De los aproximadamente nacimientos en Argentina, más del corresponden a mujeres menores de 20 años. De cada 100 bebés que nacen, más de 15 son hijos o hijas de adolescentes, es decir un 15.6 %. La cifra es mayor, en las provincias del norte, ligado a la baja escolaridad de las madres y a sus carencias económicas"
En un informe realizado por el Centro Latinoamericano de Salud y Mujer (CELSAM) en el año 2005, se plantean algunas conclusiones interesantes: “El embarazo planificado es más frecuente en las adolescentes no escolarizadas que en las escolarizadas” “1 de cada 5 encuestadas sostiene que la mujer no participa de la elección del método anticonceptivo” “Además el 63% de las encuestadas dijo haber recibido educación sexual.”
La creencia compartida del carácter natural e inevitable de los embarazos en las mujeres que viven en situaciones de no escolaridad y marginalidad económica se da en edades más tempranas, ante la falta de perspectiva, de búsquedas propias. Entonces si...
Para una adolescente de un sector social y económico privilegiado, tener un hijo puede resultar un obstáculo para su realización personal. Para una adolescente que vive en situación de marginalidad social, cultural y económica, puede resultar un escape, la posibilidad de tener un proyecto propio, su posibilidad de realización como mujer.
Claro está que el problema es que después de la ilusión del embarazo aparece la... En este caso
Pero... Ser madre y padre adolescente suele iniciar, sin distinciones sociales, una cadena de problemas, como: abandono escolar, inserción laboral prematura y con escasa preparación, responsabilidades económicas y posibles riesgos biológicos para la madre y el bebé, sumado a la pérdida de vivencias propias de la adolescencia.
La mayoría de los embarazos adolescentes no son planificados y pueden ocurrir por varios motivos Y esta situación suele resolverse por la vía del aborto. Una de cada tres (35,3 por ciento) de las muertes maternas en adolescentes se debe a embarazos terminados en aborto