Hola, soy Langdon Sí, como el protagonista de El Código da Vinci
A nuestra edad ya no nos dan miedo ni el hombre del saco…
…ni los albinos asesinos…
Ya no nos creemos las historias de buenos, malos, y malos malísimos. “Los caballeros que decían ir en busca del cáliz hablaban en clave para protegerse de una Iglesia que había subyugado a las mujeres, prohibido a la Diosa, quemado a los no creyentes y censurado el culto pagano a la divinidad femenina (pág. 297)
Ni escuchamos voces extrañas bajo la pirámide del Louvre… Por un momento le pareció oir la voz de una mujer… la sabiduría de los Tiempos… que susurraba desde los abismos más profundos de la tierra. (pág. 557)
Ya somos mayorcitos para buscar claves en las películas del Rey León y llevar relojes de Mickey Mouse, ¿no te parece? “…Langdon le enseñó su reloj de Mickey Mouse y le dijo que Walt Disney había dedicado su plácida existencia a trabajar para transmitir la historia del Santo Grial a las futuras generaciones…(Código da Vinci, pág. 324)”
Se ha puesto de moda hablar sobre cuestiones profundas, y yo -que he investigado algo sobre ellas- te recomiendo…
…dar esta serie de pasos para descubrir el Gran Secreto de tu vida.
Primero hay que liberarse de algunos tópicos, cortar con ciertos prejuicios…
…y leer los Cuatro Evangelios a fondo, con la cabeza y el corazón.
Y luego, conocer qué dice realmente el Catecismo de la Iglesia. ¿Hablas sólo de oídas?
¿Has leído estudios fiables escritos por científicos, historiadores, teólogos o investigadores de prestigio? Algunos son para quitarse el bigote…
¿Te has planteado las grandes cuestiones -el mensaje de Cristo, el sentido de tu vida- por tu cuenta o…
…repites sin pensar lo que dicen los demás?
Busca la Verdad poniendo los medios para encontrarla. …leer estudios serios, estudiar a fondo tu fe, pensar, reflexionar, preguntar…
¡Sonríe, te está buscando! ¡Mírala de frente!
Quiere sacar de ti tu yo más feliz y verdadero. Anímate. ¡Haz la prueba!
Si buscas la Verdad de verdad… descubrirás Quién es, quién eres, y serás libre. P. Langdon, 18 años Good bye!