Las cosas importantes sobre cómo vivir, qué hacer y cómo debo ser las aprendí en el parvulario. La sabiduría no estaba en la cima de la montaña de la universidad, sino allí, en el patio del parvulario. Estas son las cosas que aprendí: Compártelo todo. Juega limpio. No pegues. Vuelve a poner las cosas donde las encontraste. Limpia todo lo que hayas ensuciado. No tomes cosas que no son tuyas. Pide perdón cuando lastimes a alguien. Lávate las manos antes de comer. Aprende y piensa, dibuja, pinta, canta, baila, juega y trabaja cada día un poco. Toma cualquiera de estos items, tradúcelo en términos adultos sofisticados y aplícalo a tu vida familiar, a tu trabajo, a tu gobierno o a tu mundo, y seguirá siendo verdadero, claro y firme. R..Fulghum
…Con una visita y un regalo
Lo que aprendimos en el parvulario aparece y vuelve a surgir en nuestras vidas mientras vivamos. En formas mucho más complejas, polisilábicas, sin duda. En conferencias, biblias, reglas de la empresa, tribunales, sermones, manuales (y códigos de circulación). La vida nos examina continuamente para comprobar si hemos comprendido y puesto en práctica lo que nos enseñaron durante esos primeros años de colegio. Robert Fulghum