Mensaje – PIEBE – 19/11/16 – Mañana Texto: Mateo 13:47-51 Tema: Parábola de la red
Mateo 13:47-51 47 Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de toda clase de peces; 48 y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera. 49 Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos, 50 y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. 51 Jesús les dijo: ¿Habéis entendido todas estas cosas? Ellos respondieron: Sí, Señor.
I. DIOS NO HACE ACEPCIÓN DE PERSONAS. V. 47 Quiere Muchos Peces. Así es la red de Dios. Él quiere ganar a todas las personas sin acepción. ¿Hay alguien en tú lista de exclusión o acepción?
II. Dios se importa por TODA Su Creación. Juan 3:16 ¿Te gusta andar solamente con ciertos tipos de personas? Las que son de acuerdo a tu pensar; Que les gustan las mismas cosas que te gustan; Que piensan como tú; que hacen las cosas que tú haces… ¿Qué pasa con los que son diferentes a tus actitudes y tu pensar? ¿Qué pasa con los rechazados por el mundo, la sociedad y hasta mismo la iglesia? ¿De dónde saco el “pescador” TODOS los pescados? ¡Del Mar – “Mundo” !
Dios está tratando de atraer a todos a Él con Su Red.
III. El Día del Juicio llegará a. Los pescados fueron separados después de la pesca. Ahora a nosotros nos cabe a pescar. “Síganme, Yo os haré pescadores de hombres”. Mateo 4:19 No cabe a nosotros estar juzgando a los hermanos, no somos jueces. Fuera la murmuración, chismes, rencor, odio, enojo, amargura… Nuestra función, obligación es “pescar” vidas. b. Quién separa, selecciona, ES DIOS. “En el final de los siglos”. c. A cada día Dios nos habla por Su palabra.
Aplicación / Conclusión ¿Qué tipo de pescado eres tú – el que escucha la palabra y la pone en práctica en su vida o el que no hace caso de las cosas de Dios? Recuerda… Lo que le importa a Dios… Dios quiere que… El deseo de Dios es… El cuidado de Dios… Y el Señor nos llama con el mismo propósito: Y…. quién separará en el último día los buenos de los malos, será el Señor.