lleva, lo que da prestigio, la imagen y la notoriedad… Y nuestras valoraciones de las cosas y de las personas las orientamos con esos criterios. Nos quedamos en la superficie, sin profundizar. “Que nadie os engañe”, es la advertencia de Jesús. Muchos engaños (a veces camuflados de algo atractivo) nos alejan de lo auténtico, de lo valioso, de lo fundamental. Creer que uno tiene más vida porque gana más, tiene mejores medios y puede disfrutar, lo tiene todo “controlado”, avanza en comodidad… y pone en eso toda su prioridad. Es importante resituar todo en su justo sitio y ver qué es lo primordial, lo que da sentido a mi vida, por lo que merece la pena luchar. Pienso en los engaños que me seducen y atraen, y en las verdades que me hacen vivir de una manera más profunda. TRABAJOS Y COMODIDADES. Para ganar la vida, no se puede huir de ella; hay que aceptar la propia historia con lo que tiene de alegría y de dolor, de soledad y de gozo compartido, de renuncias y de satisfacciones… La vida auténtica nunca se sustenta en lo fácil. Hay que “trabajarla” con esfuerzo, con entrega, con dedicación, con fidelidad, con fortaleza… En las oportunidades cotidianas, en lo concreto del día a día que tengo es dónde hay que dar testimonio de Jesús y su Reino. No sea que esté pendiente cómodamente de que llegue lo deslumbrante y lo espectacular, y se me pase lo real y lo concreto (porque en ello debo vivir el Evangelio). No andarme por las ramas, despistado, cuando Dios me quiere con los pies en la tierra, pisando realidad, en el centro de la vida, para transformarla. Mira, Señor, nuestra tierra, danos tiempos de paz y fraternidad. danos respeto y tolerancia sin límites. y tras tantos extravíos, déjanos ver despuntar el alba. Hasta donde el corazón nos lleve, acompáñanos para no perder la esperanza. Hasta donde alcance nuestra mirada, haz que el camino nos lo abra tu Palabra. Hasta que la violencia desaparezca, ayúdanos a estar junto a las víctimas, y hasta que perdones nuestra culpa, haz que seamos pacientes. Bajo tu protección, serenamente, resistiendo y esperando, queremos vivir como hijos y hermanos, hasta que Tú nos llames a tiempos nuevos y mejores.

Salmo 97,5-6.7-9a.9bc R/. El Señor llega para regir los pueblos con rectitud Tañed la cítara para el Señor,  suenen los instrumentos:  con clarines y al son de trompetas,  aclamad al Rey y Señor. R/. Retumbe el mar y cuanto contiene,  la tierra y cuantos la habitan;  aplaudan los ríos, aclamen los montes  al Señor, que llega para regir la tierra. R/. Regirá el orbe con justicia  y los pueblos con rectitud. R/. Lectura de la profecía de Malaquias (3,19-20a): Mirad que llega el día, ardiente como un horno: malvados y perversos serán la paja, y los quemaré el día que ha de venir –dice el Señor de los ejércitos–, y no quedará de ellos ni rama ni raíz. Pero a los que honran mi nombre los iluminará un sol de justicia que lleva la salud en las alas. Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (3,7-12): Ya sabéis cómo tenéis que imitar nuestro ejemplo: no vivimos entre vosotros sin trabajar, nadie nos dio de balde el pan que comimos, sino que trabajamos y nos cansamos día y noche, a fin de no ser carga para nadie. No es que no tuviésemos derecho para hacerlo, pero quisimos daros un ejemplo que imitar. Cuando vivimos con vosotros os lo mandamos: El que no trabaja, que no coma. Porque nos hemos enterado de que algunos viven sin trabajar, muy ocupados en no hacer nada. Pues a esos les mandamos y recomendamos, por el Señor Jesucristo, que trabajen con tranquilidad para ganarse el pan.

Lectura del santo evangelio según san Lucas (21,5-19): En aquel tiempo, algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos.  Jesús les dijo: «Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido.»  Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?»  Él contestó: «Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usurpando mi nombre, diciendo: "Yo soy", o bien: "El momento está cerca"; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá en seguida.»  Luego les dijo: «Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre. Habrá también espantos y grandes signos en el cielo. Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a la cárcel, y os harán comparecer ante reyes y gobernadores, por causa mía. Así tendréis ocasión de dar testimonio. Haced propósito de no preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro. Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa mía. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.»