Un milagro Etiopía Historia misionera: ©2017 por Gospel Publishing House, 1445 N. Boonville Ave., Springfield, Missouri. Todos los derechos reservados.

Assefa y Terefa oraron y oraron por meses para que Dios abriera las puertas entre los musulmanes en una pequeña villa de Etiopía. Por un largo tiempo, las puertas parecían estar cerradas.

Pero un día, ellos escucharon llanto Pero un día, ellos escucharon llanto. Ellos miraron por la ventana y vieron a una multitud que se dirigía al cementerio. Un hombre al frente tenía a una pequeña niña en sus brazos, cubierta con un manto.

Assefa y Terefa conocían a la pequeña niña. Su nombre era Khadija Assefa y Terefa conocían a la pequeña niña. Su nombre era Khadija. Assefa dijo a Terefa, “Esta es la oportunidad que Dios nos ha dado”. ¡Corramos al funeral y oremos porque Jesús resucite a Khadija de los muertos!” Terefa dijo, “¡Estas loco! ¿Y si Jesús no la resucita? Nos matarían” Pero antes de poder detenerlo, Assefa corrió al funeral.

Terefa corrió a los arbustos y se cubrió con hojas y ramas Terefa corrió a los arbustos y se cubrió con hojas y ramas. Él pidió a Jesús que lo ayudara.

Assefa se abrió espacio entre la multitud hasta llegar donde estaba el padre de la niña muerta. Assefa extendió sus brazos y el padre lo dejo cargar a la niña.

Después de un corto rato, Assefa se detuvo y empezó a orar para que Jesús resucitara a Khadija de los muertos. La gente se empezó a enojar contra Assefa. Pero en ese momento, el pequeño brazo salió de abajo del manto, luego cayó de nuevo. La gente se sorprendió. Pero después de un momento, se enojaron de nuevo.

Luego Khadija se sentó y el manto se cayó de su cara Luego Khadija se sentó y el manto se cayó de su cara. Ella miró a su padre y gritó “padre”. En ese momento, todos los musulmanes en el funeral cayeron de rodillas y confesaron a Jesús como su Salvador.

Unos meses después, los 214 musulmanes, y la misma Khadija, fueron a una iglesia pentecostal para ser bautizados en agua. Pero ese día había 216 personas.

Otro hombre Alemeyehu, quien era un brujo musulmán y había ido para maldecir a los nuevos creyentes y causarles que cayeran. Al escuchar el evangelio, y los 215 testimonios de salvación, su duro corazón empezó a quebrantarse.

Al final de la predicación, durante el llamado al altar, Alemeyehu corrió al frente para recibir a Jesús. Antes de terminar el día, 216 musulmanes habían sido bautizados y confesaron abiertamente a Jesús como Señor y Salvador.

Assefa Esta es una foto real de algunas de las personas involucradas en nuestra historia. Los hombres están de pie frente a la estructura de una iglesia que fue construida solo después de la resurrección de Khadija.

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